El día era soleado, sin embargo a lo lejos se veían un par de nubes amenazando con una tormenta. Las praderas y pueblos de Hyrule estaban en completa serenidad, algo que no se veía hace muchos años, desde comenzó el cataclismo del innombrable para ser exactos. Aunque ya era cosa del pasado pensar en ello, había que enfocarse en reconstruir un reino incluso mejor del que hubo alguna vez.
No muy lejos del castillo, se encontraba la legión de los Zora, quienes ya estaban trabajando en nuevas modificaciones para su gente. La seguridad y buen sentimiento que se llevaba en la zona era más que una recompensa para aquel Hyliano que desde el cenit de la cascada Xera podía observar a la perfección los esfuerzos de un pueblo por levantarse de los escombros; no literalmente, pues los Zoras habían mantenido en buen estado sus fortalezas esta última década, pero aún quedaban heridas que sanar y una que otra construcción levantar por los alrededores.
Aunque, si pensamos en escombros, el lago Toto sería un buen lugar para analizar ahora que no hay una fuerte tensión en el ambiente. Allí es donde se hallaba él yelmo del traje que Mipha hizo especilmente para su amado espadachín.
Link, héroe del reino, hyliano con el don del valor, un simple chico a quien la fama no le llamaba ni lo más mínimo la atención, luego de haber estado un buen rato ensimismado contemplando las bellas obras arquitectónicas, cuales resaltaban con el brillo de las piedras turquesas que las componían, se paró del pequeño pastizal que se hallaba a los alrededores del lago que dejaba la cascada.
Limpió sus prendas de una que otra ramilla que haya quedado, luego tan sólo arregló su capucha y emprendió nuevamente su camino a donde el viento le llevase.
Comenzó a dirigirse al norte observando no tan a la lejanía, la próxima cadena montañosa que debía cruzar, aunque, pensándolo bien, ya estaba oscureciendo, debía abastecerse de comida e igual estaba algo cansado, por lo cual quedarse un día en la posada del lugar no parecía mala idea.
Tomó una bocana de aire en lo que se decidía y soltó un suspiro dando la razón a su cansancio y guiando sus pasos ahora en algún lugar para pasar la noche.
Fueron unos cinco o diez minutos de caminata hasta llegar a las entradas del pueblo en donde sin detener su paso, iba contando las rupias para pagarle a Kayden una noche en su posada, mas no iba ni en la mitad cuando algo le interrumpió.
-¡Ay!- Se quejó una voz a la vez que chocaba a los pies del Hyliano cayendo de espalda al suelo, aunque Link ni se inmutó con el impacto. Al levantar la mirada se trataba de un pequeño Zora que andaba jugando por ahí y por una pequeña distracción no se fijó en su camino. -¿Uhm? ¡Oh, tú eres ese Hyliano que me dio las ranas y además liberó el espíritu de Mipha! Cuando grande seré caballero también.- De manera torpe blandió una flor como si fuese una espada. A pesar de que le dio algo de gracia la inocencia del menor, el joven quería pasar desapercibido por los lugares que fuese.
Lástima que la hiperactividad del niño fuera notoria, pues basto unos cuantos segundos captar la atención del lugar hacia Link, entre ellos, un Zora particularmente grande, de colores blancos y rojizos contrastados con el ámbar de sus ojos, cual mirada dominante. Sidon, príncipe Zora, nada más que el próximo heredero del trono.
De reojo se percató del hyliano quien no bastaba conocerlo a fondo para notar que las miradas ya le estaban causando incomodidad. El príncipe dejo soltar una risa burlona debido a la situación en la que se hallaba Link y se acercó hacia él chico con una postura firme, manos a la espalda y mirada serena.
-¿Qué te trae por aquí, mi amigo? ¿La princesa te envió por temas de Vah Ruta que debe averiguar? De ser así, debo decir que la bestia divina no ha causado problema alguno.- Con un gesto, le indicó que le siguiera a su lado para así continuar su charla acompañado de una caminata por el dominio. -Hey, Link... La próxima vez que entren a Ruta... ¿Crees que pueda acceder también? Si él espíritu de Mipha se presentó ante ti... Quisiera saber si también lo haría ante mi.-
Los pasos resonaban en el agua que cubría el lugar, más aún los del menor quien trataba de pensar en las palabras correcta que utilizar ante un tema tan delicado. -Sidon...De seguro Mipha está esperando tu llegada a Van Ruta.- Se limitó a responder solo esa frase, mas la sinceridad y firmeza de su hablar, lograron sacar una sonrisa que demostraba bastante alivió por parte del mayor.
-Gracias Link. A pesar de ser alguien de pocas palabras, sabes que responder en él momento correspondiente. Por cierto, que descortés de mi parte no haber escuchado tu respuesta ante mi primera pregunta.-Se detuvo girando en si para quedar viendo al chico.
-Vengo a quedarme una noche sin un motivo real.-
-¿Una noche? Que tal si extendemos tu estadía y a cambio te damos algo de aventura.- Con su características sonrisa observó al hyliano atento a su respuesta.
-Umh... Tal vez un par de días estaría bien, aunque si las aventuras no son desafío, no prometo pasar otra noche aquí por ahora.
-Esto me parece un trato.- Extendió su mano hacia el chico esperando su actuar.
-Bien, es un trato.- Aceptó él apretón de manos y dejó notar una sonrisa en busca de desafíos.
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Hola mis pequeñines, es mi primer Fanfic de esta saga y tan solo esperaré su apoyo y críticas, para saber si seguir o no. Bueno, esta es la introducción, por eso no es tan guau, pero próximamente pasarán muchas cosillas. Espero les guste, ay.
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Nuevo comienzo. /Sidlink/
FanfictionEl cataclismo cedió ante el poder de nuestros héroes, dejando así, al reino de Hyrule en una absoluta época de paz y prosperidad. Sin embargo, el Clan Yiga se opuso a aceptar la derrota de quien iba ser su nueva figura a seguir y líder supremo, Gano...