3.

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Se podrán imaginar lo que pasó después, ¿no es así?

Harry le contó a Draco todo sobre lo que le pasó, y, después, lo convirtió. Draco se sentía tan bien, tan feliz, que no le molestó mostrar por completo sus sentimientos a Harry a partir de ese momento.

Cuando fue la transformación Harry se sorprendió mucho, pues Draco, además de que no sufrió ningún dolor, y estando despierto, rejuveneció. Sí, rejuveneció. Cuando se transformó, lo hizo hasta quedar con el aspecto que tenía cuando cumplió los veinte años. Pero no les preocupó, supusieron que era porque Draco tenía esa edad cuando se enfermó.

Draco tenía todas las habilidades especiales que Harry ya había descubierto y, además, Draco descubrió otras dos de las cuales Harry también tenía, aunque un poco distintas.

Draco estaba aburrido, llevaba ya más de un año con Harry y ese día estaba especialmente aburrido.

Afuera nevaba y Harry se encontraba trabajando, más que nada para pasar el tiempo, entre los dos últimos herederos no les faltaba el dinero. Draco no trabajaba porque todavía no se sentía muy cómodo en presencia de los muggles.

Draco tenía encendida la chimenea, más por costumbre que por necesidad, y, aburrido como estaba, empezó a hacer movimientos con sus manos fingiendo controlar el fuego a voluntad. Para sorpresa suya, el fuego se movió al compás. Draco hizo varias pruebas, pero al final estaba completamente seguro de que podía controlarlo a voluntad.

Intentó hacer lo mismo con el agua, con la tierra y con el viento, elementos principales, pero ninguno hizo lo que quería además del fuego. Hizo más pruebas y supo que podía cambiar sus estados. Podía controlar la lava (no preguntéis cómo consiguió la lava para probar), y también podía causar calor sin fuego, y también el humo. Y también descubrió que podía tocar la lava sin hacerse daño, sin quemarse o herirse.

Harry estuvo fascinado con ello en cuanto lo vio, y probó a hacerlo también, pero no le funcionó. Sin desanimarse (al menos no del todo) probó con el aire, que tampoco, y luego probó con el agua, en esa vez sí le funcionó, y estuvo alegre por bastante tiempo. Podía controlar el hielo, pues esta misma era agua, podía controlar la nieve, el vapor, y podía hasta calentar el agua a voluntad, tal como Draco podía congelar la lava.

Descubrieron que podían controlar y modificar sus elementos, hasta podían multiplicar su cantidad a partir de una base ya existente, pero no podían crearlo.

Pero no se desanimaron. Aunque ellos no pudieran hacerlo, sus varitas podían con simples hechizos, así que si estaban en necesidad siempre podían contar con su poder, aunque el elemento no estuviese a su alrededor.

A menudo Harry se burlaba de Draco diciéndole cosas como:

- Oye, Draco ¿sabías que el fuego es el elemento de Gryffindor? Ya decía yo que tú no eras tan serpiente como te crees – y le sonreía con burla mientras Draco enrojecía de rabia. Entonces a menudo Draco le replicaba con cosas parecidas a:

- ¿Y tú sabías que el agua es el elemento de Slytherin? Pues debo de decirte que no te mereces en nada ese privilegio, no eres en nada una magnífica serpiente, como yo – pero a Harry no le molestaba y le decía que casi termina en Slytherin gracias al Sombrero Seleccionador, así que prácticamente era una serpiente. Draco normalmente salía furioso de la habitación entre las risas de Harry.

El otro poder que descubrió el rubio fue la animagia, pues encontró que podía transformarse en el animal que quisiera, pero no a medias, como si fuera un metamorfomago, ni combinado, sino por completo, un animal cualquiera de su elección, pero éste tenía que existir, por lo que los dinosaurios fueron descartados, al menos no uno que no supiesen cómo era y sus costumbre y alimentación, pues podían comerse algo que los matase, preferían no arriesgarse, no así los dragones, de los cuales sí podían conseguir todo. Tampoco podían cambiar su aspecto humano, a menos que fuera con un hechizo o conjuro, como los glamure.

Por supuesto Harry también podía hacerlo, inmediatamente escogió como su favorito una serpiente, para sorpresa de Draco, y escogió la mamba negra, segunda especie de serpientes más grandes del mundo, llegando a medir siete u ocho metros de longitud. Cuando Harry se transformaba en ella siempre lo hacía en una serpiente albina y de nueve metros, teniendo un crecimiento antinatural y un color blanco como la leche, además de los ojos verdes avada tan suyos.

Draco escogió como su favorito el metamorfo, humanos que podían transformarse en lobos del tamaño de caballos. Su pelaje era blanco por completo sin siquiera un pequeño cambio de color en las patas o en la cola, y con sus ojos de mercurio líquido resplandeciendo. También solía cambiar el color de su pelaje a negro. Ninguno de los dos cambiaba el color de sus ojos en sus transformaciones, no porque no pudiesen, podían, pero no querían.

- Oye, Draco, me aburro mucho aquí... - le dijo un día Harry a su aburrido compañero de piso -. ¿Qué te parece si nos tomamos unos años viviendo en otra parte? No sé, alejados del mundo. Quiero vivir en un pueblecito por un tiempo, ya sabes, cambiar de aires. A ti también te vendría bien, unos añitos entre los muggles, para acostumbrarte, y eso.

Obviamente Draco se negó ¿vivir en un pueblerucho, y, además, entre muggles? No, gracias. Pero aun así Harry llegó a convencerlo con el tiempo, aunque Draco quedó con él con que sería el rubio mismo quien escogiese el pueblo. De ningún modo iría a África a vivir como pordiosero en una choza de barro (sin ánimos de ofensa)

Así que escogió uno de allí mismo, en Estados Unidos, llamado Forks. Este pueblo era conocido por asuntos paranormales y desapariciones extrañas, y Draco no quería alejarse del todo de la magia.

Harry aceptó por el hecho de que allí llovía mucho. Y porque había un instituto al que planeaba ir con Draco, para pasar más el rato. Draco aceptó ir a él solo por el hecho de que estaba seguro de que allí había vampiros. Ni siquiera él sabía muy bien cómo lo sabía. Además, podría trabajar haciendo prácticas como profesor de química, materia muggle que le recordaba mucho a pociones.

Harry Potter y un Crepúsculo InolvidableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora