La mañana se anunciaba tras la dulce salida del sol, despertando al lobo de su letargo.
Sousuke repetía la misma rutina mañanera que tenía desde que empezó a vivir en ese departamento, una vez acabada salió y se dirigía al trabajo cuando recordó el compromiso de esta tarde. Era la primera vez que iba a comer con alguien en mucho tiempo, se sentía bien pues ya no comería solo, pero después de todo era su jefe con el que lo iba a hacer y no podía dar una mala impresión, no solo porque era su jefe, sino porque era una persona especial para el y se había ganado su cariño.
Sousuke no podía creer que solo habían pasado unos días desde que lo conoció, el sentía que llevaba años de conocer a Kuro. Sousuke salió de sus pensamientos al encontrarse con Kuro al entrar a la oficina.
-Buenos días Sousuke, ¿listo para esta tarde?- dijo el león con un tono amable.
-Si, realmente estoy ansioso por ver lo que cocinaste.- respondió Sousuke.
-Espero que te guste, me esforcé cocinándolo.-
-Apuesto que me encantará- decía Sousuke mientras caminaban por los pasillos hacia la oficina de Kuro.
-Eso espero, pero por ahora a trabajar.-
-¡Si señor!- decía Sousuke mientras hacía un saludo militar.
Kuro soltó una pequeña risa, Sousuke no pudo evitar admirarla con ternura mientras sonreía.
El día de trabajo fue normal y todo era como habitual, calmado, no hubo mucha plática entre el lobo y el león aparte de unos pequeños coqueteos indirectos de parte de Sousuke, los cuales Kuro no parecía captar. El día de trabajo había terminado, Sousuke y Kuro iban saliendo de la oficina mientras hablaban un poco acerca de lo de esa tarde.
-¿Estas listo?- preguntaba Kuro.
-Antes que nada, Kuro, ¿puedo pedirte un favor?-
-Claro, ¿qué necesitas?-
-¿Podrías llevarme a mi departamento?, es que quiero cambiarme.-
-No hay necesidad, te ves muy guapo con eso, pero claro, yo te llevo.-
-Gracias.- decía con un pequeño tono rojizo en sus mejillas.
El león condujo a Sousuke hasta su departamento, donde Sousuke lo invitó a pasar.
-Insisto, tienes un muy bonito departamento.-
-No se compara tu casa, es hermosa.-
-Pero se siente muy vacía estando yo solo allí, aquí es más acogedor.-
-Gracias, voy a cambiarme, no tardo.-
Sousuke había preparado su atuendo desde la noche anterior, quería verse bien, estar cómodo y no perder el toque formal. Sousuke se cambió rápidamente y salió para encontrar al león sentado en su sillón.
-Wow, te ves muy bien, bueno más de lo habitual.- decía Kuro un poco nervioso.
-Gracias.- decía Sousuke un poco avergonzado y sonrojado tras escuchar las palabras del león.
-Tendré qué ponerme guapo yo también.- decía Kuro
-Ya lo eres..., no hay necesidad.- decía Sousuke sin pensarlo.
Ambos estaban parados y sin saber que decir, no podían verse a los ojos ni hacer ningún clase de contacto de lo avergonzados que estaban.
-Deberíamos irnos ya.- decía Kuro rompiendo con el momento incómodo.
-Si, se nos va a hacer tarde.-
Ambos salieron del departamento, subieron al auto de Kuro y se dirigieron a su casa. No solamente la casa era hermosa, también lo eran sus alrededores llenos de flora espectacular, esta hacía que el viaje de camino fuera aún mejor.
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AMOR DE OFICINA
RomanceCuando el destino de un recién desempleado lo obliga a encontrar uno nuevo, el amor puede tocar a su puerta, de la manera menos convencional. Esta es la nueva versión de la historia "Amor de Oficina". Te recomiendo leer la primera versión, pero no h...