Esta madrugada me he percatado de que en efecto, aún no quiero morir.
Hace poco más de un año, no me importaba nada, no tenía interés en si lo que hacía me traería riesgos; lo he pensado mucho y llegué a la conclusión de que estaba en depresión.
Desde ese momento, todo lo que hacía era simplemente por hacerlo, si en algún punto representaba un riesgo, no me interesaba. Si iba a morir, no importaba, total, en algún punto todos vamos a morir; yo viví durante un año bajo ese pensamiento, creí que aún lo hacía... hasta hoy.
La situación era, que como es el primer día del año, la tradición de algunos es ir a ver el amanecer a la playa; suena bonito y todo, pero ir, es sinónimo e beber y divertirse un rato, por lo que hoy me ofrecieron ir. Mi amiga es 10 años mayor que yo, íbamos a ir con los amigos de su prima (que es casi de la misma edad), por lo que obviamente beberían. De hecho, mi amiga tenía planeado comprarme algo a mí también.
Por supuesto, yo acepté; porque vamos, a quién no le gustaría ver el primer amanecer del año en la playa con un ambiente de desmadre. Obviamente a mí me emocionaba, desde el año pasado tenía ganas de ir, sin embargo, mi familia no tiene esa tradición (además de que para esa hora, la mayoría están muy borrachos).
Como aún vivo con mis padres y soy menor, tuve que pedir permiso; aunque un poco dubitativos y reticentes, ellos accedieron a dejarme ir, incluso sabiendo que beberían. La cuestión en donde yo tuve que decidir, fue en si debería ir o no, porque ellos me dejaron tomar esa decisión. Lo primero que pensé fue "Obviamente iré, si pasa algo, pues ya ni modos", fue tanta mi certeza al principio, que incluso me cambié de tenis. Ya después, me invadió la duda; sí esa desgraciada que sólo molesta aveces, me puse a pensar en lo que pasaría si ocurre un accidente porque el conductor va alcoholizado, ellos son mayores y yo aún no cumplo la mayoría de edad.
Me puse a pensar en mi abuela, ella me cuidaba mucho para que nada malo me pasase; me llené de duda y sobretodo, no querría que ella se decepcionara de mí.
Llegué a la conclusión de que sí me importa, sí me afecta el pensar que pueda tener un accidente. Porque tengo planes, en febrero me toca aplicar un examen de admisión, en agosto tengo que mudarme y en verdad quiero ver qué viene en este año para mí, es uno de los años más interesantes.
El pensamiento suicida ya no está tan presente en mí; sé que mi madre en realidad quería decir "no" cuando pedí permiso, sé que tenía miedo y estaría preocupada... también por eso no pude hacerlo. Ella confió en mí y en mi madurez para tomar la mejor decisión.
Así que aquí estoy, son las 5:44 horas del día 1 de enero del 2018, escribiendo un capítulo más de esto, en vez de estar en la playa con personas borrachas y lo que ellos podrían llamar divirtiéndose.
Mi amiga se ha llevado al vecino (tiene 18), me trató de convencer, dijo que el conductor no bebe, pero sinceramente yo no los conozco. Me siento mal por haberle dicho que sí y luego cancelarle
A cualquiera que me lea, tengan un feliz año nuevo, si el 2017 no fue un bien año, espero y este que está iniciando sea bueno.
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Aceptando quién soy
Non-FictionHa pasado el tiempo, siento que ya nada es igual; yo soy diferente, veo las cosas de otra manera, y es cuando finalmente me percato de que ya nada será lo mismo. Tengo 16 años, he descubierto parte de quién soy realmente, no lo he hecho completam...