Una historia que se desarrolla en la región Johto, una pareja de Espeons tienen a una cría Eevee a la cuál miman con mucho aprecio. Sin embargo, éstos se sacrifican para salvar a su cría de un incendio ocurrido en la Torre Quemada.
Luego de escoger a mi Pokémon inicial, mi hermana quiso echar otro combate conmigo, pero me negué, era muy temprano para ello, luego me dijo:
Taly: Si no entrenas a tus Pokémon, no se harán más fuertes, y la que más tienes que entrenar importantemente es a tu Eevee, ¿o vas a romper la promesa que hiciste a la señorita?
Yo: Ugh... bueno, está bien, pero cuando encontremos 1 Pokémon más.
*Luego de caminar por un rato*
Taly: ¿Qué es eso?
Yo: ¡AAAAAAAAAAAH!!
*Aparece un Hoothoot salvaje*
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Yo: ¡Es mio!
Taly: ¡No, yo lo vi primero!
Yo: ¡Yo grité de la.... emoción!
*El Cyndaquil de mi hermana sale de la Pokéball*
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Cyndaquil: ¡Cynda!
*Le lanza una Pokéball a Hoothoot mientras mi hermana y yo discutimos*
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