LEXA
Clarke me había dejado en visto. ¿Eso era una señal para que fuera o para que no? Me daba igual, necesitaba ir a hablar con ella. Llevaba demasiado tiempo aguantándome, necesitando este momento de conversación.
Fui corriendo hacia mi habitación bajo la mirada de Raven, extrañada.
- ¿Que te pasa?- gritó desde el salón, la otra punta del piso.
- ¡He quedado con Clarke!- no pasaron ni diez segundos y ya la tenía en mi habitación interrogándome.
- ¿Con Clarke? ¿Griffin? ¿La del otro día? ¿Y eso? ¿Te gusta? ¿Os habéis enrollado?- un mar de preguntas caían sobre mí mientras iba de un lado a otro de mi habitación mientras yo cogía mi cartera, las llaves y mi móvil y buscaba un bolso o mochila donde poder llevarlo.
- Raven, por favor, para- le dije cuando ya tenía lo que quería- No ha pasado nada, ni creo que vaya a pasar, solamente tenemos que hablar de algunos temas.
- Pero ¿Hablar de qué? Si no vais juntas a clase ni nada...- bufé.
- Ya te contaré, ahora déjame- fui a paso ligero hasta la puerta y la cerré tras de mí, dejando en aquel piso a mi intrigada amiga. Ya tendría tiempo de contarle todo.
Sabía dónde vivía Clarke por que un par de semanas antes de que se alojaran, Octavia sabía la dirección y quiso que le acompañásemos a ver en que zona quedaba y el resto de cosas. Llevaba más ventaja que ella.
Tardé cosa de veinte minutos en llegar, quedaban cinco para que diera la media hora que le había prometido a Clarke. Pero mi impaciencia me podía. Me acerqué al telefonillo temblorosa. Tenía un nudo enorme en el estómago y cada milímetro que mi dedo se acercaba a aquel botón temblaba más y más, y la idea de salir corriendo de allí y dirección contraria iba ganando porcentaje en mi cabeza. Pero lo hice.
- ¿Quien es?- no era la voz de Clarke.
- Soy yo- "Octavia ábreme que me congelo".
- Yo ¿Quién?- la mato.
- Soy Lexa- "Déjame entrar"
- ¿Y que haces aquí?- "Perdóname la vida"
- O tía, que me estoy congelando, ábreme- y se escuchó el sonido de que la puerta ya está lista para abrirse.
Entré en el portal. La diferencia de temperatura entre la estancia y el exterior era considerable, pero aún así los cristales no estaban empañados. Subí las escaleras hasta el cuarto piso y tras recomponerme un poco, ajusté mi ropa y llamé al timbre.
-¡Voy!- se escuchó al otro lado de la puerta. No pude distinguir si era la voz de Clarke o mi otra amiga. Se escucharon pasos al otro lado de la puerta. Mi corazón no tenía espacio suficiente en mi caja torácica para latir y atentaba con romperme las costillas y el esternón a cambio de poder latir unos segundos más.
Y la puerta se abrió. Y Octavia apareció.
- Está cogiendo sus cosas- me dijo nada más abrir la puerta.
- Hola a ti también- torció la cabeza.
- Ay, que estoy nerviosa hasta yo- le di un codazo.
- Calla, que vergüenza- me llevé las manos a la cara. Unos pasos comenzaron a retumbar en el pasillo. Mi amiga y yo asomamos la cabeza por la esquina. Juraba que me moría.
- Hola Lexa- me miró y yo la miré, y mis órganos encargados de proporcionarme oxígeno comenzaron a fallar. No era el momento de tener un ataque de ansiedad. "Lex tu puedes".
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Destino: Berlín #ClexaAU
FanfictionCuando Clarke tiene la oportunidad de irse de Erasmus a Berlín no lo duda ni un segundo. Ver mundo, vivir nuevas experiencias, alejarse de su madre... Pero lo que no se espera es que el destino le de una bofetada. Pero de las buenas. Acompaña a Clar...