Hetero. ✓ [JiCheol]

몰라요

SeungCheol, ¿por qué te has cortado el pelo así? Encima cambias de color. ¿No eres consciente de las reacciones que provocas en mí?
No, por supuesto que no. Tú no prestas atención a detalles. Mucho menos a cómo pueda reaccionar yo a ti. Soy tu mejor amigo, por favor.

            — ¿Por qué cambias de color? ¿Tratabas de ser un abuelo? —me burlo de él mientras acaricio las puntas de su cabello plateado.
No se parece a un abuelo ni de lejos. Y, si lo hiciera sería un abuelo capaz de hacer mojar las bragas a muchas jovencitas.
Es suave. No solo su pelo, también su mirada. Siento que, de algún modo, calienta mi corazón.

             — Trataba de parecerme a ti en eso de Rainbow Complex.

Dejo de acariciarle y le pego un quizá algo fuerte en la frente.

               — Yo no tengo ningún complejo con parecerme a unas gotas de agua y cómo la luz nos haga verlas.

                — ¿Y de rarito?

Frunzo el ceño mientras hago un puño de mi mano amenazándolo.

                 — Te la estás buscando, Coups...

Él se ríe y me toma por los brazos poniéndolos detrás de él. Inevitablemente quedó pegado a él. Ha agachado su cabeza de modo que quedamos casi frente con frente. La mía sigue siendo más baja... Nuestras narices se rozan.
Esto no es buena idea. Si fuera de coña, como siempre lo ha sido, no me importaría pero para mí ya no es una broma.

Trato de apartarme bruscamente. Siento el calor en mis mejillas, deben estar sonrojadas. No puedo dejar que me ves así. Pero ni siquiera puedo apartarme. Me atrae de vuelta en una demostración de que es más fuerte que yo. No es ninguna novedad, maldito.

               — ¿Qué te pasa, duendecillo del bosque?  ¿Cómo puede asustarte tu mejor amigo?

Bajo la mirada. Prefiero que no vea cómo me era temblando hasta la mirada. Sé que estoy sonrojando pero no sé si lo ve. Preferiría que no lo hiciera.
Para llamar mi atención, me acerca más a él. Siento que nuestros cuerpos se tocan y comienzo a alarmarme. ¿Qué se supone que estás haciendo maldito pervertido?

                 — Vamos, mírame o no seré capaz de volver a tomarte en serio.

Eso toca mi orgullo. Me suele costar que la gente me vea como alguien intimidante debido a mi altura. Siempre me toma un gran esfuerzo, días de ser un hijo de perra increíble, antes de que se cuestionen reírse de mí.
Alzo la mirada viendo directamente a sus ojos. Grandes y oscuros pero cálidos. Siento que mis mejillas ya no están calientes. Creo que el enfado me ha ayudado. Ahora debo mantenerme firme.

                   — No podría temerte ni aunque me odiaras y mi vida dependiera de ti. Eres Choi SeungCheol, por favor.

Mientras le respondía podía sentir mi aliento chocar contra su boca, a milímetros de rozar sus labios. Esto se está volviendo demasiado duro.
Pero Dios parece estar de mi parte. Quizá no Dios sino la persona que me está llamando pero le debo una y grande.

Sonrío mientras me suelta y me aparto. Cuando saco mi móvil puedo ver que es Jaebum. Me cae bien. Hemos estado quedando varios días. Es como su hermana pero en chico y jodidamente. Me temo que tuve que contenerme en más de una ocasión. Pero juro por Dios que solo somos amigos.

               — ¿Qué te lleva a llamar a una persona tan ocupada como yo? —pregunto en cuanto descuelgo.

Oigo su risa al otro lado de la línea. Estúpido. No trataba de hacerlo reír. ¡Estaba siendo arrogante!