La Carta

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Otoño 2013


Más que nada, no quiero que esto lo guardes por mucho tiempo, me molestaría tanto saber que seré parte de un recuerdo, sobre todo; un recuerdo tuyo.

Tampoco pondré fecha exacta, y no porque no recuerde, simplemente no quiero esos detalles que a ti te encantan, pero a mi me dan igual y la verdad no son importantes en todo esto.

Una breve disculpa porque no estaré en tus malos ratos.

No esperes un saludo, porque sabes que no soy muy cortes.

La primera vez que vi, con tú mal humor y tu rebeldia es lo que me gustó de ti, ¿y quien iba a decir que lo que más nos gusta de alguien, es lo que al final nos separa? .

Siempre con tu sudadera negra, y tus botas cafés, tu lunar en el labio, tus oyuelos, tus ojos negros, tu maquillaje algo emo para mi gusto, del cabello ni hablar, jamás estaba en algún chongo.

Recuerdo ese bar, donde bailamos rock la primera vez; te veías tan feliz y libre, siendo solamente tu, y esa manera de beber tuya.
Ese tic inigualable cuando bailabas y cantabas al ritmo, son tantas cosas las que recuerdo de ti.

Me pregunto, ¿dónde te encontrarás ahora? ¿que a cambiado en ti? ¿Porque ahora no puedes ser esa chica rebelde y de mal humor?

Como me encantaba verte a los ojos, jugar con tu tatuaje del brazo, dibujarlo por cada línea de el, quien iba a decir que así como nos conocimos así nos alejamos. De la nada.
Como el aire en una gran ráfaga, sientes su fuerza pero no puedes ver bien más allá, igual que la noche, la lluvia, como un cigarro, como una taza de café que tanto amabas tomar por las mañanas, nunca es eterno, ni siquiera puede tardar más aya de un día.

Uno no sabe la persona, el tiempo y el momento en que te cambia la vida, el que marca el antes y el después del todo.

Uno no sabe cuando afecta, como un día lleno de frío en primavera, así de la nada el cambio, así o peor, me afectactaste , el día de tu partida, el día de tu ausencia, en el espacio de mi cama.

La falta de ti, en mis manos, camino vacío, sin nadie a quien cuidar, sin ti a quien protegía.

Tu fugas escape, tu lejanía, la ausencia incrementada en cada taza de café.

A toda esta crisis, a todo este tiempo, te perdono.
Perdono tu falta de interés,
Perdono que te ayas ido,
Que no te peinaras,
Perdóno tu obsecion de acomodar todo, y tomarte fotos.
A tu música rock a todo volumen y a tu forma de ser los perdono.
Tu mirada cuando desaprobabas, algo de mi, el morder de tu labio cuando te enojabas, la forma en que dormías y mutilabas mi brazo, todo eso y más lo perdono.
Perdóno que no me ayas dejado ni una nota, ni señal, ni una llamada al irte.

Pero no puedo perdonarte el a verte llevado mi corazón y con ellos mis ilusiones a un futuro contigo.
No puedo, no puedo con los engaños sentimentales, si es, es, y sino se dice de frente con rebeldía de esa que te salía muy bien.
Eso no, no perdono que no ayas amado con todas las fuerzas y todo el amor.

Sin más reclamos, sin prejuicios.
Sin más de más, sin una despedida como tu un día no lo hiciste (aprendo rápido).

Siempre, siempre, (esto si puedes leerlo las veces que quieras).
Siempre te llevaré en el corazón...

A.G.

veinte poemas, una carta. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora