Voces en La Dulce soledad- Noviembre 02

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Hace dos días que no voy a trabajar, no estoy en condiciones. Tengo dos días sin hablar/ver a Gabriel, se que si lo veo y se atreve a preguntarme ¿Estas bien? Le arrancaré la cabeza. No he salido de casa. Tengo casi 500 mensajes, la mayoría de Gabriel y los otros de Wendy. No quiero leer sus mensajes, por que si no creo que le cortaré los pulgares. En serio quiero hacerle MUCHO daño, pero algo en mi me detiene. He golpeado las paredes hasta que  mi vecino me reclamo. Probablemente ya no tengo ni trabajo, de seguro y ya me despidieron. No me importa por que necesito una nuevo donde no tenga que ver a Gabriel todos los días y Stephan sepa donde trabajo. Saco el periódico y me dirijo a la sección de empleos ¡Mierda! Esto es difícil, no hay muchas buenas ofertas. Enciendo el televisor frustrada. Están las noticias y por dentro grito, ¿Quedarse sin trabajo podría ser mas aburrido? Decido perderme en mi propia tortura.

*Aquella rubia es mas linda que tu*

*Sabe bailar mejor que tu*

Muchas voces hablan, en distintos tonos de voz para no confundirse; agudos y graves

*Solo era cuestión de tiempo*

*Estampa su cara en una pared hasta destrozar su cara*

Esa ultima me gusto.

*Gabriel sabe que estas loca*

*Te mandara a el manicomio*

Estoy perdiendo la cordura

*Te quedaras sola*

Ahora se que no era mi subconsciente

*Nos tienes a nosotros*

Grito fuertemente. Trato de calmarme y las voces se callan también ¿Por que me pasa esto a mi? Cada vez empeoro mas, cuando avanzó un paso retrocedo dos. 

Las noticias siguen y Charles el conductor no para de parlotear. Me dirijo hacia el refrigerador y saco un bote de nieve de la nevera, no me juzguen, es todo lo que puedo hacer por mi alma condenada. Nieve de chocolate. Regreso al sillón y me atraganto de nieve. Charles habla de deportes y después pasan los avances de las investigaciones de mi obra de arte.

Hay una grabación que hacen de aquel pequeño lugar en el que asesine a aquel bastardo. Gente vestida de blanco toma fotos. Otros inspeccionan, para ellos esto es un misterio. He dejado la navaja dentro de su pecho y eso ha llamado la atención de los investigadores. También dicen que les llama la atención el hecho de que en la escena del crimen estaba una lata de Coca de cerezas. ¿Eso me preocupa? No, en absoluto. Soy mas inteligente que ellos, todos aquellos son patéticos ¿Que ganan si logran descubrirme? ¿Justicia? Eso no cambiaría el hecho de que le arrebate la vida y no pueden cambiarlo. Ahora hablaran de deportes y eso me resulta aburrido. Mis nuevas voces están calladas. Realmente sonara estúpido, pero creo que las aprecio, son las únicas en las que puedo confiar verdaderamente. Ahora tengo miedo. ¿Que pasa si Gab sabe de mis nuevas amigas? Sabrá que estoy loca. Me mandara al psicólogo. No quiero. No debo, mis planes estarán arruinados. No estoy loca, no estoy loca. Me sentiría traicionada si Gabriel me mandara a un manicomio. Lo extraño, pero solo un poco. Y me asusta la idea de que me he encariñado con el. ¿Que si me lastima? Confirmo mis deseos de querer desaparecer de su vida. Querer desaparecer en si de la faz de la tierra. Todo esta en silencio, las palabras de Stephan "Ese idiota te ha lastimado" ¿Era tan obvio?

*Claro que si Isabella*

Me da vergüenza que los demás vean mis debilidades, tal vez por eso prefiero estar callada. Así no me conocerán. Todavía tengo el abrigo de Stephan y se que eso no le gustara a Gabriel

*A el no debería importarle*

Tiro a la basura el bote de 1 litro de helado (¿Como he podido comer tanto helado?) Y apago el televisor, tomare una ducha refrescante, helada.

***

El chorro de agua fría hace que me estremezca, me encanta. Tan agridulce. Hace días que no tengo un beso de Gabriel y empezó a extrañarlo. ¿Debería hablarle?

*No*

No!*

*No*

*NO*

Vale, no. Salgo y me envuelvo en una toalla. Me dirijo a mi cuarto y me pongo ropa interior, estoy temblando del dulce frío. Alguien o algo interrumpe mi majestuoso silencio, la perilla de mi casa esta tratando de abrirse, alguien trata de entrar. Tomo un cuchillo de la mesa. Alguien consigue abrir la puerta y doy un Respingo, cierro los ojos y lo apunto con el cuchillo.

-Isabella- es una voz masculina nerviosa, arrepentida.

Oh, esa dulce voz, esa condenada voz. Gabriel. El cuchillo le queda dándole un beso en la nariz. El esta inmóvil. Retiro el cuchillo y me pongo roja.

-Y-yo creía que alguien trataba de entrar-

-Wendy me presto sus llaves para entrar y ver...como estaba.... todo- se tapa los ojos- Veo que ya te saliste de bañar-

Oh! Esa maldita Wendy, fue una mala idea darle una copia de las llaves de lo departamento ¿Por que Gab se tapa los ojos?

*Estas semidesnuda*

Ahogo un grito y corro a ponerme una sudadera de OBEY y un short. ¡Que pinche pena!

-Ya puedes mirar- digo recobrando la postura

Gabriel se quita las manos de los ojos, esos ojos azules que he extrañado tanto. Se sienta con naturalidad ¿Como lo hace? La ha cagado en el baile y ahora actúa con naturalidad. Alzó una ceja.

-¿Que?- parece confundido, como un pequeño niño que no sabe que no debía de comer dulces

-¿Quien era esa rubia?- trato de sonar indiferente

-¿Quien era ese pelirrojo?- dice molesto

Formo un precioso puño con ambas manos y me muerdo el labio oprimiendo mis deseos de hacerle daño.

-Te recuerdo que TU dejaste que bailara con ese idiota-

-Yo no quería- frunce el ceño- No podía permitir que cancelara el trato, beneficia nuestro negocio-

-Aún no has contestado- digo con severidad-

Gabriel se sienta a mi lado

-No es nadie- dice con suavidad

-¿Para eso me invitaste? ¿Para que acabara así? -

Niega con la cabeza. Trata de besarme. Me niego y abro la puerta.

-Puedes irte-

-¿Cuando iras al trabajo?-

Niego con la cabeza , ni yo misma se. Gabriel suspira, y me besa rápidamente en la mejilla.

Sale por la puerta y se va. Ha interrumpido mis voces en mi dulce silencio.

Sociopata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora