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Está esperando que Harry regrese. Louis trata de negarlo, pero es odiosamente cierto. Él quiere que ese pequeño idiota presumido vuelva y esté arrepentido, rayos. Louis fue gentil con él y Harry lo trató como mierda. Louis quiere que él se sienta mal.

Por una semana, espera. Luego, una cabeza con cabellos rizados llega. Por primera vez, Louis nota que el cabello de Harry casi llega a rozar el marco de la puerta. En serio es bastante alto.

Harry no le habla tan pronto llega. Él busca primero, llega a la caja registradora con un set de rosas púrpuras, tan oscuras como los moretones. “¿Cuánto cuesta?” pregunta.

Louis se fija en el papel en el cual está anotado el precio y lo señala sin decir una sola palabra. “¿Tienes el dinero?” dice monótonamente. Silenciosamente, Harry le entrega el dinero. Louis saca el recibo y se lo entrega. “Tenga un buen día,” Louis dice, evadiendo su mirada.

“Gracias, Louis.”

“Está bien,” Louis frunce el seño un poco.

“Aprecio que lo intentes,” Harry dice después de un segundo. “Sé que estás siendo amable, y aprecio eso.”

“Conmovedor.”

“Pero no necesito ningún caballero en una resplandeciente armadura o algo así. No necesito ser salvado,” Harry continúa.

“Tu gratitud es abrumadora.”

“Louis.”

“Recuerda no tocar los pétalos esta vez, y luego veremos qué tanto no necesitas ser salvado.”

Harry ya estaba pasando un delgado dedo por uno. Retiene su mano culposamente. “No tienes que ser malvado respecto a eso,” susurra.

“Tampoco tú,”

“Está bien. Correcto. Lo siento. ¿Es lo que quieres escuchar?”

“No. No quiero mierda de ti.”

“Deberías ser más amable con tus clientes.”

“Deberías ser más amable con las personas que tratan de ayudarte a mantenerte a salvo.”

“Está bien. Bueno. Ten un buen día.”

“Usted también,” Louis dice sarcásticamente.

Harry se va.

Louis cierra cada noche, usualmente. No tiene que encargarse de mucho –no hay personas que vendrían corriendo en la noche por una emergencia de flores- así que solo le toma unos cinco minutos. Lo que es bueno, porque el dueño quiere que deje abierta la tienda hasta las diez la mayoría de veces. A veces once, si es un gran día.

Aunque no hoy. Solo diez. Cierra la registradora y riega algunas de las plantas. Siente esto como si estuviera arropando a un niño para su siesta. Excepto que tú no tiras a niños marchitos por allí. Siempre se siente culpable sobre eso. Usualmente hace que la persona de turno mañana lo haga. Especialmente cuando se siente muy mal, y eso es lo que le está pasando ahora mismo. No tuvo que ser tan malo con Harry.

Está cerrando la puerta cuando escucha su nombre.

“Louis, Louis espera, por favor espera.” Es Harry, por supuesto, corriendo por la calle con sus desgarbadas piernas. Él reduce la velocidad hasta una pequeña caminata uno metros antes de llegar, Louis nota que tiene una cojera. “¿Podrías abrir de nuevo?” Harry ruega, voz temblorosa. Louis no necesita ver las flores en sus brazos para saber qué es lo que quiere.

“No puedo dejar que regreses otro set de flores.”

“No, por favor-”

“Eres realmente amable cuando quieres algo, sabes, pero realmente idiota conmigo cuando no,” Louis hace una observación.

Harry no sabe qué decir. “Lo siento. Por favor, necesito-”

“No puedo. Hay transacciones por hacer, y no puedo pagar otras veinte libras. No puedo hacer mierda, ¿correcto? Cerramos. Vuelva mañana.” Louis continua su camino.

“No, Louis, necesito tener el dinero de regreso o él…” Harry empieza a llorar. “Necesito esto, en serio lo necesito, por favor.”

“Harry, no estoy bromeando. No puedo ayudarte con eso. No puedes devolver las flores, y sí, las flores se marchitan ¿de acuerdo? Si él no puede entender eso, entonces no le compres unas jodidas flores. Tú dejaste muy en claro que este no es mi problema, y estás en lo cierto, no lo es. No necesitas ser salvado ¿cierto?”

Harry solo se queda parado y llora, las rosas en sus brazos. “Hice algo mal,” dice.

“Ya.”

“Lo siento.”

“Gracias. Pero eso no hará… eso no cambiará mi respuesta. No te estoy castigando. Si pudiera ayudarte, lo haría,” Louis dice. “Si me dejaras. Pero esto es algo que se escapa de mis manos. No arriesgaré mi trabajo por ti.”

“Claro, lo entiendo, lo siento. Pero, tengo que regresar…”

Louis solo lo mira. “Entiendo, creo,” dice. “Y lo siento. Pero no sé qué quieres que haga.”

Harry aún está llorando. “Yo no lo sé tampoco,” dice finalmente. “Esperaba…”

“Lo siento.”

“No, yo lo siento. No fue justo preguntar. Creo que…creo que no estaba pensando.Gracias por…tú sabes, todo. Toma.” Harry le entrega el ramo de rosas. “Él solo las pisará. Me gustaría que sobrevivieran.

 “¿qué hay sobre ti?” Louis pregunta, observándolo detenidamente.

“Estaré bien.”

“Correcto. Claro. ¿Algo más?”

Harry en verdad duda. “Bueno.” Su voz se vuelve muy suave. “qué tal si tú… tú mencionaste un abrazo.”

“Oh.Uh.” Louis la mayoría del tiempo bromeaba. Aunque Harry se ve muy vulnerable para negarle lo que pide, así que hace una excepción. “Ven aquí.”

Harry se tensa un poco cuando los brazos de Louis se cierra alrededor de él, pero se relaja un segundo después. Louis está ocupado notando que es delgado-palo, como si solo fuera costillas –claramente- prominentemente delgado. Cuando él empieza a llorar de nuevo, se siente como si se fuese a romper.

“No le compres más flores,” Louis dice después de un minuto.

“Pero son tan bonitas. Quiero tenerlas en casa.”

“Solo- mira los escaparates. No necesitas comprarlas.”

Harry no dice una palabra. Ajusta más su abrazo alrededor de Louis y trata de contener sus lágrimas. “tú quieres, um. ¿quisieras que vuelva?”

“Claro,” Louis dice. “Sí. No me importa. Solo trata de no tocar los pétalos.”

Harry trata de reír. “Está bien.”

“Entonces claro. Sí.”

“Tengo que ir a casa,” Harry dice después. “Gracias por… tratar.”

“Claro. ¿Te veré en algún momento, pronto?”

“Probablemente no. Dame una semana. Estaré… ocupado, hasta ese entonces.”

“De acuerdo.” Louis no capta el mensaje escondido y pregunta qué significa que él esté ocupado. “Lo siento, no me pude contener. Y gracias por no mencionar lo poco que te importo,” no puede resistir añadir.

Harry se estremece. “Lo siento. Sí. Me han dicho que me cierro a la gente. O lo que sea.”

“Oye. Yo no tengo derecho de hablar sobre eso. Y tiene sentido, también. Para ti.”

“Sí.” Harry retrocede, aparentemente sin ganas de seguir hablando.

“Trata de estar seguro si puedes.”

 “Correcto.” Harry mira las flores en la mano de Louis con nostalgia. Louis se las alcanza y deja que Harry toque los pétalos por una última vez. “Trataré,” Harry dice y cojea hacia su destino.

Keep it with You ➳ Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora