El alba se mostraba por el horizonte y la pareja seguía acurrucada en aquel sofá donde pasaron toda la noche juntos. Fue el lobo quien poco a poco abría los ojos para encontrarse en el abrazo del león; sorprendido, nervioso y con su movimiento restringido por los enormes brazos de Kuro, Sousuke solo apreciaba el tierno rostro del mayor mientras dormía a su lado. El lobo se sentía tentado de besar aquellos labios que lo volvieron loco, pero aguantó sus ganas y decidió despertar a Kuro.
-Kuro, despierta, ya es de mañana.- decía Sousuke mientras sacudía gentilmente al león.
-¿Qué?... ¿Nos quedamos dormidos viendo la película?- decía en un tono adormilado.
-Si, eso parece.- Sousuke seguía preso en el agarre del león, quien parecía no darse cuenta de la situación en la que ponía al lobo.
-¡Lo siento! suelo abrazar a mi almohada mientras duermo y como me quede dormido junto a ti debí haber pensado que estaba en mi cama y tu y y....- decía Kuro nervioso hasta que fue interrumpido por la risa de Sousuke.
-Esta bien, no importa, dormí muy cómodo en realidad.-
-Tienes una linda sonrisa.- decía inocentemente Kuro.
El lobo quedo perdido en las palabras del león, había algo en él que hacía que mil mariposas volaran en su estomago y viera la vida en un tono rosa pastel. Mientras tanto el león se sentía cautivado por aquella linda sonrisa que había en los labios de aquel que había entrado a su vida hace apenas unos días, se preguntaba si Sousuke era así con el por ser su jefe o porque de verdad disfrutaba de su compañía, había algo en ese lobo que le hacía sentir algo que nuca había sentido; sin embargo Kuro aún se sentía avergonzado por lo ocurrido con Sousuke en su primer día de trabajo y pensaba que además de haber arruinado su primera impresión le causó demasiados problemas al tan solo haberse conocido. El león no podía ocultar sus sentimientos confundidos hacia el lobo, pero temía expresarlos y que él se aprovechara de esto.
-Sousuke...- decía Kuro en un tono nervioso.
-¿Que sucede Kuro?-
-¿En verdad disfrutas el estar conmigo?-
-¿Qué?-
-A lo que me refiero es que no se si te gusta estar conmigo de verdad o estas conmigo solo por ser tu jefe, se que es una cosa muy tonta y me disculpo por preguntar algo así pero...- Kuro fue interrumpido.
-Kuro, eres la primera persona en mucho tiempo que puedo llamar amigo, en mi anterior trabajo no tenía a nadie con quien hablar, nadie que me invitara a cenas o alguien que le gustara estar conmigo; se que no nos conocemos desde hace mucho pero siento que podría estar junto a ti toda mi vida.-
Aquellas palabras atravesaron el corazón de Kuro y no pudo reaccionar de otra manera mas que in abrazo, un gran y tierno abrazo -Perdón- decía mientras continuaba el abrazo.
-Yo debería pedir perdón por haberme puesto tan sentimental- decía Sousuke correspondiendo al abrazo -¿Qué le hizo dudar de mi? Usted es la persona más agradable, gentil y honesta que he conocido.-
El león soltó un poco del abrazo para quedar frente a frente con el lobo -Lo siento por anticipado-
-¿Qué? ¿A que se refier....- Ahora fue el lobo quien fue interrumpido por un beso del león, extrañaba esa sensación, esos labios, esa calidez. Sousuke correspondía al beso apasionadamente y no creía que fuera real.
El timbre sonó y los dos se separaron por la sorpresa, ambos rieron un poco al ver sus caras de susto.
-Yo, eh... creo que debo abrir.- decía Kuro aún con las mejillas rojas por aquel beso.
-Si, yo... voy a estar aquí.- decía Sousuke con una sonrisa en su rostro.
Ninguno de los dos podía creer que fuera real, sus corazones palpitaban a una rápida frecuencia y sus mentes daban vueltas, Kuro se calmo un poco para poder abrir la puerta, al abrirla se encontró con Motsu, cosa que no lo hizo feliz. Él estaba enamorado de Kuro desde que entró a trabajar con él, y aunque Kuro lo ha rechazado varias veces el husky no se daba por vencido.
-Motsu, ya hemos hablado de esto.- decía Kuro en un tono molesto
-Kuro vamos, prometo que te voy a hacer feliz.- suplicaba el husky.
-Motsu, eres un increíble chico, hay miles de personas que querrían estar contigo, ¿por qué estancarte con alguien que no corresponde con tus sentimientos?-
-No Kuro, no lo entiendes, solo tú puedes amarme.-
-Motsu, ahora no por favor.-
-¿Ni siquiera vas a invitarme a pasar?- preguntó Motsu cínicamente.
El león entró un poco en pánico, no quería un malentendido de parte de Sousuke, tampoco quería rencor de parte de Motsu hacía Sousuke. -No ahora mismo, tengo visitas.- decía Kuro seriamente.
-¿Por qué no me los presentas?-
-Motsu, por favor.-
-Ok, pero no voy a darme por vencido, recuerda, soy capaz de cualquier cosa. ¡Adiós Kuro!-
Unos escalofríos pasaron por el cuerpo de Kuro, había algo en ese chico que le daba mala espina, intento olvidar lo sucedido y entró de nuevo, recordando la situación en la que se encontraba. Entró a la sala y se sentó junto a Sousuke, ninguno decía nada y aquel silencio era de lo más incómodo.
-Entonces..., ¿quién era?- preguntaba Sousuke para matar el silencio.
-Pues...- dudaba Kuro.
-Ibas a mentirme, ¿verdad?- decía Sousuke en un tono inquietante. -¿Le temes tanto al compromiso que vas a dejar pasar esta oportunidad de ser feliz?, ¿Por cuánto tiempo vas a seguir escondiéndote?-
-Yo... No puedo hacerlo, no quiero lastimar a nadie, y tampoco quiero que me lastimen.-
-Kuro, despierta- decía el lobo mientras sacudía el gran cuerpo del mayor.
-¿Qué?, ¿Sousuke?- se preguntaba Kuro.
-Creo que estabas teniendo una pesadilla, te estabas moviendo mucho y balbuceando-
El león se preguntaba de lo que acababa de soñar, ¿Estaba él realmente enamorado de Sousuke?, ¿Por qué le temía tanto a las relaciones? La cabeza de Kuro le daba vueltas y estaba llena de preguntas.
-Al parecer nos quedamos dormidos viendo la película- decía Sousuke con una sonrisa avergonzada en su rostro.
-...- El león parecía estar realmente inmerso en sus pensamientos a tal intensidad que no escuchaba al lobo.
-¿Kuro?, ¿estás bien?-
-¿Qué?, ¡Ah! Si, estoy bien solo pensaba en la pesadilla que acabo de tener-
-Oh, ¿de qué se trataba?-
El león dudaba en si decirle la verdad o mentir, aún más teniendo en cuenta aquella pesadilla que acababa de tener.
-Yo soñé que perdía a alguien importante por una tontería- decía sinceramente.
-¿A quién?, claro si puedo preguntar-
-A tí- dijo Kuro sin rodeos.
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AMOR DE OFICINA
RomanceCuando el destino de un recién desempleado lo obliga a encontrar uno nuevo, el amor puede tocar a su puerta, de la manera menos convencional. Esta es la nueva versión de la historia "Amor de Oficina". Te recomiendo leer la primera versión, pero no h...