Protector

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"Entonces, ¿tenemos planes para una boda?" Preguntó el padre de Jongin una noche en voz alta durante la cena. El sonido de los tenedores y las cucharas raspándose contra los platos de porcelana se detuvo y todos giraron la cabeza para mirar al Rey, con las mandíbulas ligeramente caídas. Kyungsoo sintió una incómoda agitación en el estómago cuando sus ojos pasaron a la Reina cuya boca estaba apretada en una línea.

"Bueno, debería haber una fiesta de compromiso antes de una boda" se rió Jisoo, tratando de devolver vida a la atmósfera tranquila. La mano de Jongin alcanzó a la de Kyungsoo debajo de la mesa y miró la banda plateada que descansaba sobre el dedo del príncipe. Habían pasado solo dos días desde que habían intercambiado silenciosamente anillos en la comodidad del balcón de Jongin, pero nadie más había notado o dicho nada sobre la apariencia de las simples bandas que cada príncipe usaba ahora.

"Estábamos planeando discutirlo contigo pronto" dijo Jongin.

"Bueno esta noche suena como un tiempo muy pronto" les dijo el Rey. "Los esperaré a los dos en mi sala de estar poco después de la cena."

"Sí, padre" asintió Jongin. Kyungsoo asintió también y el Rey le envió una pequeña pero reconfortante sonrisa. Jongin le apretó la mano con fuerza y ​​luego la cena continuó como de costumbre.

"¿Estás nervioso?" Le preguntó Jongin, frotándole los hombros mientras estaban parados frente a la habitación de su padre.

"Por supuesto que sí" respondió Kyungsoo, golpeando ligeramente su frente contra la de Jongin. "Tu mamá también estará allí. ¿Qué pasa si ella simplemente rechaza el compromiso?" Había estado en Nerius durante tres semanas y aunque su relación estaba mejorando mucho con las hermanas de Jongin y con los cuñados, todavía parecía estar en las rocas con la Reina. Raramente tenían interacciones y siempre que estaban en la misma habitación no hacían contacto visual.

Kyungsoo había hablado con Yeonhwa al respecto durante uno de sus chequeos y la princesa embarazada había revelado que su madre provenía de un pequeño y tradicional reino del sur que todavía tenía algunos estigmas contra los portadores masculinos. Ella no odiaba a Kyungsoo, pero simplemente le costaba entenderlo.

"Jongin dijo que ella me adoraba cuando yo era un bebé" había señalado, con las piernas colgando del lado de la cama del hospital y balanceándose sin cuidado.

"Tal vez fue porque eras solo un pequeño bebé inofensivo" le dijo Yeonhwa. "Ahora que has crecido y su único hijo está locamente enamorado de ti, ha escuchado rumores sobre ti y es cautelosa. Es ridículo, pero así es como ella probablemente lo vea."

"¿Qué debería hacer entonces?" Le preguntó Kyungsoo, viendo el punto de vista de la Reina por primera vez.

"Nada" Yeonhwa le sonrió afectuosamente. "Ella vendrá un día. Todos los demás te adoran y no falta mucho antes de que ceda."

"No la dejaré decir que no" le prometió Jongin. "Mi padre no permitirá que eso suceda tampoco. Él está feliz por nosotros. Cree que nadie sería mejor para mí que tú."

"Está bien" Kyungsoo asintió con la cabeza, aspirando un poco de confianza. "Hagamos esto entonces." Jongin tocó la puerta y la abrió en silencio. El Rey y la Reina estaban sentados juntos en el sofá de pareja esperándolos, así que Jongin y Kyungsoo se vieron obligados a sentarse a cada lado de ellos. Como el salvador que era, Jongin fue y se sentó en la silla al lado de su madre y Kyungsoo se acercó para sentarse al lado del Rey.

"No crean que no noté esos anillos que ustedes dos llevan" el padre de Jongin les sonrió para aligerar el ambiente. Kyungsoo miró hacia la banda de plata que descansaba sobre su dedo anular. Los personalizarían más tarde. Jongin había estado muy ansioso por hacer las cosas oficiales.

Good Graces (Kaisoo) - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora