Hipnosis: El deseo oculto de tu mente y corazón

Capítulo 3 : No quiero tenerte cerca... Porque duele

La puerta fue abierta con tanta brusquedad, que lo pudo evitar sobresaltarse por el fuerte ruido que provoco ésta al chocar contra la pared. Pero, aún a pesar de eso, no se molestó en descubrirse y mirar.      
         
-¿¡Qué crees que haces, pequeño cretino!? –aquella voz sonaba fúrica, cosa que le hubiese sorprendido y desagradado, si no fuera por su estado.

Pero aun que ya sabía de quien se trataba, no se molestó en descubrirse. ¿Acaso nadie comprendía que quería estar solo?. Por él, ella y todos los demás podían irse al infierno.
Pero la persona frente a él no estaba dispuesta a cumplir sus deseos, porque agarro la sabana que lo cubría y con brusquedad lo destapo.

-Quiero estar solo, Mila –dijo en un pequeño susurro, sin mirar a la chica frente a él. Ni siquiera la había llamado con el distintivo que utilizaba para referirse a ella.

-Dios, mío, Yuri, te ves terrible y horrible…si Victor, te viera en este estado… –dijo con pesar -. Debí traerlo –saco su celular -. “Aun no, esa será mi última carta” –pensó, mientras sonreía, antes de guardar nuevamente el celular -. Bien, levántate

-Déjame en paz

Pero la chica frente a él, nuevamente se negó a cumplir sus deseos.

-¿Te vas a rendir tan rápido? –dijo de forma seria -. El Yuri Plisetsky, que yo conozco jamás se rinde, y siempre consigue lo que quiere

-“Esa persona ya no existe… murió junto con el verdadero JJ”

-¿Acaso todos tenían razón?. Nunca te importo Jean… todos tenían razón, y ahora lo sé. ¡Él no fue más que el capricho de un tonto niño inmaduro! -apretó las manos en puño. ¿Cómo se atrevía esa vieja bruja a decir eso? -. ¡Por eso me hace feliz que jamás te recuerde y rehaga su vida con alguien que se lo merezca y lo ame verdaderamente!

-¡Cállate, maldita vieja bruja! –por primera vez en tres días, hablaba y miraba a alguien de aquella forma tan característica suya -. ¡No sabes de lo que hablas! - se levantó de la cama, y se colocó frente a la chica, mirándola fijamente a los ojos -. ¡Jamás vuelvas a insinuar que no me importa Jean, o que él estará con otra persona, porque yo jamás lo permitiré. Jean y yo estamos destinados a estar juntos, y ese maldito accidente, ni nada  en el mundo nos separara!

-¡Ese es el Yuri, que conozco! –grito emocionada. Su plan estaba funcionando -. Ahora pondremos en marcha el plan de reconquista –Yuri, frunció el ceño, y ella sonrió aún más -. Ya planee todo por ti, y te aseguro que mi plan es infalible

Suspiró de forma resignada. No sabía en qué demonios lo involucraría la vieja bruja, pero por su bien más le valía que funcionara.

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-Bien, ¿Entendiste?

-Que sí, vieja –dijo con irritación -. Ya te lo he repetido varias veces

-Todo tiene que quedar claro, porque como te dije antes el plan es infalible, pero depende de ti si funciona o no. Toma –Yuri, frunció el ceño. ¿El para que necesitaba un auricular? -. Necesitamos asegurarnos de que el plan funcione, por eso cuando sobrepases tus niveles permisibles de patanería e idiotez, te lo haremos saber –Yuri, bufo por el comentario -. Nada puede salir  mal… soy una genio –dijo, sonriendo, sintiéndose orgullosa de sí misma, provocando que Yuri, rodara los ojos -. Lo olvidaba…quítate esa bendita  sudadera, y colócate…- se quedó en silencio algunos segundos, como si pensara algo -, te escogeré tu vestuario… “no vaya a escoger algo muy… llamativo”

-Olvídalo –dijo cruzándose de brazos -. Lo haré solo

Ella sonrió -. Está bien, no hay problema… -Yuri, sonrió satisfecho. Nadie le diría que colocarse -, si no quieres mi ayuda, supongo que tampoco necesitaras mi ayuda para recuperar a Jean –dijo con fingido pesar. Yuri, no pudo evitar reflejar la sorpresa en su rostro. ¿La maldita bruja lo estaba chantajeando?. Ella sonrió con emoción -. Me alegra que el doctor te haya permitido estar en tu apartamento, así podremos “trabajar” a gusto –dijo, mientras se dirigía a la habitación del chico -. ¡Yuri, date prisa, que no contamos con mucho tiempo!