Jason, el tonto

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10. Jason, el tonto.

—Una vez... —Moon empezó a contar. —Un Rey del Inframundo se enamoró de dos princesas. Nunca supo a cual elegir, así que decidió que se quedaría con ambas. Para que tal unión fuese aceptada, resolvió que debían unirse en un ritual más antiguo que su propio reino. Un ritual en donde las almas quedaran unidas por toda la eternidad con solo efectuarlo.

—El baile de la Luna Roja. —Tom murmulló.

—Así es. —Moon asintió, sus estrechos ojos aun reticentes de Tom.—Se unió en un baile sosteniendo a sus amadas al mismo tiempo bajo la luz de la Luna Roja, pero algo salió mal: la luna no aceptaba un tercer participante, así que estuvo a punto de morir.

Star abrazó a Marco, incapaz de pensar que aquello podría sucederle.

—Pero por suerte... —Omnitraxus siguió.—Él acudió a nosotros.

—Vaya tonto que era. — Rhombulus seguía interrumpiendo desde su esquina.

—¡Tiempo fuera!—Gritaron todos en la habitación, la criatura bufó enojada.

—Glossaryck tenía el suficiente poder para liberarlos de tal maleficio, pero decidió que un acto como aquel merecía una solución responsable.

Esas no parecían cosas de Glossaryck.

—Además, quería fastidiar al tonto demonio. —Hekapoo añadió.

Eso, en cambio,sí.

—Le dimos a la Luna lo que quería, la elección.

—¿Elección?—Mascullaron los adolescentes.

—Asíes. Deben elegir correctamente,—Moon tomó la palabra, sustituyendo a Omnitraxus de nuevo.—La Luna los apuntó porque eligió a dos de ustedes, así que el conductor debe elegir quien considera ser digno para desposarlo.

—¿Eso fue lo que hizo el Rey?—Tom se mostró curioso.

—Sí. —Hekapoo asintió.—Perdió todo su reino al tener que desposarse con una Butterfly. Fue el padre de Solaria si no recuerdo mal, un ambicioso.

—Oh.—Star masculló extasiada, sus clases de historia le habían estado instruyendo sobre sus familias y no perdía oportunidad por demostrar sus conocimientos. —¿No es ése Jason, el tonto? ¿"El Rey que su reino dejó, para ser consorte a distancia de su hogar"?

Aunque Star no se diera cuenta del peso de la conversación, Tom si lo hizo.

—Eso quiere decir... que...¡¿uno de nosotros debe desposar a Marco?!

—Pero antes, deben cortejarlo. Es lo que Glossaryck determinó, "una vez completado el mes de Cortejo Real, se tomara la "Última decisión" —Hekapoo recitó con tono calmo.

—No. —Marco masculló. —, esto tiene que ser una broma.

Hekapoo puso una mano en su hombro, la compasión siendo una obvia señal de que, en definitiva, no era una broma de mal gusto.

Una vez que estuvo determinada la fecha del inicio del cortejo, y que los adolescentes estuvieran enterados de todos los detalles, los despacharon a casa para que la Alta Comisión y las reinas pudieran organizar el cortejo con propiedad.

Tom y Star se encontraron por la noche en el balcón de la habitación de la princesa, mirando adentro como Marco dormía exhausto en una posición que se notaba claramente incómoda.

—Entonces, —Tom rompió el silencio. —Deberíamos... ¿terminar?

Star no lo miró al rostro. En cambio, arrugó el entrecejo y se volteó, dándole la espalda para contemplar las estrellas.

—Supongo que es lo apropiado. De todos modos, nos hemos estado peleando por su atención desde hace ya un buen rato. No es lo que dos novios harían, la verdad.

—Oh, Star-ship, sabes que si fuera por mi-

—He visto como lo miras. —Le cortó. —Es la manera en como yo lo miraba... como lo miro. Te gusta.

Star se giró para verlo con la seguridad de que tenía la verdad en sus palabras.

Tom no supo cómo responderle, confundido incluso con sus propios sentimientos.

—¿Sabes? Lo entiendo. Marco es alguien que es fácil de querer, su actitud es... única, no puedes dejar de creer lo adorable que es. Tiene un corazón de hierro, es tan torpe y tiene manías tan extrañas como...

—...¿no mojar sus calcetines?—El demonio sonrió.

—Yup. —Star hizo una pequeña mueca con su nariz, demostrando lo entrañable que era para ella aquel hecho.

Hubo un pequeño silencio. Tom se inclinó junto a Star para observar el firmamento despejado de Mewni.

—A él... le agradas, aunque sea un poco. Lo conozco, le encanta cuando estás cerca. —Star le codeó.

—¿Tú crees?

Tom no se sentía seguro. Sus inicios con Marco habían sido ásperos, pero para ser un humano, lo había sorprendido. Marco por sí solo era sorprendente.

Star no le respondió. En vez de eso, le extendió una mano que Tom miró con curiosidad.

—Que gane el mejor cortejo. —Ella ofreció.

Tom esbozó una gran sonrisa y apretó la mano de su ex novia.

—Que gane el mejor.

Bueno, eso había sido fácil.

Rosas en llamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora