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El consumo de mermelada y café por parte de Yoongi había incrementado a pasos agigantados durante esta última semana. El último frasco que había robado de casa de Jimin estaba por acabarse y comenzó a sentirse ligeramente, muy ligeramente, mal por aprovecharse de su inocente amigo.

Pero eran las 3:16 de la mañana...

Y tenía hambre...

Y lo único que había en su mesa además de su material escolar era un frasco vacío de mermelada burlándose de él.

Okay, esto puede ser tan malo, al final de cuentas yo se que Jimin preferiría que saqueara su refri a que muera de hambre.

Y con ese pensamiento en mente salio de su departamento para abrir la puerta de amigo con la llave de repuesto que este le había dado para emergencias, y para Yoongi, esta era una gran emergencia.

Abrió la puerta haciendo el menor ruido posible para adentrarse a un departamento en completo silencio y oscuridad, no había dado ni cinco pasos cuando tropezó con un objeto no identificado que no recordaba que se encontrara ahí. Maldiciendoce mentalmente por olvidar su celular para iluminar su camino se apresuro a llegar a la cocina tratando de no volver a chocar contra algo.

Una vez en la cocina abrió el refrigerador para poder iluminar con la luz de este y buscar su tan ansiada mermelada de fresa.

Después de tirar una paquete de leches de fresa, un plato de plástico y tres cucharas Yoongi salió del departamento ajeno volviendo a ponerle llave a la puerta para regresar al suyo, comer su aperitivo nocturno y terminar su trabajo.

No habían pasado ni 15 minutos cuando alguien llamó a la puerta del pelinegro, asustándolo al encontrarse ensimismado en lo que escribía.

Arrastrando levemente los pies llego hasta la puerta, al abrirla se encontró con una imagen sumamente tierna. En frente de él se encontraba Park Jimin, con el cabello revuelto aferrándose a una sabana amarilla como si su vida dependiera de ello y con unos ojitos que brillaban con cierto temor.

—Hyung — un puchero se fue formando poco a poco — hay fantasmas en mi departamento. ¿Podría...quedarme a dormir lo que resta de la noche contigo?

Sabiendo que muy probablemente era su culpa que Jimin tuviera miedo solo soltó un suspiro mientras se hacia a un lado para que pasara.

— Gracias, hyung — murmuro mientras se adentraba al departamento del mayor con la mirada baja. — ¿Aún estas ocupado? — pregunto al darse cuenta de todo lo que ocupaba la mesa de centro en medio de la sala.

— Solo me faltan un par de hojas, no es la gran cosa; anda a dormir, puedes dormir en mi cama.

Murmurando un "de acuerdo" y después de volver a agradecer Jimin se dirigió a la habitación del mayor que tan bien conocía debido a su larga amistad.
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El pelinegro se asusto por segunda vez en la noche al sentir una mano posarse sobre su hombro derecho para llamar su atención, solo para darse cuenta de que se había quedado dormido sobre la mesa y que la computadora estaba a punto de apagarse.

— Hyung, ¿cuando va a venir a la cama? — el pelirosa se agacho hasta estar a la misma altura. — debe de descansar bien aunque sea un par de horas antes de ir clases.

Sintiendo la preocupación de su menor, el pelinegro se levanto dedicándole una pequeña sonrisa, cerro su portátil y camino con hasta su habitación seguido de su mejor amigo.

La verdad era que Jimin tenía miedo por los extraños ruidos que escucho hace casi una hora en su departamento y después de ver las cosas tiradas en la cocina ya no pudo volver a conciliar el sueño al encontrarse solo por lo que tampoco había podido dormir al estar solo en el cuarto de Yoongi.

Estaba agradecido de tener al mayor al lado suyo.

Estaba agradecido de tener al mayor al lado suyo

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•Strawberry Marmalade• ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora