¿Qué me has hecho?

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La cara de Jimin era un poema. La vergüenza que sentía en esos momentos no podría ser descrita con palabras. ¿De verdad que había dejado una confesión de amor en la taquilla de su mejor amigos? Aunque a decir verdad, Taehyung no le había mencionado nada sobre el tema...

─ ¿No le ha parecido raro a Taehyung encontrarse esa carta ahí? ─ le preguntó a Jungkook, sin saber que esa pregunta lo había puesto de los nervios.

─ No, no ha dicho nada... Puede que el papel se cayese cuando abriese la taquilla o algo parecido... ─ a Jungkook no se le daba bien improvisar, por lo que estaba rezando para que Jimin se crea su mentira.

─ Supongo que será eso... ─ Jungkook pudo respirar al fin. ─ Bueno, pues gracias por aclararlo, nos vemos en el colegio.

Y así, ambos chicos se despidieron, ambos con un peso menos sobre los hombros. Jimin había descubierto que si quería confesarse tenía que ser valiente. Jungkook no iba a esperar a que alguien decida hacer lo mismo que Jimin accidentalmente había hecho, por lo que se decidió a confesarse lo antes posible.

Una vez llegó a casa se encerró en su cuarto y envió un par de mensajes a Taehyung, proponiéndole juntarse en el siguiente día. Esperó durante unos minutos, todavía nervioso. Al fin, recibió su respuesta: Taehyung estaba encantado de volver a verlo.

O por lo menos eso dijo. Porque claro, a veces decimos cosas que no pensamos realmente para quedar bien. Como cuando Taehyung no se rio de su comentario sobre los gusanos. Eso fue simplemente raro, no es posible que le pareciese adorable o gracioso. Y ya va siendo hora de que Jungkook deje de torturarse mentalmente.

El chico esperó paciente a que llegase el siguiente día. Sentía los nervios a flor de piel al meterse a la cama, el recuerdo de Taehyung lo acompañó durante sueños, y la idea de su amor siendo correspondido lo despertó a la mañana.

Esta vez, Jungkook decidió ir modo élite: su atuendo para la cita había sido cuidadosamente seleccionado (con la ayuda de su madre), había peinado su pelo de la manera perfecta (también con la ayuda de su madre) y se había asegurado de que sus cordones estén bien atados para no tropezar delante de su amor (eso lo hizo solo, porque es un niño grande).

Tal como propuso Taehyung el día anterior, se encontraron en el parque, un poco antes de la hora de comer. A Jungkook le sorprendió ver al mayor allí, ya que él mismo llegaba un poco pronto. Pero que iba a hacer él, Taehyung era así de perfecto.

─ Taehyung ─ lo llamó una vez estuvo cerca. El nombrado estaba mirando su teléfono, y se sobresaltó al oír la voz de Jungkook, pegando un pequeño salto.

─ No te había visto llegar ─ intentó excusarse, mientras un suave rosa aparecía en sus mejillas. Jungkook soltó una risa ante su actitud.─. De todas formas, quería enseñarte algo.

Taehyung cambió de tema rápidamente, y antes de que Jungkook pudiese procesar la información, lo agarró del brazo y se lo llevó de allí. Anduvieron un corto rato en el que Jungkook se sintió muy avergonzado, y al fin llegaron a la zona del parque en la que había varias mesas para tomar el picnic. Taehyung soltó a Jungkook y fue en busca de una cesta que había escondido entre unos arbustos cercanos.

─ Quería aprovechar que todavía no hemos comido para comer juntos ─ explicó con una sonrisa. Jungkook sintió como su corazón empezaba a golpear más fuerte su pecho.

Se sentaron en una mesa que estaba libre, uno al lado del otro, ignorando que tendrían más sitio si uno se sentaba en el asiento de en frente. Ninguno se quejó por eso. Taehyung estaba bien preparado: tenía varios sándwiches, refrescos y unos dulces de postre. Jungkook no pudo evitar pensar en el buen marido que el chico llegaría a ser, y luego no pudo evitar su sonrojo.

Comieron entre risas y más risas. La conversación fluía con total naturalidad, parecían estar hechos para estar juntos. La comida empezaba a acabarse, y ya era la hora de comer los postres. Empezaron a comerlos con calma, y Taehyung dijo algo un tanto inesperado:

─ Jungkook, ¿desde cuándo me conoces? ─ preguntó. Al ver que el menor lo miraba confundido siguió hablando. ─ Es decir, no hemos tenido ninguna clase juntos, no teníamos que saber de la existencia del otro hasta que viniste a la biblioteca... Pero yo sí que sabía de ti.

Jungkook no pudo ocultar como ese último dato lo había dejado desarmado. Era cierto que él mismo ya conocía a Taehyung, pero como había dicho, nunca habían hablado, así que la posibilidad de que Taehyung ya supiese de él le resultaba impensable.

─ La primera vez que te vi fue hace un par de años. Estaba de camino a mi clase, y tú al parecer andabas cerca. No me di cuenta de que estabas ahí hasta que oí un grito. Te juro que fue el grito más alto y agudo que había escuchado en mi vida. ─ Taehyung rio ante el recuerdo. Jungkook tan solo podía pensar como eso era algo muy suyo.─ Me giré para ver qué pasaba, y te vi luchando contra uno de tus amigos para recuperar tu teléfono. Si no me equivoco, un profesor llegó a gritarte por causar tanto ruido.

Terminó la historia mirando al menor, ahora muy notoriamente avergonzado, con una sonrisa. Claro está, Jungkook nunca admitiría que gritó porque Hoseok le quitó el móvil en cuanto había conseguido hacerle una foto a Taehyung.

─ Recuerdo también, que desde ese momento, no he podido evitar verte, estés donde estés. Es como si una fuerza extraña me hiciese saber que estabas cerca. ─ Taehyung soltó un suspiro y levantó su cabeza, mirando al cielo. ─ Jeon Jungkook, ¿cómo me has hecho esto?

*****

Feliz navidad atrasada!!!

Me temo que voy a dejar la intriga un poco... no temáis, volveré pronto.

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Gracias por leer y nos vemos en el siguiente capítulo.

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⏰ Última actualización: Dec 28, 2017 ⏰

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