somos iguales

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Somos iguales.
(Primero que nada, quiero disculparme con ustedes ya que pasaron algunas cosas en mi familia por las cuales no he podido subir capítulos. Estaré subiendo capítulo dos veces por semana solo será hasta que termine este mes después volveré a subir todos los días ya que me graduare y tengo ensayos y esas cosas. Les agradezco de todo corazón sus buenos comentarios y que se tomen el tiempo de leer esta historia.)
NARRA ANDREA.
Después de ir a ver a Floki junto con Ivar decidí estar en mi habitación para recapitular todo lo que ha pasado en estos días. Si bien la llegada de Hvitserk e Ivar me favorecía para poder deshacerme de Lagertha me aterraba la idea de que por venganza pudiera pasarle algo a mi hermana, como toda vikinga y reyna mi deber es luchar para proteger a mi pueblo mas no me importaba morir luchando. Otra cosa que estaba en mi pensamiento constante era mi obsesión con tener a Ivar entre mis piernas. Jamás ha habido un hombre que me rechazara y el no sería la excepción mas no sé si es por su condición o porque siente miedo de que lo rechacen. Mientras observaba mi anillo decidí tomar un baño en mi cómoda tina, asique me quite mi ropa y prepare mi baño con sales aromaticas. Estuve alrededor de 1 hora en el agua.
-Andrea: Bien creo que lo que debo hacer es convocar al pueblo a una reunión y anunciar que en poco tiempo se avecina una lucha para que obtenga el reinado de kattegat. Dije mientras me salía de la tina.
Me di cuenta que había olvidado mi toalla en mi cama asiqué cuando me dispuse a ir por ella, Salí del baño sin ropa y me topé con Ivar sentado en mi cama con los ojos sumamente abiertos.
-Andrea: ¿Se puede saber qué haces aquí? Pregunte riéndome ya que no dejaba de observarme y la verdad para mí era muy gracioso ya que solo habría su boca y no salía nada de ella.
-Andrea: No me digas que me extrañaste tanto que viniste a buscarme. Dije mientras sonreír a lo cual el frunció el ceño molesto saliendo del shock.
-Ivar: No digas estupideces. Yo solo vine a ver porque no habías bajado a comer. Dijo con cara de enojado.
-Andrea: No tenía apetito asique decidí tomar un baño para relajar los músculos. Ya sabes dos días sin sexo es mucho para mí. Dije levantando mis hombros dándole nada de importancia y probando cuál sería su reacción. A lo cual se quedó de nuevo con cara incrédula.
-Ivar: ¿Podrías ponerte algo de ropa? Pregunto esquivando mi mirada y volteando hacia otro lado.
-Andrea: podría, pero la verdad me siento más cómoda así. Dije poniendo mis manos en mi cintura. Ivar no me miraba a lo cual tome su rostro y me acerque a el.
-Andrea: ¿No me digas que te incomoda que este asi? Dije mientras lo miraba a los ojos y me aceraba lentamente a su boca.
-Ivar: Claro que me incomoda. Dijo en un susurro. Mientras poco a poco se iba acercando a mi boca.

NARRA IVAR.
-Hvitserk: Solo te digo que de la pequeña me encargo yo. Cuídate de mi cuñada porque es de armas tomar. Por lo que he podido observar y por la actitud de la menor no es común que pida sus alimentos en su habitación. Asique si quieres que esto siga en marcha y poder vengarnos te aconsejo que arregles lo que hiciste. Diciéndome eso salió del comedor como perro siguiendo a su dueña.
Me dispuse a terminar mis alimentos y ya después iría a buscar a Andrea para arreglar lo que según todos yo cause. Cuando me dispuse a ir a buscarla pude ver que los empleados del castillo eran alrededor de unos 100 hombres. Me topé con el idiota que estaba con ella en la mañana.
-Ivar: Oye tu esclavo. Dije burlándome y haciendo que detuviera su andar, volteara y me contestestara.
-Odiseo: Dígame señor. Me dijo serio y viéndome a los ojos.
-Ivar: Donde esta Andrea esclavo. Dije sosteniendo la mirada a ese idiota quien se creía.
-Odiseo: Primero LA REINA está en su habitación descansando. En segunda yo no soy un esclavo y le pido más respeto hacia mi persona ya que no somos iguales. Me dijo el imbécil algo que me enfureció.
-Ivar: Claramente no somos iguales. Dije riéndome haciéndolo poner una cara molesta.
-Odiseo: Le recuerdo que no estamos en sus tierras, yo soy el preferido de la señora en el castillo asique si quisiera yo. Me decía cuando yo estaba por tomar mi hacha de mi cinturón alguien interrumpió.
-Korina: ¿Si tu quisieras qué? Dijo la mocosa apareciendo cruzada de brazos.
-Odiseo: Nada mi lady. Dijo con suma vergüenza a ver a korina parada en un lado de mí.
-Korina: Te recuerdo tu lugar en MI CASTILLO, si mi hermana te tiene aquí es para aconsejarla, pero este castillo también es mío asique respeta a nuestros invitados. Dijo mirándolo sumamente enojada.
-Odiseo: Le pido mis disculpas su majestad. Dijo haciendo una reverencia hacia ella.
-Korina: No es conmigo con quien te tienes que disculpar. Dijo volteándome a ver con una sonrisa.
-Ivar: No es necesario que me defiendas. Dije molesto comenzando mi camino arrastrándome y esperando que la mocosa me guiara a la habitación de su hermana cuando de pronto escuche algo que me dejo helado.
-Korina: No creas que no se lo diré a Andrea, Ivar es el nuevo favorito de mi hermana…y quien sabe tal vez el futuro rey. Dijo la chiquilla caminando hacia mí y dejando al esclavo muriéndose de enojo.
Mientras nos dirigíamos hacia la habitación de su hermana le pregunte por mi hermano.
-Ivar: ¿y Hvitserk? Le pregunte rompiendo el silencio en el que estábamos atravesando el castillo.
-Korina: Me espera en el jardín. Dijo mirando hacia adelante caminando lentamente.
-Ivar. No tenías por qué defenderme. Dije molesto ya que no estaba acostumbrado a esas muestras de afecto.
-Korina: ibas a matarlo. Dijo mientras me miraba y se detenía en una puerta tallada con finos detalles de rosas en el marco.
-Ivar: ¿Esta es la habitación? Pregunte a lo cual ella asintió y sonrió antes de irse me dijo.
-Korina: Lo que dije es verdad. Nunca había visto a mi hermana tan encaprichada con algún hombre y para serte sincera tú y ella son iguales asique serias un buen rey Ivar. Después de decirme esto corrió porque aparecer mi hermano era ahora su prioridad.
Después de que se fuera toque la puerta y nadie contesto por lo cual la abrí y me arrastre hasta el interior de la habitación sentándome después en una gran cama con doseles.
Estaba tan inmerso en mis pensamientos hasta que escuche a Andrea decirme.
-Andrea: ¿Se puede saber qué haces aquí? Pregunto riéndose de mí ya que no dejaba de observarla y quien no lo haría. Estaba totalmente desnuda ante mí. La miraba de arriba abajo. Comenzando por su rostro tan fino y ese cabello largo del cual caían unas gotas de agua, su cuello tan delgado y tentador y esos senos redondos y firmes si bien no eran tan grandes ni pequeños eran perfectos, su pequeña cintura y su…. De pronto me interrumpió.
-Andrea: No me digas que me extrañaste tanto que viniste a buscarme. Dijo a lo cual yo solo fruncí el ceño ya que eso era sumamente estúpido, después de que no bajara a comer y me culparan decía esas tonterías.
-Ivar: No digas estupideces. Yo solo vine a ver porque no habías bajado a comer. Dije con molestia después de encontrarme con ese maldito esclavo algo rondaba por mi cabeza y era tener sexo con ella.
-Andrea: No tenía apetito asique decidí tomar un baño para relajar los músculos. Ya sabes dos días sin sexo es mucho para mí. Dije levantando sus hombros dándole nada de importancia. Se me estaba insinuando.
-Ivar: ¿Podrías ponerte algo de ropa? Pregunte volteando hacia otro lado.
-Andrea: podría, pero la verdad me siento más cómoda así. Dije poniendo sus manos en su cintura. Viéndose más tentadora y tomando mi cara con sus pequeñas manos obligándome a verla
-Andrea: ¿No me digas que te incomoda que este así? Dijo mientras me miraba a los ojos y se aceraba lentamente a mi boca.
-Ivar: Claro que me incomoda. Dije en un susurro. Mientras poco a poco me iba acercando a su boca. Cuando recordé lo que paso con el estúpido de Odiseo y me aleje.
-Andrea:¿Qué pasa? Me pregunto algo confusa, pero sonriéndome.
-Ivar: Ese esclavo no quiero verlo más. Le dije un poco aturdido por un sentimiento que jamás había sentido.

Narra Andrea.
-Andrea: Cuál de todos. Dije tomando la toalla y envolviéndome en ella.
-Ivar: El rubio ese que estaba contigo en el salón. Me dijo mostrándose molesto.
-Andrea: Odiseo es mi consejero, pero por ti puedo hacer una excepción. Dije mirándolo a los ojos.
-Ivar: ¿Qué quieres a cambio? Me pregunto y valla que nos estamos entendiendo ahora.
-Andrea: Solo dos simples cosas. Le dije mientras me sentaba en sus piernas y le susurraba al oído.
-Andrea: Tomaras su lugar y empezaras a dormir conmigo. Sin más ni más el solo sonrió complacido tomo mi mentón y me beso cerrando el trato entre los dos. Sabiendo que ambos tendriamos lo que queriamos. Porque eramos iguales

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⏰ Última actualización: Jan 14, 2018 ⏰

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