LA CASA DE BERNARDA ALBA

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PONCIA. Pero yo soy buena perra:* ladro cuando me lo dice y muerdo los talones de los que piden limosna cuando ella me azuza.* Mis hijos trabajan en sus tierras y ya eran los dos casados, pero un día me hartaré.

CRIADA. Y ese día...

PONCIA. Ese día me encerraré con ella en un cuarto y le estaré escupiendo un año entero. «Bernarda, por esto, por aquello, por lo otro», hasta ponerla como un lagarto machacado por los niños, que es lo que es ella y toda su parentela. Claro es que no le envidio la vida. Le quedan cinco mujeres, cinco hijas feas, que quitando a Angustias, la mayor, que es la hija del primer marido y tiene dineros, las demás, mucha puntilla bordada, muchas camisas de hilo, pero pan y uvas por toda herencia.*

CRIADA. ¡Ya quisiera tener yo lo que ellas!

PONCIA. Nosotras tenemos nuestras manos y un hoyo en la tierra de la verdad. *

CRIADA. Ésa es la única tierra que nos dejan a los que no tenemos nada.

PONCIA. (En la alacena.)* Este cristal tiene unas cuantas motas.

CRIADA. Ni con el jabón ni con bayeta se le quitan.

______________

* Esto es, 'soy mujer sumisa y fiel', dos virtudes que se le suelen atribuir a los perros.

* azuzar: incitar a los perros para embustan y muerdan.

* Es decir, 'en el cementerio'

* alacena: mueble o armario, generalmente empotrado en la pared y con puertas y anaqueles, donde se gaurda la vajilla.

* Poncia viene a decir que las hijas de Bernarda aparentan más riqueza de la que tienen. Ciertamente, pueden exhibir sus costosas puntillas ('encaje con el que se adornan los bordes de los pañuelos, las toallas y otras prendas') y sus camisas confeccionadas con hilo (un material caro y muy apreciado, pues las camisas comunes se hacían con cáñamo o algodón); sin embargo, su herencia es escasa, como sugiere Poncia al aludri al pan con uvas, que era la merienda habitual del campesinado pobre.

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