Amor disfrazado de amistad. ¿Cuánto tiempo podrán disimular?-Malú y Pablo López

Capítulo 11

-¿Yo? ¿en el vídeo clip? -pregunto

-Si...

-Vaya, nunca he salido en el vídeo de una canción sin yo cantar. Pero me encantaría que esta fuera la primera vez. Estoy ansiosa por escuchar esa canción, estoy segura de que me encantará -nos quedamos mirando fijo mientras los dos sonreímos.

De vuelta le propongo a Pablo que conduzca mi coche, estoy un poco cansada y la verdad es que me gusta mirarlo mientras conduce. El acepta y pone rumbo a su casa. Enciendo la radio y pongo la música muy bajito para poder ir conversando con él. En algunos momentos me quedo demasiado tiempo mirando lo concentrado que va en la carretera.

-¿Qué pasa? -me pregunta cuando se da cuenta de que lo estoy mirando.

-Te ves muy guapo mientras conduces -las palabras se me escapan de golpe. Él suelta una carcajada y con su mano libre aprieta mi muslo.

-¿Solo cuando conduzco? -ríe y me dirige una mirada rápida. Decido pasar de su pregunta y solo me río mientras cambio la radio.

Cuando ya hemos llegado, el baja rápidamente del coche y rodea el auto, abre la puerta de mi lado y me tiende una mano para que pueda salir del coche, cuando salgo del coche Pablo aún sostiene mi mano y tira de ella para atraerme a él. Quedamos parados de frente, muy cerca, yo poso mi mano libre en su pecho y nos miramos fijamente, puedo sentir su respiración. Muero por besarlo, pero no lo hago.

-Buenas noches, Lula -dice mirando mis labios.

-Buenas noches, Pablo. -Me besa ambas mejillas y se separa de mi.

-Mañana paso a por ti para llevarte al estudio -dice, yo asiento y me subo al coche.

De camino a casa no paro de pensar en él, en su sonrisa, en su olor, en sus manos, en lo que me ha provocado el tenerle tan cerca.

Cuando llego a casa veo unas maletas en la sala, recorro con la mirada las paredes buscando algo que falta, y son las fotografías que tenía colgadas de Gonzalo y yo juntos.

-¿Gonzalo? -Lo veo bajar las escaleras con otra maleta en sus brazos.- ¿qué pasa?

-Me voy, Malú, esto no da para más, ambos lo sabemos. Estamos peleándonos siempre, ya nada es igual. No es bueno para ninguno de los dos que sigamos juntos. -Me quedo clavada en el piso mirando como deja la maleta que tenía en los brazos y se acerca a abrazarme.

-Pero...-me corta antes de que pueda terminar de hablar.

-Los dos sabemos que es lo mejor -dice y me deja un beso en la cabeza. -no podemos seguir así. Te quiero Malú, si necesitas algo estaré siempre para ti.

Sigo sin decir nada, me siento en el sillón mientras él va buscando las maletas y las sube a su coche. Mi mente está en blanco.

Cuando termina se despide de mi, deja sus llaves en la mesa y se va, en cuanto cierra la puerta mis lagrimas salen con desesperación.

Lloro durante horas, no entiendo nada. Se ha ido así sin más, sin previo aviso. En el fondo sé que tiene razón, que esto ya no daba para más, que nos estábamos haciendo daño y que es mejor que estemos separados, pero aún así, me duele.

Me dirijo a mi habitación y me lanzo a la cama aún sin poder contener mis lágrimas.