Primer día.

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Tras el pequeño acuerdo entre Link junto a al zora, sus planes de estadía fueron ligeramente modificados, pues ahora alojaría en una habitación aledaña al dominio; ubicada exactamente en la cima del embalse donde solía asechar la bestia divina cuando estaba en manos de Ganon. 

Al llegar al lugar, luego de subir extensas corridas de escaleras, el hyliano soltó un suspiro relajado a la vez que se dejaba caer en la cama.

-Bueno Link, supongo que ésto es lo mejor que te puedo ofrecer por el momento. Nadie viene aquí desde que Vah Ruta fue una amenaza para el pueblo, a cambio de ello el lugar brinda una cálida tranquilidad ahora.- Mencionó manteniendo su mirada en el lago con algo de melancolía, mas no comentó nada de lo que estuviese pensando.- Bien, será mejor que parta, tengo muchas labores que realizar, además debes descansar, mañana será un interesante día en el que tú harás grandes hazañas. -Sonrió fijando su vista en el chico quien se sentó específicamente para verle mejor.

-Sí... supongo que mañana si será un gran día, luego de haber derrotado al cataclismo, si bien he podido descansar y dejar de vivir con una carga, no he podido saciar esa sed de aventura que tanto pide mi ser.- Soltó una agotadora risa mezclado con un sentimiento de lástima pues no quería que su vida se tornara aburrida. Zelda tenía asuntos más importantes que atender por el momento y por ello no podía pasar tanto con la princesa, además no podía ser de gran ayuda pues su habilidades se encontraban en la lucha y desafíos. -Bueno, confío en que tienes grandes expectativas sobre mi, así que solo esperaré que pronto amanezca.-

-Esa es la actitud, mi amigo.- Fueron las últimas palabras del príncipe antes de que de un salto hacia atrás, dando un par de vueltas, cayera sobre el agua que cubría la zona bajo el pequeño muelle delante la cama. 

-Tan sólo espero que sea capaz de realizar lo que tenga en mente Sidon.- Nuevamente se recostó cerrando sus ojos y escuchando una que otra gota caer de fondo; al parecer una lluvia algo intensa sería lo único que le acompañaría esa noche.

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Los rayos de un sol mañanero cubrieron el rostro de Link, causando uno que otro quejido de parte del chico. Luego de simplemente voltear y cubrirse con la capucha para seguir su sueño, el silencio se vio interrumpido por un fuerte sonido proveniente del agua, que tan solo era la advertencia que abría el paso de la llegada del principe. 

-¡Link! Si no me equivoco tenemos planes para hoy y madrugar es una buena manera de empezar el día ¿No?- Mencionó luego de aterrizar en el muelle y caminar en dirección al menor. -Ten... -Le arrojó sobre la cama, con la intención de molestarle para que se levantara, un bolso con un par de cosas dentro. Lo que arrojó era alargado y se veía que no era nada más que un par de cosas envueltas en cuero.- Ya sé perfectamente que haremos hoy. Dime, del uno al diez ¿Qué tan buen nadador eres?- 

Abrió sus ojos acostumbrándose con algo de molestia a la luz del día mientras se sentaba. Su pelo estaba revuelto, la coleta que suele usar estaba desarmada en su totalidad y sus ropas se hallaban algo desordenadas producto al movimiento involuntario que tiene al dormir. Con un bostezo, estiró sus brazos para posteriormente tomar el bolso y revisar lo que había dentro.

En tanto esa escena ocurría, Sidon se quedó observando al joven atento a cada movimiento. Por alguna razón le producía cierta sensación estar al lado de aquel chico, mas no sabía como describirla, solo dejaba ese revuelo como simple admiración ante tan valeroso muchacho. Cuando Link ya tomo el bolso, sacudió su cabeza para salir de sus pensamientos y caminó por alrededor del lugar. -Veo que tienes curiosidad de ver lo que se haya dentro del bolso, pero eso no es excusa para no responder mi pregunta. ¿Qué tan hábil eres como nadador?-

-Oh...- Antes de poder echar un vistazo si quiera a algo que se asomara por el bolso, levantó su mirada hacia el zora dudando de su respuesta, pues a pesar de ser buen nadador con la armadura que Mipha hizo para el, muchas veces se vio vencido por las profundidades haciendo que se hundiera en desesperación por encontrar tierra firme; si no fuese por la corriente que siempre guiaba al chico a alguna orilla, tal vez no viviría para contarlo ahora.

-¿Link?...-

-A-Ah, emh, bueno... no soy experto pero si se nadar lo suficientemente bien.- 

-Excelente, entonces revisa lo que hay en el bolso y acompáñame.-

Luego de desenvolver las cosas, dejó a la vista una lanza, un arco y una espadas, todas por cortesía del lugar, además un par de provisiones. Se preparó equipándose aquello que le dieron y tras hacerse una nueva coleta, siguió al zora. 

-Ah sí, Link, no esperes caminar mucho pues donde te llevaré está frente tuyo.- Sonrió el mayor llegando a los limites del pequeño muelle en donde finalmente se lanzó al agua. Al asomarse dedicó su vista al hyliano, quien por cierto se encontraba confundido. -Por esta razón es que pregunté que tan buen nadador eras. Vamos, entra, el agua no te hará daño amigo.- 

-Espera, ¿Qué haremos exactamente?...-

-Tendrás que verlo por ti mismo, pero no sin antes seguirme.- 

Con algo de duda asintió e ingresó al agua solo por ese impulso que la curiosidad le daba. En eso, Sidon se voltea y le hace una seña para que se sujetara en su espalda. 

-Esto... es como cuando tuve que entrar en Vah Ruta.-

-Bastante, pero no lo suficiente; aguanta la respiración.- Segundos después el principe se undió en lo que  instintivamente el hyliano tomó una bocanada de aire antes de sumergirse por estár sujetado al contrario.

Link no sabía cuanto tiempo estarían bajo el agua y eso le causaba algo de terror, por ende se aferró a la espalda del zora abrazándolo con algo de fuerza a la vez que planeaba ciertas cosas como soltarse y salir a flote si no puede más o hacerle notar al otro su situación.

Fueron 23 sofocantes segundos que en cuanto finalizaron tras salir del agua, el joven comenzó a respirar de manera inquieta sin soltar al principe, cual sujetaba desde encima de sus hombros apegando su estomago a la espalda de éste.

Luego de poder recuperar su respiración normal fijó su vista ante el lugar. Una gran cueva iluminada con aquellas gemas turquesas que poseía el reino, bajo esto una gran entrada decorada con esculturas y tallados que parecían haber pasado años en abandono.

-Bueno, si haz leido todos las historias Zora, sabrás que se contaba que en algún lugar del dominio se encontraba este sitio en donde solamente la realeza podía acceder, mas al ser asechado por algo abandonaron todo ésto. No sé que exactamente hay dentro, nadie a cruzado esa puerta en más de 500 o inclusive 1000 años, no lo sé.-

Ahora Link entendía el por qué sumergirse en el agua era necesario, ésta parecía ser la única entrada a este sitio. -Wow... de haber algo, entonces me haré cargo de ello.-
Sonrió soltándose del mayor para ir a la orilla y caminar en dirección a la entrada. Se veía confiado, listo para cualquier desafío, con aquella sonrisa que transmite seguridad.

Tras él le siguió Sidon, posando su mano en el hombro del contrario. -Bien... entonces nos espera una gran aventura.-

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AY, veo que igual a algunas personitas les gusta mi Fanfic jijiji, bueno, en ést capítulo solo quise introducirlos a una aventura para el próximo tuviera acción y escenas que serán sorpresa por ahora~
Quisiera que comentaran qué les agradaría ver en esta historia, a ver si lo agrego de cierta manera para que les guste más ♡.
Bueno, eso es todo y nos leemos en el próximo capitulo.
Estaré actualizando cada vez que pueda, bye~

Nuevo comienzo. /Sidlink/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora