9.

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Harry estaba feliz de al fin salir de clase. Ver a Draco enseñando ese culo enfundado en apretados pantalones a niñatos hormonados no era nada agradable, pero se consolaba viendo sus reacciones ante sus pensamientos obscenos.

Ahora se encontraba en la cafetería, viendo dónde sentarse. No encontraba un lugar exacto, pues todos tenían al menos tres personas que, él estaba seguro, intentarían llevárselo a la cama. Hasta que vio una en la que solo había un chico que quería follárselo; la mesa de los vampiros. Así que se fue a sentar allí.

- ¿Me puedo sentar aquí, chicos? – preguntó con inocencia medida, usando su apariencia de pasivo a su favor, atrayendo a la presa que se cree cazador.

Notó cómo varios a su alrededor contenían la respiración, a la espera de la respuesta de "Los Inalcanzables"

- ¡P-por supuesto! – se apresuró a responder el de cabello cobrizo, al ver que ese era el eslabón más débil Harry decidió sentarse a su lado, sonriente.

- ¡Gracias! – se rió angelicalmente Harry al sentarse -. Me llamo Harry ¿Y vosotros?

"Es un ángel ¿No es así?" Ay, mi querido futuro... uhmm... ¿Baby? Sí, Baby, me gusta. A lo que iba; Baby, cariño, no deberías olvidar que el diablo era un ángel.

- Yo me llamo Rosalie, y ésta es mi pareja, Emmett – le sonrió hipócritamente la única rubia de la mesa.

"Emmett está tan distraído últimamente... ¿Será que ya no me quiere?" Harry volteó su cabeza al antes nombrado Emmett.

"Éste también tiene cara de pasiva ¿Entonces quién coño es el activo? Oh, dios ¿Y si es un trío? Algo así como; Dos huérfanos, por el día hermanos viviendo juntos, con su padre adoptivo, que trabaja lejos, pero por la noche amantes, con su padre adoptivo aquel que les ha dado todo lo que les fue arrebatado, incluso alguien a quién amar" Este chico tiene un problema serio mental.

- Emmett, por favor – susurró muy rápidamente Edward, solo lo suficientemente alto como para que lo oiga un vampiro, por lo que Harry lo oyó.

"Mierda, su don" ¿Qué don? ¿Sería que esa raza de vampiros son de los que tienen un poder?

- Lo siento – susurró muy rápidamente Emmett.

- Yo me llamo Alice – se presentó la pequeña hadita vampira de cabellos negros y voz de campanillas.

- Y yo soy Jasper, su novio – era el único con ojos negros, por lo que Harry supuso que era un recién convertido.

"Tiene ojos verdes... y el cabello negro... y tantos rasgos vampíricos, y al mismo tiempo humanos. Si yo hubiese tenido un hijo ¿Habría sido así? Yo tenía los ojos verdes..." Quizás en un futuro le ayude con eso. Los vampiros, con ayuda de Draco y sus pociones extrañas, podrán tener hijos.

"No puedo leer bien sus emociones, pero lo que percibo me perturba, Edward; diversión, morbosidad, ¿pena?, perversión..., y, no sé pero como que nos mira muy fijamente ¿no te parece?"

Rápidamente dejó de mirar al rubio y se quedó mirando a Edward, el, definitivamente, eslabón más débil, que al parecer podía leer las mentes, menos la suya, una gran ventaja.

- ¿Y tú cómo te llamas, Baby? – preguntó coquetamente acercándose a su rostro. El peli-cobrizo retrocedió lentamente y Harry se echó hacia atrás en su asiento de nuevo, no quería asustar a su presa, eso la ahuyentaría.

- E-Edward... - respondió tartamudeante.

- ¿Cómo es eso de "Baby", Harry? – preguntó con complicidad la duendecilla.

Harry Potter y un Crepúsculo InolvidableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora