♠Capitulo 1♠

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Narra Milk

Después de la batalla de Majin buu, Goku empezó a tomar su papel como hombre de la casa y como mi esposo, sus entrenamientos ya no eran tan frecuentes todo iba marchando demasiado bien, recuperamos el tiempo perdido. Todo se vino abajo cuando se dio cuenta que su cuerpo ya no tenía la misma fuerza y resistencia de antes  por lo que decidió volver con Kayosama a entrenar para recuperarse y no le importo dejarme sola (de nuevo). Estoy cansada de estar sola, estoy cansada de la actitud irresponsable de mi esposo; a pesar de ello nunca falta el día en el que me pongo a pensar en mi Goku, si entrena duro, si come bien. Tal vez me preocupo demasiado por él.

Mi casa se siente tan sola y fría que me llena de melancolía estar ahí, por lo que Bulma siempre me invita a pasar la tarde con ella en Corporación Cápsula.

—Oye Milk —llama mi atención, levantó la mirada para ver a los ojos a Bulma —Voy al laboratorio ¿me esperas aquí? —preguntó poniéndose de pie y acomodando su silla.

—Sí Bulma —acepte con una sonrisa.

—Gracias Milk —agradeció ofreciéndome una gran sonrisa, empezó a caminar pero se detuvo de golpe y giro en su mismo lugar —No te vayas a ir, eh Milk, no tardaré —anunció a lo cual yo solo asentí.

Cuando Bulma se marchó el jardín se quedó en silencio absoluto, permitiéndome escuchar algunos insectos volando. Respiré hondo y profundo llenando mis pulmones del aire fresco de la noche.
Me acomode en mi silla cómodamente, tomé mi taza de té y la envolví en mis manos para seguir disfrutandolo en compañía de un pastelillo que nos trajo la señora Brief.

Disfruto del silencio en el lugar hasta que escucho un ruido que proveía de la maquina de gravedad, curiosa volteo un poco para mirar, las luces estaban encendidas lo que significa que Vegeta estaba entrenando, me da un poco de rabia y de envidia ¿Por qué Goku no puede ser como él? Para los saiyajin entrenar es lo más importante pero por lo menos Vegeta está en casa y no abandona a Bulma.
Me imagino como hubiera sido mi vida si no me hubiera casado con Goku y en su lugar con Vegeta, eso es casi imposible por dos razones:
1. Vegeta y yo tenemos un carácter parecido y 2. Vegeta jamás se fijaría en una mujer como yo. Bulma realmente es una mujer afortunada.
Giro mi cabeza bruscamente en la dirección de la máquina, la silueta de Vegeta cada vez se acerca más.

Narra Vegeta

Estaba realmente agotado lo único que quería era dormir. Pero de solo pensar que Bulma me reclamaría por alguna tontería me agotaba más salí de la máquina de gravedad con la esperanza de no encontrarme a mi mujer para poder irme directo a dormir pero en su lugar vi a una pelinegra sentada en una de las mesas, no es la primera vez que la veo en la casa siempre que la veo no puedo evitar observarla y contemplar cada detalle de su rostro.
A simple vista pensé que se trataba de una mujer vulgar y gritona, como Bulma, pero en estos días que la he observado con atención se que ella tiene algo diferente a Bulma y ese “algo” me parece atractivo y me despierta un deseo incontrolable, pero ella es la mujer de Kakarotto.

—Hola Vegeta —saludo sin mirarme a los ojos.

—¿Qué haces aquí? —pregunte mirando con atención como bebía su té.

—Vine a ver a Bulma —respondió haciendo de lado su taza.

—Ya veo —mencione, mire a mi alrededor y no vi a Bulma —¿Dónde está esa mujer? —pregunte enarcando una ceja.

Esto Está MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora