Durante tres días, Kyungsoo estuvo encerrado en esa pequeña celda, solo le traían comida y té dos veces al día. Su tío lo visitaba una vez al día y solo se sentaría en ese taburete mientras los dos se miraban el uno al otro. Ya no conversaban porque Kyungsoo no tenía nada que decirle a ese hombre. Sin embargo, su tío parecía demasiado tranquilo. El hombre mayor estaba extrañamente tranquilo como alguien que acababa de iniciar silenciosamente una guerra y esto inquietaba a Kyungsoo. Definitivamente algo pasaba arriba. El Rey de Drakon tenía armas secretas que le garantizaban una victoria fácil. Kyungsoo esperaba que no fuera uno de ellos.
En el cuarto día de su encarcelamiento, Kyungsoo se sorprendió al ver que su tío no visitaba su celda sino su guardia de mayor confianza, Jinwoon. Era el hijo de un guardia que Kyungsoo cuando era más joven temía y lo hacía sentir aterrorizado debido a su contextura robusta. Sin embargo, el viejo guardia se retiró y cuando Jinwoon alcanzó la mayoría de edad, se convirtió en el guardia más confiable del Rey. Hoon era el guardia principal y el mejor guardia pero había mantenido su lealtad con el padre de Kyungsoo. El Rey solo lo mantuvo cerca porque sería una pérdida de sus habilidades matarlo.
Ni una palabra se dijo cuando Jinwoon abrió la celda. Kyungsoo presionó su espalda contra la pared y se quedó quieto. Lo que sea que hayan planeado para él, no quería participar. Prefería pudrirse en esta celda que ser usado como un perro.
"Vamos" Jinwoon gruñó. "No tenemos todo el día para esperar por ti."
"Vete a la mierda" dijo Kyungsoo, volteando su cabeza y apoyándola en sus rodillas levantadas.
"Es raro ver que tienes una boca sucia" comentó Jinwoon. "¿Lo aprendiste de tu amante?" Kyungsoo no respondió, sintió el corazón dolorido ante la mención de Jongin.
"Así que o hacemos esto de la manera más fácil en la que vienes voluntariamente o tengo que obligarte y usar la fuerza" continuó Jinwoon, molestándose un poco. Kyungsoo no hizo nada. Si lo arrastraran fuera de esta celda podrían hacerlo, pero él se sentaría aquí como peso muerto.
"Nunca antes has sido tan jodidamente difícil" jadeó Jinwoon, acercándose a Kyungsoo y levantando su rostro para que se miraran el uno al otro. Kyungsoo debería haberlo visto venir pero un trozo de tela estaba pegado a su cara otra vez e hizo todo lo posible para no inhalar, pero ya era demasiado tarde.
"Estás perdiendo tu toque mi príncipe" dijo Jinwoon decepcionado y entonces Kyungsoo lo sintió. El más pequeño calambre en la parte inferior de su abdomen le recordó que era portador y que no había ningún bebé dentro. Había pasado un mes desde que había tenido su último cambio con a lado de Jongin y no había tomado ningún medicamento para suprimirlo en absoluto. Cualquier droga que Jinwoon le había dado era menos fuerte que su primera dosis y lo debilitaba, pero no hasta el punto de desmayarse. Jinwoon se agachó y miró a Kyungsoo a los ojos, sosteniéndolo suavemente por la barbilla.
"Se suponía que debías ser mío, ¿sabes?" Le dijo a Kyungsoo, su voz no era condescendiente ni orgullosa, sino suave. "Nunca Insung, nunca otro príncipe más que yo. Desde el principio me lo prometieron, que podría tomarte después de que terminaras tus deberes con el rey. Durante mucho tiempo no supe cómo sentirme al respecto. Todavía no sé cómo sentirme al respecto" admitió al ver la cara de Kyungsoo.
"Sin embargo, el Rey todavía te necesita" suspiró Jinwoon mientras se ponía de pie y agarraba a Kyungsoo por el brazo. El príncipe fue sacado de su celda y, antes de darse cuenta, estaba nuevamente en la sala del trono donde estaba sentado su tío. Un séquito de guardias lo rodeaba y, a pesar de que esta droga se estaba pasando rápidamente, ahora era consciente de que estaba experimentando un cambio y no tenía idea de cómo eso lo afectaría.
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Good Graces (Kaisoo) - Traducción
FanfictionEn un mundo donde aquellos que tienen dos colores diferentes de ojos son agraciados con un don especial, Kyungsoo tiene como don la habilidad de matar con sus propias manos. Es usado por su tío como su asesino personal, él no tiene otra razón para v...