CAPITULO IV

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Ya se había terminado el horario del colegio, ya todos estaban en sus casas, y yo por supuesto en mi casita, revisando las redes sociales, para ver si me había llegado una notificación o algo por el estilo, pero nada. Solo me encierro en mi cuarto sin nada que hacer, me pongo los audífonos que están conectados al teléfono y me acuesto en la cama, apena era las 2:00 pm pero como no tenía tarea eso ero lo único que hacía, así que comienzo a reproducir el playlist de mi teléfono, lo único que hago es mirar al techo y pensar en el momento cuando todo se puso oscuro, cuando se detuvo el tiempo y solamente poder observarlo a él. De un momento a otro ya había cerrado los ojos, comenzando a soñar sobre lo que pasó en el recreo y sobre la vergüenza que pasé por culpa de mi gran amiga. abrí los ojos y ya todo mi cuarto estaba osucuro debido que era de noche, prendo la lapto y lo primero que veo es una notificación de Facebook, no tardo en darle click y es una solicitud de amistad, pero en cuanto me fijo era el innombrable, Cristhian.

No dudo en ver su perfil, y comienzo a ver todas sus publicaciones, las mayorías son de memes y esas cosas, no es por estereotipar pero parece un adolescente cualquiera, lo bueno es que le gusta el fútbol porque a mi me encanta, pero no es casualidad que a un hombre le guste el fútbol, es decir que no me sorprende esa característica en un hombre. Ahora que lo pienso nose ni cuáles son mis gustos, no se si me dejo llevar por el físico, por su forma de ser, por sus sentimientos o por las cosas que tenga en común conmigo. Pero en algo creo, es que siempre hay un alma gemela esperándonos que algún día se nos cruce esa persona, y cuando eso pase va haber una conexión instantánea que solamente vas a querer que todo a tu alrededor desaparezca y que nada mas se crucen las miradas y veas a través de esa persona un futuro asegurado, pues eso mismo fue lo que me pasó.

HISTORIAS (Maldito amor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora