AMOR DE OFICINA

Prólogo

Era lunes por la mañana, 7:00am para especificar, el cielo estaba despejado y el clima era de lo más agradable. Un molesto "bip" sacaba a un lobo de su tranquilo sueño.

-Odio ésta alarma- decía, todavía medio dormido mientras la apagaba.

El lobo se dispuso a salir de su cómoda cama para caminar lentamente hacia su baño. El tomó una rápida ducha y cepillo sus dientes, sonriendo inconscientemente en el espejo, ya limpio, el lobo salió del baño tarareando una suave melodía y bailando al compás, encontrándose eventualmente con la puerta de su closet, abriendola y sacando uno de sus trajes.

El can no tardó mucho en estar vestido completamente y sólo estaba dándole las últimas vueltas al nudo de su corbata, prosiguió a verse en el espejo y con peine en mano comenzó a darle forma al desastre que tenía de cabello.

-Hoy conseguirás ese ascenso de seguro Sousuke- se decía a si mismo mientras posaba frente al espejo

Hoy era un día especial para Sousuke, el había estado trabajando como loco para conseguir un ascenso en su trabajo y pensaba que en la junta de hoy su jefe lo anunciaría. El lobo salió de su apartamento con maletín en mano, cerrando la puerta con llave y partiendo para tomar el metro que lo llevaría a las oficinas en donde trabajaba. Una vez allí, Sousuke tomó el elevador hacía la 7 planta del edificio, donde se encontraba la sala de conferencias, avanzó por el pasillo hacia la gran puerta de madera al final de éste, abriendola y encontrándose con la sala llena con todo el personal de la empresa.

El lobo se preguntaba que estaba pasando, así que le preguntó a un compañero, a lo que respondió que el jefe había citado a todos hoy para dar un aviso importante. De repente entra el jefe por la puerta de madera haciendo que todos guardemos silencio y tomáramos asiento

-Buenas tardes, se estarán preguntando por qué los cite a todos hoy- algo andaba mal, su tono de voz parecía triste y decaido -pues verán, el banco descubrió grandes fraudes en las acciones de la bolsa de valores y van a cerrar la empresa- El jefe lo había dicho con tanta facilidad que muchos no le creímos hasta que eventualmente nos enseñó la orden de clausura.

Todo el mundo estaba hecho un caos dentro de la sala de conferencias, muchos gritaban agresivamente hacia el jefe, otros estaban llorando mientras tenían sus espaldas contra la pared y otros reían nerviosamente esperando que todo fuera un sueño o broma, pero no fue así. Todo era real.

Pasó un rato y después de miles de disculpas por parte del jefe, la gente empezó a retirarse,probablemente a buscar otro trabajo. Sousuke siguió a la frenética multitud fuera de aquella sala de conferencias e inmediatamente después se dirigió hacia su casa, una vez allí se dispuso a contar los ahorros que tenía guardados y para cuántos días le alcanzaba, el calculó aproximadamente un mes. El tenía un mes para conseguir trabajo.

Sousuke compró un periódico y se puso a buscar un trabajo cerca de su apartamento. Encontrando cinco posibles opciones, circulándolas con un llamativo marcador rojo. El sabía que la semana iba a ser larga, muy larga.

Era martes por la mañana, un nuevo día empezaba y Sousuke ya estaba listo para una entrevista de trabajo, Sousuke tenía confianza en si mismo ya que si alguien sabía de administración, ese era el. El era muy bueno en lo que hacia y podía manejar cualquier situación, menos una, encontrar trabajo.

Sousuke había fallado rotundamente en aquella entrevista, no solamente no consiguió el trabajo, sino que también se le prohibió el acceso a aquella compañía. La semana siguió, y el lobo no conseguía ni siquiera ser considerado una posibilidad para el trabajo, esto era mayormente a la torpeza y los nervios de Sousuke que evitaban en verdad que el mostrara de lo que era capaz. Eventualmente llegó el día de la última posible entrevista,no había demasiada demanda hoy en día en día para alguien que administre y supervise la empresa, lo cual era irónico ya que esa parte de la ciudad estaba llena de ellas. El lugar no estaba tan lejos del departamento de Sousuke, de hecho quedaba a cinco minutos de la estación.