Una tarde con la reina

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Narra Andrea.
Después de explicarles mi vivencia a Hvitserk y a mi hermana me dispuse a seguir a Ivar. Pero el muy desgraciado parecía que se había esfumado, así que me dispuse a preguntarles a mis sirvientes que si no lo habían visto. Háganme el favor, se molestó y la verdad es que no sé porque se lo toma tan personal solo es sexo, pero no estoy impuesta a preguntar dónde están mis pertenencias asiqué por primera vez lo hice y me indicaron que estaba en el jardín. Me dispuse a salir. Se miraba tan tranquilo hasta que me vio y rodo los ojos, acto el cual yo sonreí.
-Ivar: ¿Qué quieres y porque me sigues? Que no quedo más que claro que no quiero nada contigo. Me dijo mirándome a los ojos muy enojado.
-Andrea: Cariño, ¿Dije algo que te molestara? Dije haciéndome la idiota. Claro que sabía cuál era su enojo. Era por lo que me había dicho Hvitserk el hecho de no poder satisfacer sexualmente a ninguna chica lo frustraba.
-Ivar: creo que tu cerebro es tan hueco que no capta que no puedo tener ningún tipo de relación con nadie. Me dijo para arrastrarse hacia la entrada del castillo.
-Andrea: En ningún momento hable de una relación. Dije siguiéndolo y este paro en seco frente a la puerta de su habitación, la cual abrí y paso demasiado molesto.
-Ivar: No necesitaba tu ayuda. Dijo entrando en la habitación.
-Andrea: Lo sé. Sabes no estoy acostumbrada a seguir mis pertenencias por lo regular estos me buscan a mí. Dije riéndome y sentándome en su cama ya que me pareció tan graciosa su expresión de enojo.
-Ivar: Mira estúpida yo no soy ningún pelele al que puedes manejar. Me dijo sumamente furioso su expresión a otros le dará miedo, pero a mí me daba risa.
-Andrea: Bueno en mi punto de vista lo eres. Vienes a mí y me pides ayuda porque solo no puedes lograr lo que te propones. Le dije mientras este cegado por la furia se lanzó encima y en un movimiento estaba sobre mi tomándome de la garganta apretándola a lo que yo seguía burlándome.
-Ivar: Mira idiota. Si estoy aquí es porque también te conviene o acaso no quieres vengar a tus estúpidos padres. Cuando dijo eso y hablo sobre mis padres los papeles cambiaron y ahora yo estaba sobre el con una daga en su cuello. Me acerque a su oído y le susurre.
-Andrea: Mira cariño, tu estas aquí porque yo lo quiero asi, porque eres de ahora en adelante mi juguete, si yo quiero te puedo cortar esa linda garganta que tienes. Dije mientras rosaba mi nariz de la suya.
Esa situación y el momento me hizo calentarme a lo cual guarde mi daga en la liga que tenia de bajo de mi vestido cuando iba a decirme algo lo bese y enrede mis manos en su hermoso cabello. El me correspondía mordiendo mis labios lo cual aproveché y metí mi lengua a su boca, quería saber hasta dónde podía llegar sin el anillo que tenía para él. Metí mis manos debajo de su camisa y valla que tenía un abdomen de 10. Cuando me disponía a seguir más haya de besos interrumpieron. Abriendo la puerta cuando vi era Hvitserk.
-Andrea: Bueno nos vemos en la comida. Adiós cariño. Le dije a Ivar mientras sonreía y me disponía al salir de la habitación.
-Hvitserk: Lamento interrumpir. Lo escuche decir mientras se reía a carcajadas y miraba a Ivar con la ropa maltrecha.
-Ivar: Cállate estúpido. Dijo con coraje y un poco avergonzado.
Cuando cerré la puerta me dirigí hacia mi trono para continuar mi trabajo escuchando peticiones de mi pueblo y consultando con ahora mi asesor personal Odiseo. Odiseo era uno de mis sirvientes y uno de mis esclavos favoritos, este hombre había sido traído desde Grecia. A los pocos días de haber llegado cayó en mis manos. Eh de decir que es un excelente consultor de mi toma de decisiones, el más fiel de mis sirvientes y un maravilloso amante.
-Odiseo: Eso es todo por hoy mi señora. Dijo mientras hacia una reverencia y esperaba mis órdenes.
-Andrea: Odiseo eres uno de mis más fieles sirvientes y sabes que eres de los pocos que tienen mi total confianza. Me gustaría que me dieras una opinión. Le dije mientras levantaba su cabeza y me miraba extrañado por hablar su lengua griega, había visto a Ivar espiar de tras de la puerta.
-Odiseo: Dígame mi reina. Me dijo en su idioma. Siendo testigo del porque hablaba en su idioma.
-Andrea: ¿Crees que tengo que dejar de tener amantes? Pregunte sin rodeos. Si bien quería acostarme con Ivar tendría que ganarme su confianza ya que estaba encaprichada con eso. El que me dijera que no fue el detonante para que lo deseara como mío. Y yo consigo todo lo que quiero.
-Odiseo: Es por el joven que no puede caminar ¿Verdad? Me pregunto, a lo que yo asentí con la cabeza y el medito su respuesta.
-Andrea: Estoy encaprichada, él me ha dicho que no y nadie lo había hecho. Dije sin más.
-Odiseo: La respuesta entonces a su cuestionamiento es si mi señora. Me dijo a lo cual yo sonreí y le agradecí acercándome a él y uniendo sus labios con los míos. Como gratitud ya que a ninguno de mis amantes los había besado. La verdad no sé, pero Ivar era algo diferente pero tarde o temprano caería ante mí.
Narra Ivar.
Cuando Salí del baño mi hermano estaba tomando un descanso en su cama. Me comento que había encontrado a Floki lo cual me dio tremenda alegría tenía mucho que no sabía de él, aunque también curiosidad del saber qué hacía en estas tierras ya que él me había dicho que se marcharía lejos. Hvitserk me dijo que korina no sabía cómo había llegado a las tierras de sus padres pero que Andrea los había presentado asique me dirigí a preguntarle cuando escuche voces en el salón asique me dispuse a escuchar y ver por la abertura de la puerta y en ese momento Andrea y un sujeto estaban ahí hablando en una lengua extraña un tanto para mí.
Cuando de repente vi que ella lo beso. Era el colmo esa mujer era tan descarada no había pasado ni  4 horas y ya se estaba ofreciendo a otro hombre, me hirvió la sangre y abrí la puerta de golpe haciendo que esa cabeza hueca se separara de su sirviente.
-Ivar: Interrumpo. Dije molesto lo cual el esclavo ese me miro y sonrió con algo de cinismo.
-Andrea: No interrumpes cariño de hecho Odiseo ya se iba ¿Cierto? Le dijo a su sirviente el cual solo me miro y luego la miro a ella para sonreírle
- Ivar: Deberías saber cuál es tu lugar. Dije en susurro cuando el paso por un lado mío y estoy seguro que me escucho. Después de que ese esclavo saliera de la habitación y quedarme solo con Andrea.
-Andrea: Bien cariño ¿Qué necesitas? Me pregunto acercándose hacia mí para sentarse en el piso enfrente mio.
-Ivar: Yo quería saber ¿Cómo es que Floki llego a tus tierras? Dije mirándola mientras ella sonrió y notaba ese brillo en sus ojos de niña traviesa.
-Andrea: ¿Querías saber o Quieres saber? Y por supuesto ¿que gano yo? Me pregunto mientras me miraba con mucha intensidad.
-Ivar: Quiero y nada. Exijo que me lo digas. Le dije con autoridad.
-Andrea: A si no funcionan las cosas. Cuando estés dispuesto a tener un buen trato avísame. A lo que ella se levantó dispuesta a irse.
-Ivar: Espera. Le dije mientras ella se detenía y volteaba a verme algo seria.
-Andrea: Dime. Me dijo mientras se quedaba en el mismo lugar con los brazos cruzados.
-Ivar: Dime que quieres a cambio. Le dije ya que tenía suma curiosidad el cómo había llegado aquí Floki y en donde estaba para ir a verlo.
-Andrea: Un beso. Me dijo mientras me miraba y sonreía con burla.
Ella quería un maldito beso, no conforme con besar al esclavo quería un beso mío. Y lo peor es que si quería respuestas tenía que hacer lo que ella me pidiera en ese momento. Maldije en mis adentros una mujer me estaba manipulando a su antojo. Estaba manipulando a la gran Ivar el deshuesado. Pero la diferencia es que esta vez yo tomaría el control.
-Ivar: Esta bien. Dije mientras veía que se acercaba lentamente a mí, una vez que llego hasta donde estaba se dispuso a hincarse para estar a mi altura, pero jamás se esperó que la tomara de la nuca y la acerque con agresividad a mis labios. Devoraba sus labios con hambre y ansias de más. Ya habían sido muchas humillaciones y no iba a permitir otra. Adentre mi lengua a su boca para profundizar aún más ese beso. Debo de reconocer que me dejo sin aliento y a ella también. Si bien no se dejaba dominar. Admito que ella derrocha sensualidad en todo lo que hace y besar no es la excepción. A falta de aire nos separamos.
-Ivar: Y bien me diras. Dije en un tono firme a lo cual ella con las mejillas sonrojadas solo atino a asentir.
-Andrea: Hace meses caminaba por el gran muelle cuando observe a un hombre varado en la orilla. Lo tome y lo lleve a mi castillo ya que presentaba signos de deshidratación y algunas quemaduras por el frio. Lo curamos y espere a que recobrara el conocimiento, una vez que lo hizo me reconoció como la hija de un buen amigo y me platico como tu padre y el me salvaron de pequeña. En agradecimiento le ofrecí un hogar, comida y trabajo. Me explico un poco atontada por lo del beso. Yo solo miraba sus labios moverse. Me daban tentación de besarlos de nuevo. Cuando me pregunto que si quería ir a verlo me di cuenta que tenía rato llamándome.
-Andrea: Entonces te quedaras viéndome a hablar o querrás que te lleve con Floki. Me dijo levantándose de donde estaba.
-Ivar: Claro. Pero hay un problema. Dije yo un poco incómodo.
-Andrea: ¿Cuál? Me dijo sin percatarse que si era a orillas del bosque donde vivía me tomaría demasiado llegar.
-Ivar: No sé si te habías dado cuenta, pero tardaremos en llegar. Dije señalando mis piernas a lo que ella me pregunto.
-Andrea: ¿Has montado a caballo alguna vez? Me pregunto sonriendo de lado y poniendo una mano en la cintura.
-Ivar: Claro cómo me puedo subir y montar un caballo. Dije tratando de ser sarcástico.
-Andrea: Bueno eso se arregla ya que yo conduciré el caballo y te llevare me dijo mientras llamaba a sus sirvientes que prepararan su yegua. Una vez que llegamos a los establos me subieron al caballo y después ella se subió detrás de mí.
Empezamos a algo tranquilo y estaba todo en calma yo sentía que Andrea estaba muy pensativa hasta que decidí preguntar por algo que me estaba carcomiendo de la duda.
Ivar: ¿Te gusta ese esclavo? Dije sacándola de sus pensamientos. A lo que ella soltó una pequeña risa que la verdad se me hizo sumamente contagiosa y melodiosa.
-Andrea: Si te dijera que si ¿ te pondrías celoso? Me pregunto a lo cual yo solo gruñí por su estúpido comentario.
-Ivar: Simplemente quería sacar tema de conversación. Pero tengo duda si teniendo tantos hombres que pueden darte todo lo que una mujer pide. ¿Por qué yo? Le pregunte serio.
-Andrea: Ivar me gustas y quiero tenerte. Me dijo suspirando.
-Ivar: Yo no puedo darte nada. Le dije afectado por el tema.
-Andrea: Ivar y si te dijera que si puedes. Que tengo algo en mis manos que te ayudaría a ser un hombre en toda la extensión de la palabra. Me dijo llenándome de curiosidad.
-Ivar: A un así no estaría contigo. No estoy después a ser burla de nadie ni a compartir lo que es mío. No de nuevo. Al decir eso recordé cuando intente mantener relaciones con Margaret la ahora mujer de mi hermano Ubbe al decir eso ella me observo detalladamente y sonrió.
Ella es rara, es una combinación entre un carácter similar al mío de caprichoso y difícil, pero me gustaría conocerla más. Cuando dijo que tenía algo en sus manos para ser como un hombre normal me intrigo más y le iba a preguntar más, pero paro su caballo y llegamos a una cabaña.
Bajo del caballo y grito
-Andrea: Viejo chiflado te tengo una sorpresa. Diciendo eso la puerta se abrió de golpe dejando ver al mejor amigo de mi padre.
-Floki: Ivar. Dijo corriendo hacia mí y bajándome del caballo para cargarme y abrazarme. Andrea se excusó diciendo que vería el nuevo navío para dejarnos solos un rato.
-Ivar: Floki, no sabes cuánto te eche de menos viejo loco, jamás deje de creer que te volvería a ver un dia. Dije mientras lo abrazaba con fuerza.
-Floki: Los dioses pusieron en mi camino a Andrea y nos hemos encontrado hijo de Ragnar. Dijo mientras sonreía y miraba a Andrea observar el barco.
-Ivar: Mi madre. Dije cuando él me miro con melancolía.
-Floki: Hvitserk me lo ha dicho y no sabes cuánto me duele verlos perdidos en este mundo. Dijo mientras me miraba a los ojos.
-Ivar: Nos vengaremos y la reina nos ayudara. Dije con sumo enojo y desesperado por la muerte de lagertha.
-Floki: El rencor es lo único que veo en tus ojos, ella te ayudara a olvidar el dolor. Me dijo mientras sonreía.
-Ivar: Estas más loco de costumbre. Le dije mientras me reia y veía que Andrea jugaba con su caballo.
-Floki: No te dejes llevar por la locura Ivar, hay cosas por las cuales aferrarse a una vida llena de paz. Me dijo mientras yo recordaba que el dia que se fue me dijo que no tenía nada por lo cual quedarse ya que Helga había muerto.
-Ivar: Porque te has quedado aquí. Le dije un poco seco con mi comentario.
-Floki: Ellas me necesitan y ustedes también. Me dijo mientras me subía al caballo y levantaba leña para llevarla adentro de su casa para después cerrar la puerta.
Andrea se dio cuenta y se subió a su yegua y empezó a galopar más rápido que la primera vez. El camino fue sumamente silencios yo observaba el camino para regresar cuando quisiera. Una vez llegando al castillo sus sirvientes me bajaron del caballo y Andrea se bajó, cuando se iba a retirar me miro a los ojos y se puso en cuclillas quedando a mi altura.
-Andrea: Si es necesario dejar ir a mis amantes, estoy dispuesta a hacerlo con tal de tenerte en mi cama. A partir de mañana cambiaran las cosas asique cuídate porque siempre tengo lo que quiero y serás mío por un rato. Nos vemos cariño. Diciendo eso comenzó a caminar hasta perderse de vista.
Llegue al comedor y espere que estuvieran todos para comenzar a comer. Pero solo estaba Korina y Hvitserk.
-Korina: Buenas tardes Ivar. Me dijo mirándome con seriedad.
-Ivar: Buenas tardes. Dije con seriedad.
-Hvitserk: Y que tal la tarde con Andrea me dijo en son de burla a lo cual relacione la conducta seria de korina. el estúpido de mi hermano le conto el episodio en el cual nos encontró.
-Korina: No sé qué le has dicho a mi hermana, pero no bajara a comer ni a cenar con nosotros. Me dijo molesta.
-Ivar: Mira mocosa yo no le hice nada ella es la que ha pasado desde que llegué acosándome. Le dije ya molesto por su estúpida actitud
-Hvitserk: Modales Ivar. Modales me dijo en son de burla.
-Korina: Solo te consejo que tengas cuidado porque, así como logre que los escucharan puedo hacer que los echen. Me amenazo levantándose y dejando el comedor.
-Ivar: quien diría que la menor también tiene su carácter. Dije riéndome haciendo burla de lo que había pasado.
-Hvitserk: Solo te digo que de la pequeña me encargo yo. Cuídate de mi cuñada porque es de armas tomar. Por lo que he podido observar y por la actitud de la menor no es común que pida sus alimentos en su habitación. Asique si quieres que esto siga en marcha y poder vengarnos te aconsejo que arregles lo que hiciste. Diciéndome eso salió del comedor como perro siguiendo a su dueña.
Me dispuse a terminar mis alimentos y ya después iría a buscar a Andrea para arreglar lo que según todos yo cause.

Los hilos de la VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora