-Ya está, tranquilo -Contesta Yugyeom acariciando el rostro del contrario.
El cuerpo de Bambam está empapado en sudor y le recorren calambres por todo el. Sus pupilas dilatadas, su respiración agitada y una dura erección: está en celo. Y antes de lo previsto. Solloza y llama a su alfa pero el peliazul intenta resistirse.
Yugyeom llevaba tiempo planeandolo todo: llevarle a un sitio bonito, donde además pudieran tener intimidad, con una cama enorme y tal vez velas también. Estaba seguro de que su primera vez con Bambam -su primera vez en general- iba a ser especial y algo que pudiera recordar con cariño en el futuro. En cambio lo que tiene es al mayor tiritando en una cama para apenas una persona -y desde luego, no una para alguien tan alto como Yugyeom-, en casa del tailandés y con los hermanos de este por ella.
Sabe que no va a ser la primera vez del peliblanco y eso es sin duda otro motivo más para alimentar sus preocupaciones.
-Por favor, alfa.
El interior del menor se remueve cuando ve la actitud sumisa y necesitada del omega, casi olvidándose de todos sus miedos y planes.
-No puedo, Bambi, ya lo sabes. Tus hermanos pueden oírnos.
Esa es la excusa a la que se ha aferrado Yugyeom, pero no es lo bastante pesada como para convencer al mayor.
-Seré silencioso. Por favoooor~
Siente a su lobo arañarle por dentro, queriendo responder al llamado del omega, pero la parte humana del menor no está dispuesta a ceder. Niega con la cabeza mientras alcanza de nuevo el trapo húmedo sobre la mesita, refrescando el cuello del tailandés. Pero Bambam vuelve a insistir, restregando una de sus mejillas por el brazo del menor, consiguiendo desesperarle.
-He dicho que no.
El omega se queda quieto al momento. Se ha atrevido. Ha usado su voz de mando, ¡con él!, ¿cómo se atrevía si quiera? Si iba a actuar con sumisión sería por voluntad propia -o en este caso por su celo-, pero en ningún caso sería por esa mierda de alfas.
Yugyeom no tiene tiempo de disculparse cuando el mayor ya está incorporándose y empujándole hacia la puerta.
-Para, Bambi, no debes levantarte, todavía estás débil.
-¡Me da igual, vete! -El peliblanco usa las fuerzas que le quedan, y que no está utilizando en echar al menor de la habitación, en gritar esas cuatro palabras.
Un nuevo y fuerte calambre golpea el estómago del más bajito, haciendo que sus piernas tiemblen y vaya directo al suelo. Yugyeom consigue cogerlo antes de que caiga, habiéndose girado nada más sentir como el agarre de su omega perdía fuerza.
La vista de Bambam se nubla y lo siguiente que logra ver de forma nítida es al peliazul, rodeando con uno de sus brazos su cuerpo semidesnudo -únicamente cubierto por su ropa interior-, separados por el borde de la bañera en la que se encuentra el tailandés. Las gotas heladas que han quedado en su piel contrastan con las -ahora tibias- que empiezan a salir del grifo, una vez que Yugyeom ve que el mayor ha recuperado totalmente la consciencia.
El omega se pega al pecho del contrario, llevando instintivamente su nariz a la unión del cuello y aspirando el aroma tranquilizador de su pareja.
-Siento haber usado la voz de mando contigo.
Bambam le pega más a su cuerpo, esperando que el menor entienda que le perdona, y que es otra cuestión la que ronda por su mente.
-¿Por qué no quieres marcarme? -Susurra cerca del oído de Yugyeom.
Era una obviedad que Yugyeom había evitado todos los intentos de intimar del peliblanco, pero hasta ahora este último no había caído en un por qué. Por primera vez empieza a temer no ser suficiente para su alfa.
-Claro que quiero, es solo que...-El peliazul se pausa, pensando bien sus palabras- quería que fuese algo especial y no ser solo un alfa más para ti y-y además no quería que te decepcionaras si no era tan bueno en eso como esperabas.
-Kim Yugyeom, tú nunca podrías ser un alfa más -El peliazul le mira sorprendido y Bambam se apresura en aclarar sus dudas-. Creo que mi lobo podrá esperar un poco más mientras que cumplas sus caprichos.
-Pide lo que quieras -Contesta Yugyeom emocionado, dejando un pequeño beso sobre la nariz del contrario.
-¿Lo que quiera? -Dice el omega enarcando un ceja, pero el otro le corta enseguida.
-Nada sexual.
El mayor chasquea la lengua, a pesar de ya esperar esa respuesta.
-Me conformaré con que me mimes entonces -Finaliza, llevando la mano del menor a su cabello y dejándole lavarlo con dedicación.
››› Feliz 2018 atrasado 🎉 Y como siempre, gracias por leer 💟
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