La liebre corrió veloz. Tenía varias raspaduras en su pelaje, aún con algo de sangre coagulada. Lo que había visto, lo que había presenciado...Voltea la cabeza solo para ver una rápida mancha oscura como la noche. Apremió el paso, saltó juncos y zigzagueó entre arbustos esperando desorientar a su cazador. La mancha oscura, inmutable, la siguió con facilidad y empezó a ganar velocidad. El demonio, dispara un rayo oscuro de su cuerpo, la liebre salta y lo esquiva y veloz, sigue adelante. Ya casi, ya estaba cerca a su objetivo, solo tenía que aguantar unos cuantos metros más. El demonio dispara más y más rayos que la liebre esquiva fácilmente. Esta mira de nuevo y ve al demonio preparando su siguiente ataque, supo que no podía esquivar el siguiente. Ya había leído sus movimientos y los había comprendido todos. El demonio emite un chillido punzante y su cabeza empieza a abrirse y con un ruido viscoso varios tentáculos sobresalen, estos van adquiriendo forma a su alrededor y cual arpones se lanzan sobre la liebre. Esta logra esquivar al primero, engaña al segundo con un movimiento, pero los tentáculos son muy veloces. El tercero logra rozar su cuerpo y le produce un corte en sus costillas. La sangre empezó a manar lentamente, un cuarto tentáculo lo ataca. La liebre desesperada, junta todas sus fuerzas y da un salto inmenso, el tentáculo la sigue con facilidad y se dispuso a atravesarla, pero entonces los ojos de esta brillan y todo su cuerpo emite una luz poderosa y enceguecedora. El tentáculo se desintegra y el demonio chilló de dolor. La liebre empieza a cambiar de tamaño y pronto de su lugar sale volando raudo un pequeño pájaro. El demonio rápidamente redirecciona sus tentáculos contra la pequeña ave, pero ahora más veloz, esquiva con facilidad cada tentáculo. Sin embargo, la herida que tenía en sus costillas estaba empeorando. El sangrado no se detenía y entonces lo vio, el escudo mágico que se extendía sobre los límites del poderoso Reino de la Luz. El demonio, desesperado, aumenta la velocidad mientras dispara sus rayos y tentáculos contra el ave. Esta los esquiva y logra atravesar el escudo, el demonio la intenta perseguir, pero el escudo mágico lanza una descarga contra su cuerpo y lo paraliza. El ave mira atrás y aterriza en el suelo. Su cuerpo empieza a iluminarse de la misma manera como lo hizo su cuerpo de liebre, pronto adquiere características humanas y la luz desaparece. En su lugar se encontraba el bello semblante de una muchacha de apenas unos 19 años, ella mira al demonio desafiante.
-Jamás podrás atravesar esta barrera, ni ahora, ni nunca.
El demonio la mira y se agranda adquiriendo forma humana, pronto queda un joven alto y corpulento, casi de su edad, aunque de mirada oscura y maligna, como si en su interior hubiera un ser que existía ya hace miles de años. La mira con ojos inyectados en sangre; pasa una mano sobre su cabello blanco como la nieve y peinándose, sonríe con desdén.
-Ya lo veremos Elina Whitefire -dijo con una voz profunda y modulada-, pronto tú y tu despreciable reino caerá. Nada evitará el reinado de la oscuridad sobre Midterra, nada lo hará.
Elina traga saliva mientras ve como se desvanecía el demonio. Un dolor intenso iba creciendo en su pecho. El veneno ya empezaba a hacer efectos y necesitaba un médico urgentemente. Echando un último vistazo en donde antes se encontraba la criatura, se voltea y se dirige a ver a su padre, el Rey de Luxerd.
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La profecía de los 4
FantasyUn oscuro mal milenario se levanta, solo una antigua profecía es la única esperanza de toda Midterra.