CAPÍTULO DIECISÉIS

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Le entregaron a la pequeña a su madre quien al verla soltó un par de lágrimas de felicidad.

-¿Ya sabes cuál será su nombre? -quiso saber Daryl tomando la manita de la recién nacida. La mujer asintió sonriente.

-Su nombre es Jane -dijo finalmente dejando que Daryl sostuviera a su hermanita en sus brazos.

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-Eres tú... -dijo Jane en voz baja.

Daryl fue a donde estaba Sophia tomándola del hombro delicadamente haciendo que caminara. La chica sólo los veía alejarse. 

El rostro del cazador reflejaba verdadera molestia mientras se alejaba cada vez más de Jane. El ex policía notó que los ojos de D se humedecieron en un dos por tres.

-Puedes venir con nosotros -Rick se acercó a ella.

-Si. Supongo, después de todo quemaron mi hogar -Jane trató de sonreír limpiando una lágrima que resbaló por su mejilla.

Así, el grupo partió de regreso a Alexandria, junto con algunos habitantes de Woodbury que se quedaron sin un lugar donde vivir sin dejar a Esmeralda quien aún estaba inconsciente.

-Quiero saber qué pasa -dijo Rick de repente. Jane bajó la mirada. 

-Es mi hermano -contestó ella sintiendo un nudo en su garganta. 

-Él nunca me habló de ti -el ex policía hablaba en voz baja para que nadie los escuchara.

-Tenemos una historia complicada... -dijo Jane jugando con sus manos. 

-Bien. Es hora de que te pague todo lo que has hecho por nosotros -comenzó Rick obteniendo una mirada confusa de parte de la chica- Te ayudaré para que hables con Daryl.

Jane soltó una risa sin gracia. -¿Crees que lo logres? -

-Confía en mi, me va a escuchar -Rick sonrió.

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Los días pasaban y los nuevos integrantes de Alexandria se iban acoplando a su nuevo hogar de maravilla. Al principio, los alexandrinos los veían con un poco de miedo por lo antes sucedido pero aquellas personas eran diferentes; no habían tenido nada que ver con la crueldad de los líderes de Woodbury. 

Diariamente, Jane intentaba acercarse a Daryl pero éste no accedía aunque su hombre insistía en que lo hiciera. 

Sophia y Amber sentían curiosidad y comenzaron a hablar con Jane. Esperaban hacerlo a escondidas de su padre Daryl ya que él les prohibió acercarse a ella, pero como suele suceder, si le prohíbes algo a los niños tienen más ganas de hacerlo.

 Rick les había comentado a sus hijas  el asunto de Jane con Daryl; ellas estaban emocionadas al enterarse de la noticia de que tenían una tía que en verdad era de sus sangre. Las niñas se sentían intimidadas por la mirada de su padre quien no le quitaba la mirada de encima cada vez que salían de su casa; pero no era obstáculo para las pequeñas Grimes Dixon.

•SECRETOS• (RICKYL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora