Good Graces (Kaisoo) - Traducción

Prólogo

La primera vez que mató a alguien tenía nueve años. Todavía puede recordar la fría habitación cuando él estaba de pie ahí solo, el consejero más confiable de su tío. Insung tenía veintitrés años, la persona más joven en ser nombrada consejero real. Era inteligente y guapo, y todas las señoritas jóvenes en el castillo se sonrojaban cuando él pasaba cerca de ellas. Habían rumores que el rey quería nombrar a Insung como su heredero legal prefiriéndolo sobre su primogénito, el primo de Kyungsoo, Taewoon.

Kyungsoo tenía nueve, sólo nueve años.

Él estaba ahí de pie en la enorme habitación cara a cara con el consejero real, el enorme trono dorado alzado sobre los escalones rojos detrás de ellos. Un retrato de su tío colgaba detrás del trono, la corona pesada descansando sobre su cabeza y sus hombros anchos bien levantados mientras miraba profundamente al pintor. Ese era el día después que su tía, la reina, muriera hace tres años. El retrato de la familia real que solía estar colgada detrás del trono fue cambiada a la habitación de Taewoon y su propio trono fue sepultado en el sepulcro real, donde los padres de Kyungsoo fueron sepultados cerca de ocho años antes.

"¿Qué está haciendo el pequeño príncipe despierto tan tarde?" Insung preguntó divertido mientras daba pequeños pasos hacia Kyungsoo.

"Quería un vaso de leche" Kyungsoo respondió honestamente mientras seguía de pie, sin poder moverse. No tenía razón para sentir miedo por Insung. El hombre muchas veces traía dulces a él y a Taewoon durante sus lesiones y los saludaba o sonreía cada vez que los veía en el pasillo. Sin embargo, cada célula en el cuerpo de Kyungsoo parecían estar en llamas y no sabía qué hacer.

"Las cocinas ya están cerradas" Insung le dijo mientras se movía más cerca, deteniéndose a pocos centímetros frente a Kyungsoo y bajó un poco para tener una mejor visa del niño. Kyungsoo se estremeció cuando una de las manos de Insung tocó su mejilla y entonces por fin su cuerpo le permitió moverse hacia atrás.

"Entonces debería regresar a la cama" Kyungsoo tartamudeó mientras daba vuelta sobre sus pies para correr hacia las puertas y regresar a su habitación al otro lado de los cuartos de Taewoon.

"No tan rápido" Insung dijo cuando lo tomó por el brazo e hizo que volteara para tenerlo frente a él de nuevo. Kyungsoo sentía sus piernas rígidas mientras el agarre en su brazo se intensificaba y quemaba.

"¿Por qué te vas tan rápido, pequeño príncipe?" Insung preguntó, una pequeña sonrisa en su rostro mientras veía la pálida piel de Kyungsoo tornarse roja en el área donde él lo estaba tomando.

"No soy un príncipe" Kyungsoo le dijo débilmente. Era la verdad. Sus nanas y niñeras le llamaban pequeño príncipe y lo trataban como uno pero él nunca se sintió como unos. Nunca estaría en la línea al trono. Su papá era el hermano del rey y se caso con un guardia real, su otro padre.

"Claro que lo eres" Insung le respondió. "Tienes sangre real corriendo en todo tu cuerpo." Kyungsoo no respondió, sus ojos fijos en el agarre que Insung todavía tenía.

"¿Estas solo, no es así Kyungsoo?" Insung le preguntó, ojos suavizándose. "No tienes padres y Taewoon está creciendo mas como para jugar contigo todo el tiempo. Todos sabemos que al rey no le interesas. Pronto se deshará de tus nanas. Eres un poco grande hora como para que ellas anden alrededor de ti todo el tiempo."

"No" Kyungsoo respondió rápidamente. Él no permitirá que su tío despida a sus nanas. Ellas eras las únicas que lo arrullaban en la cama desde que tenía un años y lo abrazaban cuando tenía pesadillas. Ellas eran las únicas que le mostraban amor en ese frio castillo.