Capítulo 6.

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— ¿Qué estás diciendo? — Soltó mi cadera.

— No siento nada, no... — Miré al suelo. — Se supone que cuando te besará iba a sentir mariposas o recordaría algo. — Camila alzó su mano y me abofeteó.

— ¡¿Qué te pasa?! — Me jaló del brazo hasta bajar y estar en la sala, buscó dentro de un cajón hasta sacar un álbum. — Lauren tú no eres así... — Decía desesperada. — Tú incluso ni siquiera me habrías besado sin sentir nada. — Colocó el álbum en mis manos.

— Camila no soy yo desde hace cinco años. Perdí todo, no estoy contigo, no estaba ni en la misma ciudad. ¿Cómo pretendes que sienta o haga lo mismo? — Me estaba alterando. Tiré el álbum al sofá y caminé hacia la puerta.

— ¡¿Por qué?! — Golpeó la pared fuerte. — ¡Maldición! — Gritó y me cogió de los hombros para que la mirará. — Hace cinco años, Lauren, nuestra vida estaba planeada, número de hijos, fecha de matrimonio, estudios, casa, ¡todo, y ¿hoy?! — Me soltó. — Hoy no queda nada, pero, me duele más que sea yo quién recuerde todo.

— ¡Qué no te duela mucho cada vez que te revuelques con él! — Miré hacia la habitación llevándome otra abofeteada por parte de ella. — ¡¿Qué haces entonces cada vez que recuerdas que me amaste y estás con él, eh?!

— Lauren... — Susurró. — Termina de irte de una vez. — Señaló la puerta.

— ¡¿Es tu solución?! — La miré. — ¡Mirame, mirame! — Tomé sus hombros un poco brusco. — ¡¿Quieres que me vaya?! — Camila me empujó.

— ¡¿No entiendes que hace cinco años yo pensaba que estabas muerta?! — Comenzó a caminar de lado a lado. — ¡Hice mi vida con la tuya, con lo que querías, te guardé el dolor durante todo este tiempo pero tú me dijiste que podría estar con alguien más desde que me amará, ¿adivina qué? Encontré esa persona que está ahí arriba qué daría mucho por mí!

— Entonces quedate con él. — Dije muy simple cogiendo la perilla de la puerta para salir.

— Lauren... — Susurró nuevamente.

04 Enero, 2002

— ¡¿No entiendes que me lastima?! — Grité.

— No te vayas, por favor. — Dijo ella.

— Ésto se acabo, Camila. — Cerré la puerta.

R.

— Haces parte del pasado, Camila. — Susurré aún mirando a la puerta. — Ahora estoy con Hailee, es hermosa. — Lo dije más para mí. — Sólo quería venir y saber si podías demostrarme lo de antes, pero no. Definitivamente no. — Abrí la puerta.

— ¡Vete... vete como siempre lo haces! — Escuché su voz en medio de lágrimas. — Finalmente eso si no lo has cambiado. — Tragó saliva.

Volví a cerrar la puerta y me acerqué con pasos grandes hacia su cuerpo para tomarla de la cintura y besarla. Ella al principio forcejeó, más tarde, siguió el beso.

21 Mayo, 2008

— Besame. — Susurré.

Camila simplemente se inclinó un poco más hacia mí y comenzó a darme pequeños besitos sobre mis labios, tan delicados que se sentía como algodón. Cuándo los presionó tomó el labio inferior para morderlo delicadamente, al soltarlo volvió a retirarse y acercarse rápidamente juntando nuestras bocas.

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