Crónicas de un Clon

Exploración

Las lanzaderas aterrizaron en terreno plano, cerca de un bosque de enormes arboles morados y de hojas azules. Las naves formaron un círculo para brindar cobertura a los aparatos de comunicaciones, los pilotos de las lanzaderas serían los encargados de cuidar la base, mientras el resto del escuadrón iría a la gran estructura que vieron en el aire.

—El escuadrón está listo señor —dijo Krest mientras tomaba su blaster DC-15 de un estante.

—Muy bien comandante —dijo el Jedi— partiremos en seguida

El Jedi junto a su padawan fueron los primeros en adentrarse en ese extraño bosque, el resto del escuadrón siguió detrás de ellos, el cielo del planeta empezaba a tornarse negro, al parecer la noche se acercaba y el peligro crecía cada vez más que se acercaban a aquella gran estructura.

El ruido de una patulla de droides se acercaba cada vez más, al parecer se habían percatado de que ya habían aterrizado.

El comandante Krest subió un puño al aire y todo el escuadrón se detuvo de inmediato. El escuadrón subió las armas y empezó a observar a su alrededor, preparándose para enfrentar cualquier a cualquier enemigo.

—No disparen —susurro el Jedi— utilicen granadas de electro choque.

—Entendido señor —respondió un clon mientras bajaba una mochila llena de ellas— tome cada quien una.

—Boel —dijo el comandante al clon— guárdame una

—Entendido señor —repuso Boel mientras le lanzaba una.

Un láser de color rojo ilumino la oscuridad del bosque dando a uno de los clones en el pecho y haciéndolo caer, después de esto cientos de luces rojas inundaron el lugar.

—¡A CUBIERTO! —grito Krest mientras se arrojaba a un árbol caído— ¡CUBRASE GENERAL!

El general Kit sacó su sable de luz y lo prendió, y una hoja verde emergió de él, su padawan hizo lo mismo, encendió su sable de hoja doble ambas de color morado y juntos desviaban los disparos de los blaster enemigos, atrayendo la mayor parte del fuego enemigo hacia ellos dando la oportunidad a los clones de atacar. El escuadrón disparó hacia los droides de batalla, el tiroteo acabó y los clones recogieron a sus hermanos caídos, un total de 12 hombres, pero eso no era lo peor, ahora los separatistas sabían que estaban ahí.