Prólogo

10.5K 639 190
                                    

 »300 años después«

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

»300 años después«


Leah Bunnymund.

Me concentré en que los trazos del pequeño huevo fueran perfectos y admiré mi trabajo, era hermoso.
Me encantaba el poder decorar miles de ellos con mis manos sin necesidad de mandarlos a correr por el campo de pinceles, era algo que no podía dejar de hacer.

Desde que inicié mi trabajo como guardiana de la diversión y de las Pascuas -al igual que Conejo- amaba expresarme con mis obras y que los niños las vieran, podía sentirme reflejada en sus sonrisas al ver el pequeño regalo que les dejaba siempre.

Y antes de poder continuar con mi trabajo, Conejo pasó saltando de un lado a otro haciendo que yo saltara también del susto.

-La aurora boreal se ha encendido. ¡Faltan tres días para la Pascua y ese gordinflón nos llama otra vez! -miré triste como había caído el huevo, destruyéndose.

-Acabas de arruinar cinco horas de trabajo.

-¡Y Norte arruinará todo un día de ello!-suspiré. A veces Conejo se tomaba muy enserio la Pascua, como si fuera el único capaz de llevarla a cabo.

-Si nos damos prisa regresaremos antes.-tomé unos cuantos pinceles y los dejé en mi pantalón-. Andando, que hay trabajo qué hacer.

Corrimos por las paredes de la madriguera y tomamos caminos distintos. La diferencia entre él y yo es que nuestros túneles no son iguales. Los míos son más limpios y cuidados -gracias a Norte que me ayudó con ello- y los de Conejo... No tanto.

-Hola Norte.-salté del túnel y lo abracé.

-¡Leah! ¿Conejo viene contigo?-reí.

-Creo que se perdió.-Lo siguiente que vi fue a Bunnymund entrar por la gran puerta e ir saltando a la chimenea-. Ahí está.

-¡Conejo ven acá!

-¡Meme! Cuanto tiempo sin verte, amiguito.-Sandman hizo figuras en su cabeza y asentí.

-"Me alegra verte también".

-Quiero que valga la pena Norte.-dijo Conejo mientras pintaba uno de los huevos con frustración. No estar en la madriguera tres días antes de Pascua le afectaba.

-Gracias por venir. Lo sé, lo sé. Pero obviamente jamás los hubiera llamado si no fuera algo serio.-Norte hablaba tranquilo con Meme ignorando el comentario de Conejo. Hada calló a sus haditas y yo seguí pintando un huevecillo-. El Coco estuvo aquí. Aquí en el Polo.

-¿Pitch? ¿Pitch Black? ¿Aquí?

-¿Qué otro Coco conoces Hada?-rodó los ojos ante mi pregunta y sonreí al molestarla.

Hada nunca me cayó bien.

-Sí. Había arena negra cubriendo el mundo.-hizo movimientos raros con las manos y lo miré divertida.

Yo creo en ti - Jack Frost Donde viven las historias. Descúbrelo ahora