En Busca De Una Cura - InoHima 2 [PAUSADA]

9: Tú y yo contra todo; Porque fuiste tú (4/4)

Himawari:

"Escuché bien? Dijo lo que creo que dijo? Imposible, debe ser solo mi imaginación"

Todas esas preguntas pasaban por mi mente mientras que esperaba una respuesta favorable de la doctora, quien ya había hecho su cometido al instalar nuevamente a Inojin en una camilla con esos miles de tubos, que por desgracia, eran "necesarios".

Yo, mientras tanto, esperaba afuera del consultorio con los brazos cruzados "Que me habrá querido decir? Será que recuerda algo?". Siento como mi corazón se acelera "Y si es así, qué debería decirle?", mi cerebro va a explotar literalmente. 

-Himawari Uzumaki? -pregunta una de las enfermeras al salir del consultorio-

-Sí, soy yo -respondo-, qué ocurre?

-La doctora Uchiha solicita su presencia -me señala la puerta con un ladeo de cabeza-, por favor pase

Tomo mi teléfono y me aproximo a entrar. La misma enfermera cierra la puerta al instante en que entro. La doctora se sienta en su silla, quien por cierto, anteriormente miraba el paisaje por el ventanal de aquel lugar.

-Hima, debes de estar más que feliz -posa su cabeza en una de sus manos, ladea una sonrisa, su expresión es de alivio, algo que me confundió bastante-

-Qué quiere decir, doctora? -realmente o entendía su repentino cambio de humor-

-Debes verlo por ti misma -lanza una mirada hacia atrás de mí, yo volteo por curiosidad junto con sus ojos-

Himawari:-...

Nada. No tenía palabras para lo que estaba viendo o debería decir sintiendo? Era nada más y nada menos que Inojin, abrazándome con ese sentimiento y pasión que tanto extrañaba. Tan pronto como salí de mi estado de shock, correspondí a su cálido abrazo. Me sentía completa de nuevo, su calor me abrazaba de nuevo, desearía que este momento nunca acabe pero por desgracia existe una lengua dentro de nuestra boca, la cual genera palabras y en este momento son necesarias para la comprensión.

Himawari:-C-cómo? Cómo es que? -logré articular sin soltarme de su abrazo-

Él no me respondió, fue la doctora quien, en pocas palabras, me trató de decir que:

Inojin:-Agradezco que hayas puesto mi salud al límite

Sonó raro en el tono en que me lo dijo, hasta diría que un tanto ofensivo, pero como siempre aparece esa sonrisa de doble sentido en su rostro luego de completar la frase.

Me quedé muda. No podía comer helado ni nada con azúcar porque la enfermedad le transmite cierto diabetes, el azúcar en su sangre se elevó, casi lo mata, y estando al borde de la muerte logró comprender lo más importante, que; no te rindas, vive para esa persona, vive para que ella o él viva, porque si tú vives, una parte de ella vivirá.

Himawari:-No lo entiendo, por qué no te rendiste? Por qué no moriste?

Inojin:-Porque esa persona fuiste tú, la que me quiso y estuvo a mi lado fuiste tú, porque -suelta una risa amarga- tú eres mi vida, y no me rendiré por tí -me toma de las manos, se acerca a mi rostro, me toma de la barbilla y por dios, que ya no me aguanto, lo besé-

Seré todo lo que él dijo, seré todo lo que él en algún día me diga.

Porque también eres mi vida y hasta después de la muerte lo seguirás siendo.