En una casa oculta en el bosque.
- ¡AAaah! ¡Rosalie, ven, tengo noticias! – gritó la pequeña vampira emocionada con su voz de duendecillo.
- ¿Sabes que no tienes que gritar? Te oigo desde cualquier punto de la casa – le dijo la rubia exasperada colocándose frente a ella con rapidez -. ¿Qué ha pasado?
- Va a haber un nuevo alumno en el instituto ¡y un nuevo profesor!, aunque este último está en prácticas ¡y son sumamente guapos! Diría que son vampiros si no fuese por sus ojos. Uno de ellos los tiene de un esmeralda precioso, y el otro los tiene grises, y como ese color no existe, creo que es albino, es que... ¡si vieses su cabello! ¡Es prácticamente blanco! ¡Y el otro lo tiene de un negro que diría que es el ala de un cuervo! Preciosos, te lo digo de verdad – hablaba tan rápido que hasta a Rosalie le costaba comprender.
- ¿Alumno nuevo? Pero si estamos a mitad de curso – replicó -. ¿Y son dos los que se mudan, dices? Más raro todavía.
- Ni tanto, en la visión aparecía la cartilla de aceptación como estudiante y profesor, y tenían el mismo apellido... así que, o son novios, o son hermanos adoptivos, o son primos. Uno parece entre los veinte y el otro entre los ¿dieciséis?; el pelinegro.
- ¿Novios? – cuestionó la preciosa rubia con duda.
- Es que se notaban muy apegados, así que no lo descarto – explicó.
De repente oyeron el sonido de la puerta abriéndose con rapidez.
- Hola Edward – saludó la pelinegra alegremente -. ¿Cómo está Bella hoy?
- Bien, me ha dicho que Jacob, el de los Quileute, le está empezando a gustar, y que va a intentar conquistarlo – sonrió el chico.
- Espera, ¿A ella no le gustabas tú? – para ese momento Rosalie ya se había ido de la habitación, no le caía nada bien Bella.
- Sí, pero ya ha asimilado que ella a mí no, así que está buscando olvidarse de mí con Jacob – explicó con un deje de alivio -. Me cae bien, pero su insistencia comenzaba a ser irritante.
- Pues a mí me parece que hubiese sido una gran pareja para ti – replicó.
- Ya... pero a mí no me gusta... - el chico estaba incómodo, jamás le diría a su familia que en realidad a él le iban más los pepinos que los melones, jamás. Ni en sus más extraños sueños.
- Oye, te tengo noticias – dijo alegremente la chica, pero antes de que pudiese repetir lo que le dijo a la rubia su hermano la interrumpió.
- ¿Un estudiante y un profesor nuevos? Eso sí que es extraño, y más a mitad de año – dijo el telépata curioso, pensando que el pelinegro era realmente hermoso, aunque el rubio no se le quedaba atrás. Pensaba que Alice tenía razón, puesto que se podría pensar que son vampiros si no fuese por los ojos.
- ¿Sabes qué? A veces odio tu don, no me dejas disfrutar de contarte un buen cotilleo nunca – se quejó la pelinegra decaída, a lo que su hermano solo hizo un gesto de disculpa y arrepentimiento a través de una sonrisa.
Para el final del día era obvio que todos los que vivían en la casa se habían enterado de los nuevos profesor y alumno. Vamos, ya se había enterado todo el pueblo.
- Oye, Alice – dijo Edward desde su habitación hasta la habitación de su hermana -. ¿Qué día es que llegan el chico nuevo y el profesor?
- Su primera llegada será dentro de dos días, el jueves – respondió la chica -. Edward, no sé por qué, pero tengo dificultades para ver el futuro de estos dos chicos ¿crees que se vallan a relacionar con los Quileute o que es natural, como la inmunidad de Bella?
- No lo sé, Alice, ambas son posibles, por alguna razón los nuevos siempre son muy raritos – mencionó con burla Ed.
- Incluyéndonos, hace un tiempo – rió la duendecilla.
- Callaos de una vez, no consigo leer en paz – se metió en la conversación Emmett... espera... ¿Emmett leyendo? Y Edward se concentró en sus pensamientos, "leyendo" lo mismo que leía Emmett en su móvil.
"...Era obvio que su madre no lo aceptaría, hace tiempo que tenía una relación con él, y por nada del mundo veía un futuro donde su madre se enterara y ambos viviesen felices y en paz. Después de todo, ¿quién aceptaría su relación incestuosa? Nadie. Ni siquiera sus amigos, o su otro hermano, o su siempre amigable pero muy homófobo padre.
- Sabes, Jamie, no tienen por qué aceptarnos, cuando cumpla los dieciocho tú y yo seremos felices viviendo y estudiando en otro país, lejos de padre y madre – me sonrió mi hermoso hermano y novio –Ay, por Yato, el Yaoi es taaan hermoso-.
- Te amo, y lo sabes, Thommy – le dije besándolo fuerte y apasionadamente. Lo amo demasiado, por encima de mi madre y de mi padre. Por encima de mi otro hermano. Por encima de toda mi familia. Y por encima de todos mis amigos. Por encima de todo –moriré de ternura, le pido al dios de la ternura Kurokocchi que me permita seguir leyendo antes de morir... oh, es cierto, yo no puedo morir xd-..."
"Ay, por Dios, ¿Qué coño está leyendo Emmett?"
- Emmett – nombró después de carraspear un poco el peli marrón -, no quiero interrumpir tu escena de sexo candente, pero, me podrías hacer el favor de decirme ¿qué cojones estás leyendo? – le cuestionó con un tono burlón.
"Joder, olvidé su don"
- ¡Maldita sea Edward, un poco de privacidad! ¡Que te joda un negro! – en ese momento Emmett se imaginó esa escena entre un negro (concretamente, y por alguna razón, Laurent, el neófito) y su hermano.
- ¿¡Pero qué coño te pasa, Emmett!? ¡Quita esa imagen de tu cabeza, ya mismo! – se alarmó Edward, pues su hermano tenía una gran imaginación, por lo visto, y estaba empezando a tener serios problemas en sus partes bajas. Y por alguna razón él era el pasivo. Lo cual le disgustó.
- ¡Es tu maldita culpa! ¡Me largo de aquí a leer en paz a alguna parte en donde no estés cerca! – diciendo esto terminó la escena de sexo mental que estaba teniendo el vampiro, con un clímax final ficticio que dejó muy mal a Ed. Tubo que empezar a pensar en su profesor de educación física para que pudiese dejarle en paz su carpa mañanera.
- Edward, no es por mal ni nada pero ¿qué era eso de "escena de sexo candente"? – preguntó Alice desde su habitación.
- Si te lo cuento te traumas – terminó la conversación ya más tranquilo y relajado, aunque con el pensamiento de que si le contaba a su familia sus preferencias por lo menos tendría uno que le apoyara, seguro.
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Harry Potter y un Crepúsculo Inolvidable
FanficHarry cumplió los veinticinco años y debe admitir que habían cambiado muchas cosas. Por ejemplo; en algún momento de la Segunda Guerra Mágica, no tiene muy claro cuál, le mordió un vampiro. Sí. Un vampiro. Yaoi Comedia Los personajes y escenarios pe...