My reasons to be a HERO - Hitoshi Shinsou & Oc

Capitulo 24

Narra Shinsou. 

...

10:29 a.m., Día después del baile.

Hoy no me encontraba de humor para si quiera intentar hacer algo, ni cocinar, ni salir en bicicleta, nada. Pero claro, algo que no podía dejar de hacer era pensar y pensar hasta que me daba cuenta que estaba por minutos viendo a la nada; ¿Qué tanto pensaba como para que pasara algo así?, fácil.

No dejaba de pensar en ella, maldita sea.

Por más que intente dejar de pensar en ella tras levantarme, no podía; así que opte por bajar a desayunar imaginando que tal vez eso ayudaría a olvidarme de ella por unos momentos, era buena idea hasta que me di cuenta que de la puerta principal estaba la carta de resultados de U.A. colgando de la pequeña rejilla; solo ocasionando que mi humor se pusiera peor.

¿La razón de mi mal humor? El baile, ella y los posibles resultados de U.A.

No solo se burlaron y murmuraron cosas sobre mi, mis padres no pudieron asistir por sus trabajos a mi graduación, pero estaba bien, aunque me sentí mal podía entender que tenían cosas más importantes que hacer; pero lo malo de eso se junto con lo malo que era para mi ver a Jun y Hideo bailando muy contentos y cerca uno del otro.
Puede que suene infantil, pero yo queria ser el que bailara con ella.
Sentía que la razón por la que no dejaba de pensar en ella era porqué por no pedir un simple perdón me perdí de todo lo que paso, tal vez si no hubiera sido tan orgulloso, ella me habría animado y defendido de las burlas de anoche.

Pero no, soy idiota y espere a que ella me hablara a mi; aun sabiendo lo que hice.

Fui en dirección a la puerta y tome la carta, sin siquiera revisarla la tire sobre la mesa y me fui a la cocina donde solo pase al rededor de diez minutos viendo frustrado hacia esa carta, mi hambre se había ido tan rápido que había perdido todo sentido el tan solo quedarme ahí. ¿Que debería hacer ahora? ¿ir a caminar?, ¿disculparme con ella en persona?, ¿Hablar con Hideo y disculparme con el también?; mi cabeza daba vueltas y las soluciones no llegaban.

-Maldita sea, Jun. ¿Por qué me haces las cosas tan difíciles?.- dije para mi mismo pegando mi cabeza en la mesita de la cocina, con mis manos enredadas en mi cabello.- Tener amigos es difícil, no se ni porque me moleste en hacerla a ella mi primera amiga; digo, estaba esa chica extraña, algo rellenita que molestaba con que "no los controlara"; pude haber tratado con ella en vez de con Jun pero, diablos, fue tan malditamente insistente desde casi el primer día que llego; es decir ¡¿quien diablos le da un pequeño pastel a alguien que no conoces y no se enoja porque usan su quirk en ti?! es ilógico. ¡Todo en ella es ilógico ahora que lo pienso a fondo!, ser privilegiada con un quirk tan fuerte que pareciera no tener debilidades parece hasta un mal chiste, una broma, ¡no sé!.- Quede en silencio por un momento y cuando me di cuenta de todo lo que dije, solté un bufido frustrado.

-¿Por qué no fui yo el que tuvo un quirk así?... ¿Por qué no pude ser bendecido para..., dios, soy un envidioso.- tallé mi rostro algo decaído; quejarme no iba a servir de nada.

Nací así, nada iba a cambiar eso.

...

-Deme un pay de moras pequeño por favor, y unas galletas suaves rellenas de chocolate.- 

-En seguida joven, ¿pagará en tarjeta o efectivo?.- Su sonrisa era cálida, trasmitía confianza.

-Efectivo, por favor.- Dicho eso se limito a asentir y se fue por mi pedido.

Tras una pelea interna tratando de decidir si debería venir a la pastelería o quedarme en casa, termine creando una excusa para venir y comprar algo.