"Solo Mio" {ChanBin/YoungChan}

Capítulo 5

Narra YoungBin

Me moría de risa internamente al ver el rostro que ponía el chico, era tan gracioso y adorable a la vez, pero tenía que hacerlo pagar por todo el desorden que causó ayer.

—Eres magnífico en la cama —Mentía acercándome a él.

—Que? Pero si yo... —Agacho su mirada sonrojado.

No lo podía creer, acaso este chico es virgen? pero ¿como? Si tiene un cuerpo deseable, y ni hablar de sus  labios, que con sólo verlos te dan ganas de devorarlos a besos.

—Chani tu... aún eres virgen? —pregunte de la nada.

—Porque debería contestar algo así?! —respondió sonrojándose. —Espera, como que aún? Si acabas de decir que...

Hasta aquí había llegado mi pequeña venganza. —Solo estaba bromeando, en realidad no sucedió nada —Sonrei tocando mi nuca.

—Enserio!? —Pregunto dudoso.

—Oye, yo nunca me aprovecharía de alguien ebrio —me excuse. Él al escucharme decir esto, hizo una expresión de alivio.

—Gracias, Gracias —Decía feliz acercándose a mí, para darme un abrazo.

Al tener su pequeño cuerpo junto al mio, sentí un piquete en mi estómago como si hubiera algo moviéndose dentro de mi.

Era la primera vez que sentía algo así.

Narra Chani.

Me sentía tan aliviado al saber que aún conservaba mi virginidad, estaba tan feliz, que salté de alegría abrazando a YoungBin; me escondí en su pecho oliendo su aroma, el cuál me hipnotizo por completo; sin razón alguna me sentía protegido y aun más al sentir como correspondía a mi abrazo.

Me aleje mirando sus ojos, al igual que él los mios y sin despegar nuestras miradas, él se fue inclinando lentamente a mis labios, no podría explicar lo que sentía en esos momentos en mi estómago, pero si podría decir que deseaba sentir sus labios sobre los míos.

Al estar lo suficientemente cerca como para sentir nuestras respiraciones, el sonido del tostador nos hizo reaccionar.

—Los panes... si no los sacas se van a quemar —Dije alejándome de el.

¿Pero que fue eso?

Minutos después regrese a la habitación buscando mi ropa.

—Tu ropa esta en la secadora, la metí a lavar anoche para que no oliera a alcohol.

Al terminar de vestirme tendría que tener una plática muy sería con él.

Termine de vestirme y me dirigí a la cocina en donde YoungBin se encontraba sentado.

—Chani, toma asiento el desayuno esta listo —Se levantó para servir una taza de café.

—No, no es necesario... —Deje de hablar, al ver que me miraba con su semblante totalmente serio.

Creó que es mejor que no lo contradiga.

—Que prefieres ponerle a los panecillos mermelada o mantequilla? —Se daba la vuelta hacia el refrigerador.

—Mermelada...

Después ambos comenzamos a desayunar, aproveche el momento y le pregunte sobre lo que había pasado la noche anterior, el me contó todo haciendo que en varias ocasiones mi rostro se tornará rojo.

—Y al final te quedaste dormido en mi cama —Terminaba de contar con una amplia sonrisa.

—Lamento haberte causado tantos problemas —Dije arrepentido.