•SECRETOS• (RICKYL)

CAPÍTULO CUATRO

Rick se levantó temprano y fue a ver a su pequeña Amber quien estaba recién despertando. La levantó de la cuna donde estaba y la observó un momento para después posar su mirada en Daryl quien yacía aún dormido en la cama que compartían.

-Tendrás un hermanito, Amber -Rick le dijo a su hija y ella hizo una mueca simulando una sonrisa.

-Tal vez sea hermanita -Daryl se unió a la conversación adormilado haciendo que Rick volteara a verlo con una pequeña sonrisa en el rostro.

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Tres meses pasaron y todo marchaba bien con la familia Dixon Grimes. La pequeña Amber cada vez estaba más grande. Y obviamente todos cuidaban de Daryl.

Era un día hermoso, Rick junto con Amber salieron a dar un paseo a las calles de Alexandria.

-¡Hey! -el ex policía se dio la vuelta para ver a quien pertenecía aquella voz. Esmeralda era una de las muchas personas que sabían que la pareja esperaba un nuevo miembro en su familia. No iba a dejar pasar esa oportunidad.

Se acercó a Rick felicitándolo por la gran noticia. -Puedes contar conmigo para lo que sea- le dijo demasiado cerca de él, lo cual lo incomodó un poco.

Esmeralda besó al hombre en la mejilla y lo vio fijamente a los ojos. Rick se fue separando poco a poco, sonrió débilmente y se dirigió de vuelta a su hogar. Pero en el camino se encontró con Daryl. <<Seguramente lo vio>> se dijo Rick a sí mismo. 

-Daryl... -comenzó Rick- No es lo que parece...

-Lo sé -el cazador se acercó más a él y lo abrazó con cariño- Siempre confiaré en ti. No dejaremos que ella se entrometa en nuestras vidas.

-Te amo -susurró Rick y Daryl sonrió ampliamente.

-Igual yo -agregó el cazador besando rápidamente a su hombre.

-Oye, iré con Maggie y Glenn a buscar algunas cosas que Olivia necesita -informó el ex policía a Daryl.

-Déjame ir -hacía mucho que Daryl no salía y extrañaba cazar.

-No -Rick contestó inmediatamente. Daryl puso los ojos en blanco- Sabes que no puedes, así que ni siquiera insistas.

Daryl no quería armar una pelea en ese momento. Él sabía que por tanto que rogara la respuesta de Rick no cambiaría. Se limitó a asentir cabizbajo.

-Volveremos pronto -fue lo último que dijo Rick antes de entregarle a Amber en los brazos y darle un beso en la mejilla a ambos en forma de despedida.

-¡Daryl! -gritó Carl corriendo hacia él- ¿Puedo llevar a Amber con Daniel y los demás niños? Organizarán algunos juegos y me gustaría llevarla.

El niño parecía muy emocionado y Daryl no pudo decir que no. -Cuida bien a tu hermana- Carl sonrió y se fue corriendo con Amber en sus brazos.

El cazador se dirigió al porche de su casa, se sentó en las pequeñas escaleras y prendió un cigarro llevándoselo a los labios.

-Se supone que no deberías estar fumando -dijo una voz que lo sobresaltó.

-¿Qué quieres? -soltó Daryl secamente.

Esmeralda no respondió; sólo alejó el cigarro de los labios del hombre y lo tiró al suelo pisándolo. -Debes cuidar a tu bebé -dijo sin despegar su vista ni un segundo de él.

-¿Qué demonios haces? -preguntó Daryl nervioso y molesto al ver que la chica se acercaba cada vez más a él.

-Hay muchas cosas que no sabes -respondió en un susurro con la mirada en los labios del cazador.