Destino: Berlín #ClexaAU

5. Vuelo

CLARKE

¿Sabéis ese momento en el que estás durmiendo y escuchas a lo lejos la alarma? En ese momento me encontraba yo. Estiré el brazo y apagué el despertador. Ritual matutino. Estirarse en la cama, levantar persiana, abrir ventanas, coger ropa limpia y ducharse. Pero no era un día normal, ni de coña se parecía a un día normal. Las maletas esperaban junto a la puerta. Y se iría, una temporada, pero sería fuera y lejos de allí. Nada la retenía.

Había quedado con Nylah a las diez y media para que la llevara al aeropuerto, era sábado y no trabajaba.  

Me puse los pantalones a todo correr, tuve algunas complicaciones con la camiseta, tenía el pelo empapado. -Mejor te seco- me dije a mi misma. Enchufé el secador y le quité la humedad como pude. Me di un poco de colorete y me eché máscara de pestañas. Lista. Volví a mi habitación e hice mi cama. Me permití sentarme unos momentos sobre ella, observando la habitación donde había vivido durante 21 años, la dejaba, pero no para siempre. Estaba algo vacía. Había cogido algunas cosas para llevarme; como el peluche que me regaló mi abuela cuando yo era pequeña, o un marco de fotos en el que salimos mi madre, mi padre y yo, no tendría ni ocho años, era una fotografía en la que todos aparecíamos realmente felices, lo éramos. También cogí una caja de recuerdos, para guardar los que crearía allí. 

Tenía altas esperanzas en lo que me deparaba aquella ciudad desconocida para mí. Sus gentes, sus lugares... Llamaron al timbre.

Cogí la mochila y el abrigo y bajé corriendo las escaleras, para haberme matado. Los dejé en la entrada junto con las maletas y abrí la puerta.

-Pasa- Nylah entró y se quitó la chaqueta, dejándola colgada sobre el perchero. Me dio un beso en la mejilla.

-¿Has descansado?- ladeé la cabeza.

-Algo si, pero me gustaría haber podido dormir más, me ha costado un poco levantarme- le confesé. 

- Normal ¿Nerviosa?- fuimos hacia la cocina, negué.

-Que va... Bueno, a ver...- abrí el armario y cogí el café, Nylah se sentó en un taburete de la encimera americana -Más que nada por el vuelo, es la primera vez que salgo de Sherbrooke, en plan...salir- endurecí la entonación- Por lo que es la primera vez que salgo de Canadá, me voy a Europa y lo hago sola. Algo nerviosa es normal que esté- me encogí de hombros mientras ponía la cafetera.

- Claro que es normal Griffin, lo raro sería que estuvieras tranquila... Estoy nerviosa hasta yo- rió, hice lo mismo. 

- ¿Galletas o...- arqueé una ceja- Cereales?- saqué una caja de sus cereales favoritos.

- Cereales, Griffin. ¿Cómo osas preguntar eso?- dijo cogiendo la caja y abrazándola como si se tratara de un peluche o un cachorrito. 

Cuando la cafetera terminó, serví el líquido marrón en unas tazas, y en unos cuencos los cereales junto a leche fría, así mantendrían su esencia. Desayunamos en silencio. Tampoco había mucho que decir. Ella sabía que me iba y yo lo estaba deseando. Pero dejarla aquí en parte me mataba. Era muy importante en mi vida.

- Vamos a seguir en contacto, lo sabes ¿No?- le dije cogiéndole de la mano. Asintió. 

-No va a ser lo mismo- pues claro que no iba a serlo.

-Sabes que puedes venir cuando quieras Nylah- le susurré, me estaba emocionando y me había prometido que si lloraba tenía que ser en el aeropuerto, no antes. Como en las películas románticas. Suspiré. -Te voy a echar de menos y lo sabes- apreté su mano, un gesto de cariño que no pudo dejar pasar. Elevó su mirada y nuestros ojos conectaron.

- Dios Griffin, que ganas de que te vayas tengo para poder llorar a gusto- dijo riéndose pero con los ojos húmedos, reí ante el comentario, lo peor es que era verdad -Cuando tenga algunos días en el curro y me lo pueda permitir voy, te lo prometo-ahora fue ella quien apretó. Hice lo mismo y asentí a las palabras que me dijo.

-Espero verte por allí, eso sí, trae abrigo por que me han dicho que por estas fechas de tres o cuatro grados no suben los termómetros- ambas reímos.

-Vas a ser Clarke "cubito de hielo" Griffin- una lágrima, por la risa, atentaba con salirse de mi ojo derecho, era un precoz.

- Estoy por hacerme ermitaña y estudiar todo desde casa, ir a la universidad solo para los exámenes- comí una cucharada de mis cereales -Joder si que están ricos- reconocí. Nunca los había comido, ni siquiera en casa de Nylah, pero era una ocasión especial y sabía que le gustaban, una forma simple pero buena de despedirse, con comida.

Cuando llegó la hora, ambas nos abrigamos. Nylah fue delante mío para ir abriendo el coche, cogió una maleta a su paso por la puerta. Yo cargaba con las otras dos y la mochila donde llevaba todos los aparatos electrónicos, siempre conmigo. Junto a mi documentación era lo más valioso que llevaba encima.

Metimos todo en el maletero del coche y nos montamos. Nylah arrancó y nos pusimos rumbo al aeropuerto. De no ser por la radio el interior del coche estaría completamente en silencio. No me salían las palabras, y por lo visto a ella tampoco. Comenzó a sonar la canción más oportuna de todos los tiempos en la radio, Nylah comenzó a canturrearla, no sabía si insconcientemente o no, pero el sentimiento de culpa por dejarla me corrompía las entrañas. Sabía que no tenía por qué sentirme culpable, pero no podía evitarlo.

- Oh, won't you stay with me? (¿No te quedarás conmigo?)'Cause you're all I need(Por que eres todo lo que necesito) This ain't love it's clear to see (Estoy no es amor, es fácil de verlo) But darling, stay with me (Pero cariño, quédate conmigo)- "Oh, ¡Joder! ¿En serio?". Desvié mi mirada a la ventana, por que si seguía cantando de la forma en la que cantaba Nylah, esa canción iba a pedir que parara el coche para poder besarle. Era algo raro lo nuestro, pero era.

NOTA:

Siento que el capítulo sea tan corto, no me daba tiempo a más y quería actualizar ya... Impaciente me llamaban. Tendréis otro pronto, para compensar.

Espero que os haya gustado. Soy todo ojos para leer vuestros comentarios. :D

Claudia Galvez B

Twitter: DarkMindzzz <--- Dejo noticias sobre el fic, hago encuestas y voy haciendo pequeños adelantos...