Después de toda la conmoción y esa confesión por parte del albino, Tulio se acercó a él para tomar sus manos y verle fijamente a los ojos necesitaba una explicación en esos momentos de porqué sus amigos sufrían tanto en silencio.
–Juanin ¿por qué nunca me lo dijiste?
Realmente no era la única pregunta que quería hacerle, pero si fue la única que sin miedo salió de sus labios, no entendía realmente porque un par de chicos gastarían su tiempo en alguien como él.
—Era tan sólo un adolescente cuándo noté que mis sentimientos por ti ya no eran solo algo fraternal, cada vez que te veía sentía que mi corazón se saldría de mi pecho, pero yo sabía que estaba mal, que no podía ni siquiera intentar algo, porque perdería mucho. Así que sólo me lo guardé por muchos años, fue un proceso doloroso pero está bien, el tiempo cura las heridas..
Dijo con una pequeña sonrisa, realmente a Tulio le sorprendía que a pesar de la gran tristeza que vivió su mejor amigo albino, aun se atrevía a sonreír y no iba a negar, que siempre le encantó ver esa sonrisa.
—Pero ya basta de mi, Bodoque es lo importante ya que él está pasando por lo mismo, ¿por qué se fue tan de repente?
–Él.. Renunció Juanin..
—¡¿Qué?! ¡No puede irse! Debemos detenerlo, no puede abandonarnos así.
Ambos corrieron fuera de aquella oficina después de haber tenido tan ardua conversación, pero sus búsquedas no dieron fruto, aquél pelirrojo ya no estaba por ningún lugar, su celular mandaba directamente a buzón y no sabrían con exactitud dónde podría estar. Así que rendidos ambos tomaron asiento en la banqueta de la calle y en silencio veían los autos pasar, estuvieron de esa manera por un par de minutos hasta que el menor volvió a romper el silencio entre los dos.
—Tulio, quizás debas decirle lo que sientes en verdad.
Comentó Juanin sin siquiera ver a su mejor amigo, pues sabía a la perfección la clase de reacción que tendría luego de escuchar sus palabras.
—¿Qué? ¿Estás loco? Jamás podría decirle lo que siento.
—¿Lo qué sientes por quién?
Ambos habían estado tan ensimismados en lo suyo que ni siquiera se percataron que Cindy había llegado a dónde estaban ellos, logrando escuchar sin querer la última conversación de su pareja..
—Acaso.. ¿Sientes algo por alguien más, Tulio?
Su voz débil pronunció aquella pregunta mientras en aquéllos lindos ojos se formaban un par de lágrimas. Tulio al verla sintió como su corazón se oprimía y gritaba, no podía irse y dejar a su novia en esas condiciones, así como tampoco podía irse con ella y dejar a Bodoque. Estaba en una dura decisión que debía tomar a la de ya o luego se arrepentiría de esto.
—Oh no, Cindy cariño, no es lo que piensas, estaba hablando sobre cómo me siento desde que discutí con Juan Carlos, es todo.
Juanin al escuchar aquél triste intento de excusa solo negó un par de veces con su cabeza y se puso de pie para así poder marcharse y dejar solos a la pareja, pero antes de ello se detuvo al lado del mayor y con voz baja le repitió.
—¿De verdad quieres vivir engañado así? Piénsalo bien Tulio, lo perdiste una vez ¿estás dispuesto a perderlo nuevamente y no volver a tener la oportunidad de recuperarlo? Te ayudé una vez en su momento, esta vez veré por él, así que toma la decisión correcta.
Luego de escuchar esas frías palabras por parte del menor y verlo marcharse, Tulio se quedó en silencio mientras sostenía entre sus brazos a esa mujer que antes consideraba como el amor de su vida, y que justo ahora ya no sabía que era para él.
Fué entonces ahí cuándo aceptó que era el momento de ver a Juan Carlos como lo que era, ya no tenía porque ocultarle sus intenciones, ni sus sentimientos.
ESTÁS LEYENDO
❛qυerιdo aмιgo❜
Fanfiction¿Alguna vez se han enamorado de alguien que no pueden tener? ¿De alguien que saben por más que lo intenten las cosas nunca funcionarán? Ésta es la historia de Juan Carlos Bodoque, quién ciego se enamoró de su mejor amigo.