Kibou no Kakera

capítulo 9

Giro, Giro, Giro... Allí estas.

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Los secretos solo traen desgracias consigo, los secretos solo provocan sufrimiento y dolor, los secretos solo pueden generar caos, los secretos eran viles mentiras mal dichas, verdades ocultas, los secretos causan destrucción a su paso.

Desde la creación del arte Ninja los secretos, los sentimientos guardados han causado mal entendidos. El Clan Uchiha es el clan con más secretos y rencores guardados, el Clan Uzumaki y el Senju son los clanes más guardados y cerrados, ocultando sus orígenes, sus desarrollos, delegando responsabilidades en terceros, gente incapaz que nunca pudo traer la felicidad a la actual generación, la generación que queda.

Hana quería acabar con los secretos, Hana narro su historia, pero Tsuna la oculto, pensando que era lo mejor.

Siempre piensan que es lo mejor.

Hashirama Senju no dio fin al peligro que Madara Uchiha representaba para todos, hasta para su propio clan, lo dejo estar y recluyo en el olvido, haciendo que este se envenenara de a poco.

Discípulos tan jóvenes, tan inexpertos cuando ella los acogió, les vio lo que nadie podía, ella vio poder en ellos y por eso los entreno. Ella era bella, ella era madura, ella era una diosa, una diosa muy poderosa que los guio en el camino de la sabiduría, de la fuerza y el poder.

Estaban encantados, estaban enamorados de esa mujer que les enseño, pero bien sabían que era un imposible, Hana nunca los vería como algo más que sus discípulos, con orgullo los vería, con ternura los miraría, pero su amor era solo para el simple Haruno.

Hashirama rápido entendió, la admiración no se podría confundir por mucho en su mente y más cuando a su vida llego Mito Uzumaki, pero Madara siguió con ese enfermizo amor, esa enfermiza admiración hacia su maestra, no aceptando la escogencia de ella, no aceptando que tanto poder fuera a parar junto con un ser tan sencillo como Tsuna Haruno.

Nadie lo noto, a nadie le importo más que a su propio hermano, le causaba mucho dolor ver a su hermano de esa manera, enfermo de amor por una mujer que nunca llegaría a ser de él.

Hana considero que les había concedido lo que más anhelaban a cada clan de sus discípulos, a los Uchiha sus "ojos" junto al chakra de gran alcance y a los Senju la voluntad y energía física, debían trabajar en conjunto si deseaban el poder absoluto, solo podrían ser el poder absoluto uno con el otro, ninguno podría contra el contrario.

Senju y Uchiha estaban condenados a la unión si deseaban tener el poder.

Cuando ella anuncio su embarazo Madara perdió el control, perdió el control de sus actos y termino asesinando a su hermano que solo buscaba calmar su dolor, Izuna Uchiha murió a manos de su hermano y todo fue oculto bajo las palabras del Uchiha mayor, unas viles mentiras. Izuna había callado y murió como resultado.

– Me estaba quedando ciego, mi hermano se suicido por mi –Tanta mentira oculta bajo la pesadumbre, entre los brazos de su amada que deseaba consolar a su adorado discípulo.

"El más fiel de sus discípulo"

Ella confió en el, confió en sus palabras, era una ingenua. Tsuna nunca confió en la mirada llena de maldad que le dirigía el Uchiha, la mirada llena de deseo insano con la que miraba a su esposa. Él sabía, y también callo.

Tsuna agradeció que su esposa muriera con la convicción de que había sido una buena maestra, que tomo las mejores decisiones para asegurar la paz del mundo en que su linaje viviría, pero luego el Haruno se arrepintió de ese sentimiento.