Capítulo 10

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Narra Shinsou.

Jueves, 6:30 a.m. Me levante cansado pues me había desvelado por estar escuchándola cantar en vez de haber tocado su puerta y haber hablado con ella tal como decían los dos mensajes que le envié ese día; pero no pude, se escuchaba tan afligida en cada palabra que salia de su boca y los recuerdos de verla irse junto a ese tal Hideo y verla abrazándolo en el parque me molestaban. Pero no tenia porque si yo la aleje. Me di un baño y me puse el uniforme, salí de la casa peinándome el cabello hacia atrás con los dedos, pase cerca de la casa de Jun y pude ver como sus padres salían de su casa en dirección a su auto, pero no vi a la castaña con ellos.

Pasaron los minutos y ya había llegado a la escuela, en la entrada estaba esa chica que llevaba hablándome desde el martes de la semana pasada y no me dejaba en paz, algo me hacia no confiar en ella pues conoce a Ayanawa y se lleva bien con ella; solo esperaba se descuidara un momento para por fin saber si planeaba algo o no pero mientras tanto solo me toca soportarla.
El timbre sonó y entre al salón, vi a Jun sentada en su asiento hablando felizmente con Hideo sobre un café cosa que por alguna razón hizo que ardiera algo en mi, me fastidiaba; el chico regreso a su lugar mientras la castaña se acomodaba en su asiento preparando sus apuntes para la clase de ingles aunque el profesor aun no llegaba, la mire de reojo unos momentos notando que su sonrisa disminuía poco a poco empezando a ponerse seria.

¿El no te hace lo suficientemente feliz?.

Aun cuando intentaste cambiarme por el, no te hace feliz del todo.

¿Me extrañas, no? yo a ti si, pero no tengo ningún derecho de sentirme así pues por mi culpa nos encontramos así.

Me molesta verte con el, no me gusta verte abrazarlo y darle tu amistad como si nada, como si fuera cualquier cosa; ¿sabes que te envié mensajes no? no leíste ninguno, te vi anoche con tus padres en mi camino de ir al gym y tras la puerta vi como te esforzabas como nunca había visto, sentía que ibas a superarme fácilmente y eso me irritaba, me molestaba verte tan decidida, tal vez más que yo.

Las clases pasaron rápidamente, era hora del almuerzo y por tercera vez en esta semana vi como te ibas con ese chico a la azotea donde antes la pasabas conmigo, solo podía pensar en como deseaba que no llegaras a sentir nada por el, sentía un ardor en el pecho cada que la idea cruzaba mi mente y mis emociones se revolvían al ver la posibilidad de perder a mi amiga. Como siempre esa chica de ojos azules y cabello anaranjado se acerco a la puerta esperando a que saliera mientras sostenía dos bentos en sus pequeñas manos de nudillos rosados, salí y en seguida me tomo de la manga del uniforme con una sonrisa que me parecía repulsiva de lo falsa que era; me llevo hasta la azotea a rastras aunque le dije mil veces que no quería y que había gente ahí pero no me escucho, abrió la puerta y paso hasta que noto a Jun y Hideo comiendo juntos escuchando música cada uno con un audífono; desvié la mirada frunciendo el ceño mientras la chica de ojos azules trataba de hablar, se notaba que tanto como la castaña y el azabache estaban incómodos.

-Ah, perdonen no sabíamos que estaba ocupado, aquí solemos comer Hitoshi y yo.- dijo la chica tomándome la mano con una sonrisa cínica en su rostro.- Soy Magara Koizumi, un gusto, ¿tu debes ser Ivanova Jun, verdad?.- pregunto yendo a estrecharle la mano, mire al chico al lado de la castaña quien solo siguió comiendo notablemente nervioso.

Si lo sabias, infeliz. 

-Si, soy yo.-dijo seca y simplemente.

-Oh, perdona si yo y mi pareja te molestamos, ya nos íbamos.-dijo la desgraciada provocando una mirada de molestia en Jun, eso por alguna razón me hizo sentir bien pero rápidamente ese bienestar se esfumo al pensar las palabras que había escupido la pelirroja.

My reasons to be a HERO - Hitoshi Shinsou & OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora