Terror en Pueblo Viejo

Epilogo

desperté sentado en una silla con un dolor de cabeza tremendo, lo ultimo que recuerdo fue... mis nervios se disparan, debía escapar, debía informar a alguien de las atrocidades que se estaban cometiendo en este pueblo. Marshall me había capturado, pero por una extraña razón no estaba atado y seguía vivo.

- ojojojo, despertaste- la voz del viejo la conocía demasiado bien. 

levante la cabeza y lo vi sentado frente a mi con su cara arrugada. 

- una verdadera pena, no se como llego a la parte profunda del pueblo, solo unos pocos saben llegar-  dijo con voz de lastima - vio cosas que no debió haber visto 

- ¿parte profunda? - pregunte- ¿de que estas hablando? cuando escuche las voces seguí el camino hacia el pueblo que Sally me mostró. 

Lo único que podía hacer era seguir hablando, no estaba atado, pero aún así no podía escapar, aunque atravesara la puerta y escapara de este lugar donde sea que esté, aún está Marshall. Fue capaz de alcanzarme cuando iba en mi automóvil, no tardaría ni un segundo en atraparme a pie. 

- oh, así que Sally - el viejo se pauso un momento y luego grito - ¡Marshall! 

Marshall entro con dificultad por la puerta, tirando a Sally por el brazo. Marshall se movía con dificultad, al parecer aunque fuese un monstruo recibir el impacto de un automóvil no lo dejo bien parado. 

- verdaderamente desafortunado- dijo Marshall mientras me miraba.

- y bien niña ¿quieres explicarnos porque llevaste a un forastero a la parte profunda del pueblo?- pregunto el viejo con notable enfado. 

-tu ya tenias uno - dijo Sally con una voz casi imperceptible. 

-¿que?- pregunto el viejo sin entender el significado de las palabras de la joven 

-¡ tu ya tenias uno, yo quería el mio y quería este! - grito Sally 

- ¿que mas hiciste?- pregunto el viejo ahora con ira

- le di agua - respondió la joven con una sonrisa en su rostro desforme

- sácala de acá- le ordeno el viejo a Marshall con una voz cansada. 

- bueno- comenzó a explicar el viejo- en un principio teníamos pensado dejar que se fuera del pueblo, después de todo ya teníamos el sacrificio que necesitábamos para el ritual, eso hasta anoche cuando lo vimos en el pueblo. 

La cabeza me daba vueltas, no quería escuchar esto, el viejo me estaba diciendo que si no me hubiese levantado de la cama ahora estaría camino hacia mi vida normal. También me estaba diciendo que no me dejarían ir. 

- nada sale como uno quiere ¿cierto?- continuo el viejo- con Marshall pensamos que seria bueno sacrificarlo en nuestro próximo ritual, pero parece que no sera necesario. Bueno me retiro, disfrute su estadía en el pueblo. 

Después de terminar estas palabras el viejo se paró y se fue. Yo no sabia que decir, no entendía el significado de sus palabras, ¿porque no me mataban? ¿porque me quedaría en este horrendo pueblo con su horrible gente?

Paso un rato y al ver que nadie entraba, salí del lugar donde me tenían. Era una cabaña y por el sonido, no debía estar muy lejos del rió. cuando atravesé la puerta vi a Sally esperándome con una sonrisa. 

- El jefe me dijo que podía hacer lo que quisiera- dijo sin perder su horrible sonrisa. 

seguí caminando ignorándola completamente, tal vez aún podía escapar de este pueblo.

-¡ Te crees muy superior!- grito a mis espaldas - ¿porque no tratas de verte? jajajaja... 

la ignore y seguí caminando, no sabia hacia donde me dirigía pero no quería estar en ese lugar. saque mi teléfono por ultima vez , y ahí fue cuando lo note, mis manos estaban pálidas como la nieve. La misma falta de color que las criaturas del pueblo, sentí nauseas, mire mi reflejo en la pantalla de mi teléfono celular  y grite. Una figura pálida me devolvía la mirada mis cabellos negros estaban siendo remplazados por finos cabellos blancos. corrí  nuevamente, sentí que era lo único que podía hacer. corrí hasta llegar al rió, el cause negro no fue una ilusión, era tan negro en el día como en la noche. Un pájaro, el primero que veía desde que entre a este pueblo, se acerco a beber de las aguas del putrefacto rió, con asombro y temor vi como era devorado por las negras aguas. 

Salté a la negrura.