Después de aquella alegre y productiva tarde, como John había prometido, Pauline escogió un disco de su asombrosa colección. Para sorpresa de John, McCartney escogió Elvis de Elvis Presley. Si bien sabía que el rock n' roll era de los gustos de la chica no pensaba que le gustara exactamente lo mismo que a él, considerando que el gran Elvis era su ídolo.
Los ensayos se volvieron rutina de algunos días de la semana: Ivan iba por Pauline a su hogar, Lennon y McCartney ensayaban cerca de una hora y media, después Ivan volvía a pasar por ella y la acompañaba a su casa. Así fue por un mes hasta que Ivan encontró un trabajo, y ya no podía acompañar a su amiga a la casa de los Smith. Aunque no fue gran problema ya que después de tanto tiempo hubiera sido absurdo que la de ojos hazel no se hubiera aprendido la dirección.
Por parte del dúo, su relación había mejorado notoriamente. Pauline ya no sentía inmensas ganas de matar a John cada vez que abría la boca, y ese sentimiento de repudio hacía Lennon se convirtió en simpatía y afinidad. Por su parte para John no fue tan diferente, no era la chica mimada y chiflada que pensaba que era, y presumida... Bueno, realmente sí era algo presumida pero se dio cuenta que era involuntario y, ¿por qué no? Parte de su encanto.
Visitó tantas veces la casa que Mimi había simpatizado con McCartney, a pesar que al principio no era de su total agrado porque pensaba que era de esas chicas faciles que lo unico que buscaban era estar con John, se dio cuenta, al ver sus modales y su forma de ser, que era una buena y educada muchacha. Inclusive, Pauline pudo llevarse una buena impresión de la mamá de John.
—Te lo juro —Hablaba animadamente la pelinegra en una de esas tardes en el porche de Lennon—, sigo sin sacarme Love me tender de la mente. Es simplemente perfecta.
—Me pasa lo mismo —Dijo John con una sonrisa—. Pero no podía esperar menos del Rey Elvis.
Los chicos comenzaron a trabajar en la canción para tocarla igual que en el disco. Así que Pauline empezó a cantar suavemente.
—Love me tender, love me sweet... Never let me go... You have made my life complete and I love you so —John la observó un momento con una sutil sonrisa, admirando a su amiga cantar—Love me tender, love me true... All my dreams fulfilled...
—For my darling, I love you... —Una voz femenina más madura secundó a Pauline, quién de la improvisada llegada de la mujer dejó de cantar— And I always will... ¡Oh vamos, querida! Sigue cantando conmigo —Pidió con una sonrisa la recién llegada a Pauline. La chica observó a John un momento, quién le asintió con la sonrisa más radiante que alguna vez vio en su rostro.
Cantarón la canción, mientras la llegada peliroja tomó asiento en el porche junto con John. Éste ultimo, también se unió al canto de las contrarias por lo que se oía realmente bien, y en algunas veces McCartney y Lennon se compartían sonrisas de complicidad que la tercera no pasó por alto.
—McCartney, ella es mi progenitora, Julia Stanley —Habló con voz de presentador a la vez que señalaba a su madre. Ambas rieron ligeramente—. Mamá, ella es Pauline McCartney.
—Es un placer, señora —La chica ofreció su mano en forma de saludo y Julia la recibió gustosa.
—El placer es mío, linda —Tomo la mano de McCartney con sus dos manos—. ¿Tú eres novia de mi Johnny? —Preguntó inocentemente.
La cara de Pauline, si bien no lo mostró completamente por respeto a la señora, fue de repulsión total. Una cosa era llevarse muy bien con John e inclusive comenzar a verlo como amigo pero eso no cambiaba el hecho de que seguía siendo John Lennon, el mujeriego más mujeriego de Liverpool. John sólo atino a querer enterrar su cara en la tierra. Pauline era muy hermosa, no había duda, pero no era ese tipo de chicas con las que solía salir y a decir verdad, realmente le estaba empezando tomar aprecio como una amiga. Lo cual era muy único, porque John Lennon no tenía amigas sinceras... Saben lo que quiero decir.
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Another Girl (McLennon).
Fanfiction"Si Paul hubiera sido mujer, John se hubiera enamorado de ella" -Yoko Ono.