El néctar del amor:
A mi querida ÁngelLa luz del alba que en tu sonrisa emerge, tus ojos me guían hacia el camino más bello, para que mi conciencia al fin deterge, el acto cometido por el ente ignominioso del cual soy plebeyo.
Al fin despierto del ensueño destetable, pesadilla en la que no te tengo, haciendo que me sumerga en una tristeza inconmensurable, tu presencia me fortalece y al ente detengo.
Reconstruyes mi caótica existencia, no ansío un momento sin escuchar el bello trino que surge de tu boca, los deseos de muerte se silencian, al presenciar tal acto, el ignominioso se disloca.
Me veo liberado del encierro ante tu solemne presencia, Ángel que me guarda entre sus tiernos brazos, no dejes que se extinga esa esencia pura.
No me dejes sepultado entre tanta miseria, no puedo salir de esta jaula, cuando te alejas me vence la histeria, mi supervivencia en este planeta sin tener tu cálida presencia es nula.
La soledad me abruma, no puedo con este tormento, soy presa del ente que está en aumento, me carcome el alma, destruye mi ser, sólo tú puedes protegerme a la hora en la que surge el alba.
Fuí títere de los impulsos más sádicos e irracionales, el vacío me debilita y me vuelve vulnerable al manejo del ente cruel, los pájaros cantan alegres al verte venir, al alejarte el paisaje se torna oscuro y la muerte se convierte en un ambiente seguro.
Oh fuente de vida, mi dulce luz, perdóname por convertirme en una bestia, jamás quise lastimarte pues al hacerlo, cabo mi tumba y mi boleto al infierno, lugar al que mi alma merece estar, por todos los crueles momentos por los que te he hecho pasar.
Oh dulce flor, cuanto daría por volver a tenerte, no exigiré tu perdón, las atrocidades que ha cometido mi carne, no tienen el perdón de Dios siquiera, ansío verte sonreír, ansío volver a nacer y convertirme una bello flor, para adornar tu magnifica melena dorada.
Oh mi Ángel al que he destruido, a los castigo del inframundo me veré sometido, ese es mi destino, lamento desampararte cuando debía cuidarte, de aquella bestia que siempre quiso aniquilarte.
Oh mi bello tesoro, el valor en mí careció, debí aniquilar al monstruo, antes de que cometiese este acto ignominioso, fuí el instrumento de tal acción, debí quitarme la vida, para que vivieses sin odio y rincor.
Esta cruel afección desconocida es un rival poderoso.
Cada vez que respiro y que los segundos pasan, pienso en que la muerte, es mi único respiro, la única solución a cuanto he sufrido.
De mí se apodera un ente incontrolable, el amor que hacia ti tenía, la fuerza que tu sonrisa nacía se vió nublada, el amor que por tí siento no fué sufiente, ganas de vivir en mi destino, no es más que uma idea carente.
Que la sabiduría que Dios te ha dado, te permita entenderme, pues ya nunca, volverás a verme.
Lamento que mi amor no haya sido el suficiente para protegerte del monstruo en el que me he convertido.
Espero y no me repudies tanto como yo me repudio a mi mismo.
Eres el ser más maravilloso que ha podido existir en esta tierra, fruto del depurado amor entre dos simples humanos.
Espero y puedas encontrar el néctar del amor, aquel que no pude brindarte por completo, mi bello Ángel espero poder, así sea en el fin de los tiempos, poder reposar en tu regazo.
De: Tu débil padre.
Para: Mi esplendoroso Ángel.
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Conoce el por qué de estas palabras en El néctar del amor(2)
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Las luces de abajo
Poetry"En ese momento en el que tu espíritu rechaza tu carne y decide pasear a lo más alto de la tierra y contemplar el paisaje abstracto que forman la luces de abajo". ¿No les parece emocionante hurgar un poco en el pensamiento de alguien, llegar a desco...