Algo me acecha

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Vale, estoy completamente loca. Tengo que ir al psicologo, esto ya no era normal. La sombra que vi se parecia al "hado" con el que soñe esta noche, y este tambien era identico al que vi al final de mi cama sentado en otro de mis sueños...

Llame al timbre, y una contentisima Ingrid me abrio la puerta.

-Ven, entra, vamos a mi cuarto.- me dijo.

-¿Y tus padres?

-No estan hoy en casa.

Me acompaño hasta su cuarto, y las dos nos sentemos encima de su cama.

-Me llamo hacia una hora o asi, y me dijo: Hola, buenos dias¿me puedes dar los deberes? Por poco me da algo.

Cuando termino de decir esto, empezo a mover rapidamente las manos, como haciendo la ola, empeze a reirme porque pense que lo hacia de la emocion de la llamada. Pero estba equivocada, de las manos los temblores empezaron hacia el tronco y despues las piernas. Se callo al suelo. NO tenia ni idea de lo que le pasaba, ella no tenia epilesia. Me puse a gritar, pidendo ayuda. Ella seguia en el uelo, intente incorporarla, y de pronto se puso de pie. Sus ojos estaban rojos, y su piel muy amarillenta.

-Dentro de nada, te pasaras a mi bando. Es facil, te dejas llevar. Me alegro de que seas asi. Pero algo me impide llevarme contigo. Haz lo que sea por venir conmigo.-dijo una voz del cuerpo de Ingrid, era una voz rota y fria. Un escalofrio recorrio mi cuerpo.

Se tiro de nuevo en la cama y cerro los ojos durante unos 3 minutos.

-¿A que George es super mono?

-Ingrid, te acaba de dar un ataque.

-¿Que dices loca? Estabamos hablando de la llamada de George.

-Si, y despues te caiste al suelo y empezaste a temblar.

-Por muy seria que te pongas no voy a creer Lizzie.

-Pero tia estabas en el suelo, y de repente hablaste y dijiste algo muy raro, tenias los ojos rojos. Me asuste mucho.

-Nunca podras hacerme una broma. No tienes gracia Lizzie.

-Digo la verdad.-dije un poco enfadado con Ingrid por lo creer lo que acabab de pasar.

-Anda venga , te invito a desayunar. Papa me trajo donuts de todos los sabores.

-Venga vale, pero confia en mi, te estoy diciendo la verdad.

-Te creo.-dijo deuna manera que se notaba que no me creia.- Desayunemos, tengo hambre.

Be my AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora