"La maldad une a los hombres"
Aristóteles
.
.
Su vida ha sido planificada hace 5 generaciones en el pasado, por la mujer que todo lo inicio, por la mujer que creó el poder en sí, por la mujer que construyo cimientos de odios y guerras.
"No puede existir bien sin el mal"
Ella los mezclo, ella deseo que todo fuera una mezcla absurda de bien, mal, poder y gentileza. Hana claramente olvido la lección que su humilde compañero de alcoba le recordaba en cada noche de amor y pasión desbordada, no hay nada más puro que el amor que se tenían, no había nada más puro que el amor sin líneas o poderíos, era amor y ya, que nació de la nada, que nació por sí solo, que no se creo, que solo se dio.
Hana quiso crear amor, quiso que todos se amaran, deseo que el mundo se desequilibrara, deseo una urbe utópica donde solo reinara el bien, creo poderes que las personas no estaban capacitados para utilizar, los creo por egoísmo aunque el mensaje fuera otro.
Quería imperar en el tiempo.
Todo es un acertijo, y la clave de un acertijo es otro acertijo, es un sinfín de cuestionamientos que nunca serán resueltos al total pero de donde se crearan suposiciones, como ahora; Ella pensaba y suponía que el futuro que Hana imagino no se parecía en nada al actual, puede que pensara que el futuro que esperaba fuera ese maldito Plan Ojo de Luna, esa ilusión llena de vacío y sin sabor a la que se induciría al mundo, en el que su linaje estaba resguardado por la eternidad, una eternidad falsamente pacifica.
Estaba comenzando a delirar, estaba comenzando a cansarse de golpear barro, de patear musgo, de gritar con dolor, de que sus pulmones dejaran de trabajar por momentos, de que su aire faltara en ocasiones, se estaba ahogando en un maldito abismo de lágrimas, furias, sollozos y gritos.
"Cuando miras mucho hacia el abismo, el abismo te mira a ti"
Ella fue por años como Hana, ella fue por años la imagen que creo de Hana, ella fue por años esa maldita mujer, creyó conocerla, creyó saber lo que ella deseaba, creyó tantas cosas de ella y de Tsuna, de los Haruno, se sintió una maldita marioneta, una niña, una jodida muñeca de porcelana.
Deseo apartar ese personaje de sí, deseo volver a ser Sakura Haruno, con sus uñas se rasgaba la piel de los brazos, el pecho y por último la cara, rasgando e intentando quitar esa maldita mascara.
"Todos llevamos máscaras, y llega un momento en el que no podemos quitárnoslas sin quitarnos nuestra propia piel."
– ¡Te odio, Hana! –Fue el primer grito entendible que emitió– Te odio, Hana –Ahora murmuro ahogando su nombre con sollozos.
Fue cuando lo sintió, sintió una mirada sobre ella, sintió la penetrante mirada sobre su mata de cabello rosa deseado ver el rostro oculto tras de ella. Respiro profundamente, jadeando en el proceso, gimoteando a causa de las lágrimas, temblando por los sollozos.
– Creo que estamos en el mismo barco, Sakura-chan –Ese sujeto hablo, con ese tono tan característico, con la penumbra ocultando su figura, pero ella sabía exactamente donde estaba– Hana te quito a Sasuke-kun ¿Verdad? Ella te lo arrebato cuando pensabas que volvería a Konoha, al lado de sus camaradas –Siguió con tono alentador, lleno de pesar fingido– Que volvería a tu lado.
– Solo... Solo vete por favor –Sollozo por lo bajo aun ocultando su rostro.
– Puedo ayudarte, Sakura-chan –Hablo ignorando su ruego– Solo deseo que elimines a Hana, es débil, podrás contra ella.
ESTÁS LEYENDO
Kibou no Kakera
FanfictionSakura se vuelve una desertora de Konoha, pero antes de ser declarada por el consejo como traidora, Tsunade envía a un escuadrón comandado por el genio Hyuuga. Se llevaran una sorpresa cuando se encuentre con que Sakura creó una organización de merc...