-Por fin-

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Tal como lo pensaba, me prepararon una fiesta de bienvenida en la casa de Scott, obviamente fue idea de Lydia, a Scott le falta imaginación para hacer estas cosas, siempre fui yo el que preparaba las sorpresas que daría a sus novias, espero que no fuera esa la razón por la que termino con Allison...


- Y de dónde vienes exactamente? _ me preguntaba la chica rubia de ojos claros, el cabello corto y una sonrisa queda, no sé porque se me asemeja a un cachorro. Respondía al nombre de Malia.


- De Louisville, en el estado de Kentucky. _respondí sin pensarlo, debí haber dicho otro lugar.


- Tan lejos? _parecía sorprendida _y por que fuiste tan lejos en primer lugar.


- Mmmm.... Y no se... quería probar nuevas experiencias creo... _justo lo que no deseaba que pasara.


- Y que hacías por ahí? _genial el chico sexy se acoplo al interrogatorio.


- Mmmm... y vivía... _no fue mi mejor respuesta _ bueno, por un tiempo pase en un centro de orientación juvenil y a la par estudia en una escuela estatal _es lo mejor que se me ocurrió.
- Guau... eso es de locos. _ sonrisa tierna, parece un niño _ y por que fuiste a un centro de orientación?, suena como un reformatorio o algo sí _que te importa_ acaso has hecho algo malo? _termina con una mirada excitada.


- De hecho... si... _ porque no jugar un poco _ me gustaba pelear sin razón y mutilar a los que me caían mal.


- E... en serio? _ su rostro cambio y la de Malia también, no pude evitar sonreír.


- Ya déjalo en paz Liam, y no le creas nada _ Scott al rescate _ es incapaz de defenderse siquiera y mucho menos de ir mutilando a la gente por ahí.


- De hecho ni puede ver la sangre _Lydia se acoplo _ en la primaria siempre se desmayaba cuando veía un poco de sangre.


- Gracias amigos por el apoyo _respondí agachando la cabeza en señal de derrota.


Las horas pasaron sin más incomodidades, en realidad Liam era un buen chico siempre detrás de Scott como si quisiera complacerlo en todo, no soy celoso ni nada solo que es extraño, Malia en cambio tiene un actitud muy peculiar, su forma de hablar e incluso de comer lo llamaría algo... salvaje, aun así agradable. También estaban Danny y Jackson, aunque ellos se pasaron toda la noche viendo el partido de Lacrosse por el televisor.



Esa noche logre dormir un poco, la sensación de que algo anda mal no había desaparecido del todo pero tenía otras cosas en que pensar, no escuchaba voces desde hace mucho tiempo y de la nada volví a escucharlo, pero no era una voz cualquiera, sino la voz que me llevo a abandonar todo; poco después de cumplir 15 los sueños raros y los ataques de pánico aparecieron junto con una voz que podía escuchar dentro mío, los primeros meses se escuchaba quedo y lejano, con el transcurrir del tiempo fue aumentando al grado de no poder escuchar nada más.



El timbre del despertador sonó fuerte y estridente, aunque mis ojos ya habían estado abiertos por un largo rato, era mi primer día de clases después de todo, me encontré con Scott en el aparcamiento de la escuela y con él se encontraba Liam, que no se despega de él, Scott y yo compartíamos clases en la 3ra y 5ta hora. Para mi suerte no fue mucho lo que me había retrasado en clases, en 4ta hora me encontré con Lydia que prometió ayudarme a actualizarme, luego del almuerzo Scott y yo nos dirigimos a clases de literatura, estaban dando géneros literarios, el romanticismo, algo meloso para no decir cursi.


- Sr. Stilinski es bueno se nos acoplara el día de hoy, así podrá realizar el trabajo _me decía el profesor Stanley _creo que le gustara este, "El don del lobo" de Anne Rice.


- El don del lobo?, que romanticismo puede haber entre los lobos? _ respondo mas jocoso que confundido _ a demás de olerse el rabo claro _ la clase rompió en risas salvo Scott, a él no le dio gracia.


- Muy simpático Sr. Stilinski.


- Gracias.


- Es lo que nos dirá en su informe de la próxima semana.



Luego de clases nos encontramos en el centro comercial, Lydia tenía la loca idea de que todos compráramos unas remeras del mismo color y diseño para la jornada de solidaridad del fin de semana, así mismo tendríamos una jornada de solidaridad con niños y ancianos. Danny no se encontraba y Jackson simplemente ignoraba a Lydia, ojala pudiera hacer lo mismo, a Scott no le importaba, últimamente no le importa muchas cosas, a Malia le daba igual, así que el que quedaba era yo. Después de haber probado más de 20 se decidió por el primero, una remera azul con detalles en blanco.

- Te encuentras bien? _ le pregunto a Scott cuando nos habíamos despedido de todos.


- Si, por que lo dices? _me responde con la mirada perdida.


- No sé, te noto algo raro... como si estuvieras pasando por un mal momento.


- Tú crees?


- Claro... _en realidad estaba preocupado por él, desde que llegue ha tratado de disimular alguna cosas, como el hecho de que su humor cambia bruscamente, se enojaba con gran facilidad, la noche anterior le había molestado el olor a pimienta de la cena aunque él se encontraba en otra habitación, se pasa el rato pensando y compungido.


- Stiles, crees que puedo ser un gran líder?


- A qué viene eso? _eso me sorprendió.


- No me hagas caso. _me dijo al tiempo que se dirigía a su auto.


- Espera _lo detengo _ en realidad creo que eres alguien a quien la gente puede seguir, mírame a mi... te he seguido toda mi vida, aunque gracias a eso me he metido en muchos problemas, pero de todas ellas hemos salido victoriosos... no sé lo que debe de hacer un líder, pero si se lo que tú haces y eso es inspirar a la personas a hacer las cosas, te he visto poner el rostro ante el puño a fin de salvar a los demás, en muchos de esos era a mí, creo que eres un gran tipo y creo que llegaras a ser un gran guía, y me gustaría estar ahí cuando suceda.


- Gracias Stiles. _subió al auto y se fue.



No debí dejar el jeep tan alejado, bueno era el único espacio disponible cuando llegue, deseaba que este día acabara como a de lugar, me encontraba cansado y con hambre, al llegar junto al jeep una punzada de dolor llego a mi desde mi columna vertebral, el pecho empezó a apretarme y el aire se volvió pesado. Algo no andaba bien, estaba cansado de esta sensación, no podía entregarme al pánico, no podía rendirme ante esta alucinaciones -está aquí-, se que todo está en mi cabeza, los médicos me han dicho tantas veces que físicamente no tengo nada, todo está en mi cabeza.... Todo está en mi cabeza... todos está en mi cab -está aquí-, me tapo los oídos tratando de no escucharlo más, cierro los ojos esperando que la oscuridad se lleve la alucinación, -está aquí- no importa lo que haga la voz se escucha más fuerte.


- Quien?.... maldita sea... quien esta aquiii? _grito desesperado -voltea¬-


Giro lentamente, tengo miedo de abrir los ojos, aunque sé que tarde o temprano los tendría que abrir, luego de una profunda respiración abro los ojos, estaba ahí, justo frente a mí, del otro lado del aparcamiento, a lado de un camaro negro, un hombre de jeans negros, remera negra al cuerpo y chaqueta de cuero negro; sus ojos estaban clavados en mi, su mirada era fría y carente de emociones, la tierra empezó a temblar o era yo, no estaba seguro, el dolor en mi pecho aumento, casi no podía respirar, cientos de imágenes pasaron por mi mente, yo atado de manos y pies a una cama de hospital, encerrado en un cuarto de almohadas, acostado dentro de un tubo de tomografía, conectado a tantos cables como se pueda contar, parado frente a una pared blanca y bajo el chorro de agua fría... no se había movido ni un centímetro, incluso pareciera que no respirara, no podía evitarlo la tristeza me invadió y las lagrimas brotaron sin que las pudiera detener -por fin- y la oscuridad llego.


Olvídame   (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora