La calma de una fría habitación libre de ruidos dentro de ella no tenía comparación, era perfecto, todo su ambiente lo era hasta que aquel lugar cerrado por cuatro paredes era invadido por el molesto y agudo sonido de la alarma la cual obligó a YoungJae a saltar de la cama con un rápido accionar para apagarla. Era domingo, ¿por qué había una alarma? Youngjae simplemente se levantó desganado, al parecer ya no iba a ser un buen día, pero no queda otra que ser positivo.
Nuevo día, nuevo domingo, hora de poner en marcha la rutina de los domingos la cual consistía primero en ir por comida, razón de vivir para YoungJae junto a su pequeño y peludo compañero de vida, Coco, quien le esperaba con juguetes y un gran desorden en la sala, al parecer el animal había pasado una buena noche tirando todas las cosas de YoungJae al suelo y éste no tenía más remedio que ordenar. Una vez terminado el desayuno tocaba ir junto a coco a la habitación, sentarse en la cama, pegar la espalda a la helada pared y ver desde allí el tránsito de las personas, una vida solitaria para un ser incomprendido, débil pero no por ello infeliz.
—Bendito domingo, ojalá no acabases nunca.— Susurró YoungJae a la pequeña bola de pelos que le acompañaba, esa paz que lograba sentir era grande, le daba energías para continuar el trabajo, mejor dicho su trabajos, vivir solo tenía sus desventajas, todas las cuentas debía pagarlas él y con un sólo trabajo no iba a lograrlo a pesar de contar con el dinero, porque sí, lo tenía. El padre de YoungJae se había llevado a la tumba dos secretos, era dueño de más de diez apartamentos en mokpo y de dos en Seúl, en uno de ellos vivía YoungJae. A pesar de ello el dinero había sido dividido entre su madre y su hermano quienes administraban los bienes en mokpo, allí habían creado una pequeña empresa de bienes raíces, adquiriendo más propiedades, contratando gente para que les ayudase y YoungJae simplemente se hacia cargo los dos de Seúl. Sin embargo, no por contar con una acaudalada herencia en su cuenta iba a dejar de esforzarse en trabajar, al menos eso pidió su padre en la carta que había dejado, no dejes de esforzarte, era agotador pero al menos le hacia salir de la cama.
YoungJae había estudiado administración de empresas como obligación de parte de su madre, ella había hecho que sus dos hijos lo hiciesen para cuidar de la empresa que habían creado pero que por el momento administraba sólo su hermano pues YoungJae lo había pedido, no quería eso en su vida a pesar de tenerlo todo, por eso mismo se había ido de casa, quería esforzarse, trabajar y explorar el mundo antes de entrar a una empresa.Desde la ventana podía observar el ritmo acelerado de vida que poseía la gente de Seúl, todos caminaban tan rápido que nadie se detenía a ver su al rededor ni mucho menos arriba, donde YoungJae se encontraba, tal vez él era el único que acostumbraba a observar todos sus alrededores, simplemente le parecía fascinante como había progresado la humanidad y el cambio en las personas por éste.
YoungJae era perspicaz y de tanto ver a las personas podía identificar sus estados, siendo uno de los más destacados la tristeza y el estrés.Pasados los minutos, Al rededor de una hora Youngjae había logrado conciliar el sueño sin quererlo, no era difícil para él pero no acostumbraba a hacerlo, ni mucho menos despertar cuando ya estuviese oscuro, se sentía desorientado y hambriento pero antes de moverse vio por la ventana una vez más encontrándose con una escena que hizo que el hambre se fuese.
Un chico, cabello oscuro acercándose a la pista de los autos, no se podía ver su rostro, pero no parecía que iba a cruzar simplemente la calle. YoungJae, exaltado, sin pensar en nada más desvió la mirada para cambiar su ropa, seguía en pijama, ni una ducha había tomado pero en su cabeza no entraba eso, tomó sus llaves y bajó por la escalera, no perdería tiempo en el elevador. El cuerpo de YoungJae se envolvía en una fina capa de sudor frío, nervios, su corazón saldría de su pecho apenas llegó a la primera planta del edificio, saliendo rápidamente, no había nadie en la calle pero pronto escuchó sollozos en la acera.
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Strange | 2Jae.
FanfictionUna historia donde el mundo no voltea a ver a su al rededor, un mundo donde domina el individualismo y existe un chico demasiado bueno para éste, un chico de quien se enamora Im JaeBum. Historia 100% mía. Actualizaciones lentas. [PAUSADA]