La luna

1.1K 113 34
                                    


"Reproducir la canción cuando se les indique, gracias" UwU
----------------------
Una sonata de un dulce canto y una increíble voz interpretando un poema cantado.

Amaba sentir esa sensación de paz al descansar, y el moreno creando tan hermosa atmósfera.

Era tan extraño crear esa costumbre, puesto que regularmente fingía encontrarse completamente dormido. De hecho Miguel ya tenía planteada la idea de que Hiro tenía el sueño completamente pesado.

Y entre todo esto solamente un "Hiro estás despierto" y un silencio palpable bastaba para que el joven tomara su guitarra y comenzará con leves rasgueos y murmullos a llenar la habitación.

Hiro solo cerraba los ojos e imaginaba a Miguel, cantando, sus ojos cerrados y los leves movimientos circulares que formaba al interpretar una melodía, sus labios moviéndose a un compás interesante, y mordía sus labios inconsientemente, siendo después silenciada la habitación, el dormía y Hiro no podía evitar hechar un pequeño vistazo una vez dormido el moreno. Era interesante el lazo que se había formado.

Hiro pensaba en los grandes talentos del joven, y de vez en vez, apesar de su intelecto se sentía hueco, no tenía lo que Miguel.

Su enigma al mantenerle en secreto su talento vocal, y su maravilloso carácter que salía a relucir de vez en cuando mientras charlaban.

Miguel, se volvía de a poco un proyecto emocionante, descubrirlo y saber quién era. Y el interés aumentaba al compás de las melodías desenfrenadas y dolorosas que cantaba, sollozando o sonriendo. Sabía que eso era lo que amaba, pero realmente no era todo. Él tenía las intenciones de descubrir más, además, tenía tiempo, tiempo que realmente fungiría como un problema grande, pero él no lo sabía.

Miguel realmente era tan diferente, tan irritante pero radiante a la vez, quién sabe cuántos secretos guardarían esos enormes y saltones ojos obscuros que observaban con atención la mayoría de cosas.

¿Cuánto había pasado?, al caso dos semanas y ya se encontraba completamente intrigado, y sabía que Miguel se encontraba igual, no por nada de vez en cuando lo observaba por largos minutos mientras él platicaba con alguna otra persona, y fingía no saber de su mirada.

Que ¿Qué le estaba pasando?, realmente no lo sabía muy bien, pero tenía en cuenta que le interesaba, y eso, cada vez se hacía más fuerte.

Joder que hasta su acento le había pegado y la palabra "chingada" ya no se la quitaba de enzima.

Sonrió al ver como el moreno se removia buscando estar más cómodo para luego y apenas visible, sonreír. Tonto moreno.

------------------------------------------

Miguel, ¿podrías acompañarme a la plaza del mariachi?

Ese día Hiro había despertado desde temprano con entusiasmo, había dormido de maravilla y unas horas antes había culminado con unas pruebas de electricidad para comenzar a aplicarlas en el pueblo. Pero realmente no sé sentía la seguridad de recorrer aquel lugar, de hecho el único y largo recorrido que realizó fue los días anteriores, justamente el día en el que llegó.

-Nmh... ¿La plaza del mariachi?-

-si-

Se removió entre las sábanas intentando ver al chico, estaba a un lado de él recostado observándolo.

-Saquese pa'ya- reacción Miguel.

-No te levantabas-

-y para eso te trepaste hasta acá-

-No-

Miguel rodó la mirada y luego sonrió. Hiro de igual forma le devolvió la sonrisa.

-bajese hombre-

Sabes una cosa (Higuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora